"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 2 de septiembre de 2014

Las falacias de la deuda pública. El "éxito" de la austeridad

Steve Ohane nos ofrece un compendio de de las falacias, comúnmente admitidas como certezas entre la opinión más experta.

Si partimos de la ecuación que define la variación de deuda en un años:

(Deuda/PIB) = Deuda/PIB.(r – g) + Déficit Primario/PIB, en la que r es el tipo de interés de la deuda, g es la tasa de crecimiento porcentual del PIB nominal.

Si queremos que (Deuda/PIB) = cero,

Deuda/PIB.(r – g) = - Déficit primario/PIB

Lo cual hace depedender básicamente la estabilidad deuda de (r - g) y del Superávit/Déficit primario. Nótese que esto no es más que una identidad contable. r, y, y SP son las tres únicas variables decisivas para controlar la deuda.

Ahora bien, estas variables no son independientes entre sí. El tipo de interés depende del Banco Central y de las expectativas futuras de PIB y precios. Y, según una línea de pensamiento, depende del SP, pero esto es condicionado a según ciertas circunstancias, que explicáremos después. Lo importante es comprender que SP, r, g, son fuertemente interdependientes.

- La tasa porcentual de crecimiento del PIB depende de la demanda. Ésta depende a su vez del tipo de interés. Un tipo de interés por encima del "natural", reduce el crecimiento del PIB. Es decir, r y g, dos variables que se oponen entre sí en la identidad contable, son interdependientes. El Crecimiento del PIB, g, depende también del SP. Cuanto más alto sea el objetivo de reducir el déficit, más contrario será el efecto sobre el PIB.

- El SP es función de los ingresos y gastos fiscales. Pero el SP no depende de la voluntad política del gobierno. Si el gobierno se propone un objetivo demasiado ambicioso, que contraiga el PIB, los ingresos fiscales se resentirán, y eso puede frustrar los objetivos de SP.

¿De qué depende la política que se elija para corregir el déficit y frenar la deuda?

Dependerá del modelo teórico que manejen los ejecutores de tal política. Un modelo tiende a buscar la salida por la vía del crecimiento del PIB; el otro por la vía de comprimir el SP.

Un modelo keynesiano/monetarista es un modelo que intenta salvar la crisis moviendo las fuerzas que determinan r y g: la economía ha sufrido una contracción de la demanda debido a un aumento de la incertidumbre que ha llevado a una preferencia ilimitada por la liquidez (incluso hasta una posición de trampa de la liquidez). El sector privado se encuentra endeudado, con la renta cayendo, y aumentando sí ahorro para devolver las deudas y por el aumento de la incertidumbre al futuro. El gobierno debe endeudarse para, piré mor, dejar que los estabilizadores automáticos jueguen su papel, pero aún más: debe aumentar la demanda de inversión pública (que supla la caída de inversión privada) y apoyar a los hogares más afectados por la crisis y que mantenga su nivel de consumo. Pero esto es factible sí, sólo sí, el Banco Central apoya al gobierno, al menos para que los mercados de deuda estén confiados en que no va a dejar caer la deuda pública. (Endeudarse no quiere decir no atender a la composición del déficit, no hacer como Zapatero planes E).

Es decir, durante la crisis, en que la gente tiende a vender sus activos (incluida la deuda pública) y contraer su demanda, el gobierno (incluido el BC) de de contrarestar esas fuerzas que pueden retroalimentarse.

Por lo tanto, no buscará aumentar el SP, no subir los impuestos, ni recortar lo gastos; buscará que r sea lo menor posible, y que g sea lo mayor posible. SP será residual, no prioritario.

r podrá ser tan bajo como lo quiera el BC. Gracias a eso, la deuda pública costará cero, y ayudará a que los tipos de interés privados bajen.

Un modelo clásico/austriaco no es relativo a las circunstancias: para empezar dictaminará que la política anterior generará inflación, desconfianza de los mercados de deuda, y los tipos de interés subirán por ello. La política más eficaz será reducir de déficit primario SP, para que los mercados confíen en la estabilidad de la deuda, no suban los tipos de interés, que por el aumento del ahorro ya bajarán al novel del tipo "natural", y fomentarán una reforma laboral que baje los salarios para reducir el paro.

Es decir, en este modelo cada mercado de la economía se autoregula. El tipo de interés se contiene gracias al aumento del ahorro y la caída de la inversión; el empleo se fomenta por la bajada salarial; la demanda de consumo e inversión aumentarán gracias a la caída de los precios. Lo que sucede en cada uno no afecta a los demás.

De modo que tenemos un modelo que intenta mejorar las variables e, g, y otro modelo que se centra en reducir SP.

La crisis ha sido un campo de pruebas para ambos modelos. EEUU, RU y otros países han seguido el modelo keynesiano/monetarista. Europa ha seguido el modelo clásico/austriaco. Además, Europa no ha contado con un verdadero banco central, lo que ha sido determinante para la crisis de los bonos de 2011-2012. La política de reducir SP ha sido contractiva para el PIB y los ingresos fiscales, lo que ha frustrado los planes de reducción de la deuda. Sin embargo, hay que decir que ningún país se ha despreocupado del SP, pues los grupos de presión conservadores no lo han permitido.

En EEUU no ha surgido la inflación preconizada por el modelo clásico, el paro se ha enderezado, y el PIB ha vuelo a niveles anteriores a la crisis. En Europa ha surgido una inquietante situación de deflación. La deflación y la contracción han agravado la deuda/PIB.

En el gráfico vemos los déficits primarios de EEUU y Euro, en % del PIB, desde 2008 hast ahora. EEUU ha permitido que en el peor año, el déficit llegara al 12% del PIB, para luego reducirlo al 3%. Una reducción de 9 puntos porcentuales logrados principalmente por la vía de crecimiento del PIB, más que por una política de austeridad sobre el SP.

El Euro ha elegido, por el contrario, comprimir desde el principio el SP, lo que ha logrado, con sólo un 3% en lo peor de la crisis y ha alcanzando el equilibrio este año. 3 puntos porcentuales de "éxito" a costa de contraer el SP, pero también comprimir el PIB. Pese a los resultados nefastos en PIB y empleo, y la deflación, la UE sigue insistiendo en reducir aún más el SP.


 

 

 

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