"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 22 de septiembre de 2014

Por qué el orden matemático falsea la economía

Si la economía es el estudio de los motivos y las consecuencias de las decisiones humanas, las matemáticas no son el mejor instrumento para llegar a conclusiones veraces. El alma humana se compone de narrativa, no de relaciones matemáticas. Somos alguien porque tenemos una historia que contar, y que nos contamos incesantemente. Por supuesto, esa historia es imprecisa, y rellena de falsedades, pero si no fuera así, quizás habría más suicidios. Necesitamos confiar en nosotros y en los demás.

Los científicos están empeñados en repudiar a Dios, o al menos la idea de Dios. Observen que la idea de Dios no es en realidad otra cosa que una historia. Hace poco Stephens Hawkins, el célebre físico, decía que es el ateo y que Dios ni existe ni es necesario para explicar el universo. Se equivoca en una cosa: la gente necesita historias para entender a los científicos si quieren comunicar sus allazfos, y desde luego muchos necesitan la idea de Dios. Si Dios no existe, o si existe, el caso es que nos componemos de narrativas que nos ayudan a encajar en la vida. No sabemos si los animales tiene. Su propio sistema de mistificación (que es lo que es una narrativa vital: una mistificación), pues no tienen la palabra, instrumento básico con el que fabricamos nuestras narrativas y nuestra comunicación con los demás. Por cedieron que esa comunicación a base de intercambio de historias es uno de los mayores placeres básicos, como decía Ortega y Gasset.

Así que no sólo nuestra vida espiritual depende de esa capacidad de fabulación más o menos exacta, sino la material también. Tomamos decisiones económicas basadas en cuentos que nos contamos a nosotros mismos o que nos cuentan otros, a veces unos camelistas que nos engañan. Cuanto más desarrollamos nuestra mente, más capaces somos de detectar las mentiras y las exageraciones de los demás. A veces algunos se desvían tan sistemáticamente de la verdad, que cansan: huimos de ellos. Sin embargo, si no tuviéramos a tras personas a mano, volveríamos a buscar a aquellos mitómanos que se creen su propia mentira, con tal de conversar.

La Sociedad no esta regulada por la matemática o la lógica. Está regulada por la mente humana, que es básicamente fabuladora. Eso no nos exime de analizar cuidadosamente el discurso que nos venden todos, desde los políticos al vendedor del mercadillo, y eso requiere de más contraste con otras historias y con los datos. Pero los datos tampoco son neutrales. Muchas veces están elaborados para apoyar una historia que no es totalmente verdad. En realidad, como explica Popper, las hipótesis más rigurosas no son más que explicaciones (narrativas) transitorias de las cosas, hasta que otra historia posterior se ajusta mejor a los hechos. No podemos aspirar a más, salvo a ser muy claros y precisos en nuestras proposiciones y que sean contrastables (algo muy distinto al a priorismo matemático).

Ver "Animal Spirits", de G. Akerlof & R. Shiller

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