"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 10 de noviembre de 2014

Por un referéndum nacional

¿Ha acertado Rajoy con su distante actitud ante Cataluña?Dos visiones contrapuestas...1) Arcadi Espada:

Frecuentemente, y desde que el presidente Mas convocó el 9 de noviembre, el presidente Rajoy se negó a responder a la pregunta: «Qué hará usted si el presidente Mas decide sacar las urnas a la calle.» Yo, como otros cientos, también se lo pregunté un mediodía en La Moncloa. Su respuesta parecía sincera y cerraba casi por completo la posibilidad de la repregunta. Su respuesta era: «No me cabe en la cabeza que el presidente Mas no cumpla la ley».

Pues ya le cabe.

Durante este aciago domingo español el presidente Rajoy ha debido de sufrir una terminante ampliación de cabeza. Su homólogo catalán no sólo ha incumplido la sentencia y la instrucción del Tribunal Constitucional sino que no ha disimulado el alarde. Que la Fiscalía venga a por mí: ése ha sido su tajante mensaje a la ley.

Ningún demócrata debe prestar la más mínima atención a los resultados de la mascarada organizada por la Generalidad de Cataluña y su juego sucio con la democracia. Ningún extremo del 9 de noviembre cumple con las garantías mínimas que la decisión democrática exige. A este inane voto presuntamente independentista todo sigue saliéndole gratis y la mascarada sólo acentúa la espiral de irresponsabilidad y frivolidad en que han caído buena parte de los ciudadanos de Cataluña. Alentados, por cierto, y es descorazonador decirlo desde el oficio, por un periodismo que, prestándole los modos, el léxico y la cobertura de una verdadera operación democrática, se ha erigido en la más potente herramienta legitimadora del simulacro.

La gravedad de este domingo no reside, así, en el desafío independentista sino en el desafío a la ley. En realidad, la independencia sigue sin ser el verdadero objetivo de los nacionalistas. Incluso los más acérrimos militantes de la cruzada saben que la independencia sería un negocio ruinoso, al menos para una generación de catalanes. Detrás de la fantasmal invocación del derecho a decidir no ha habido nunca más que el derecho a mandar. Y desde este punto de vista, el 9 de noviembre ha supuesto un éxito incontestable para el presidente Mas.

La verificada humillación al Estado complacerá, sin duda, al nacionalismo, pero traerá innobles consecuencias a la democracia española. Entre ellas una nueva cota de desafección de una ciudadanía ya muy castigada por la pérdida de confianza entre los ciudadanos y sus representantes. En este sentido, el 9 de noviembre supone una forma de corrupción moral y política del sistema extremadamente dañina. No hay justificación razonable a la posibilidad de que un alto cargo institucional incumpla la ley y pueda seguir ejerciendo su función. Y lo más feo del asunto es que ya no afecta sólo al presidente Mas. Es decir, no sólo afecta al que incumple la Constitución, sino también al que no la hace cumplir, pese a la instrucción de su primordial y solemne juramento.

Las noticias son también malas para la política partidista. La única estrategia visible del presidente Rajoy era la ley y su fracaso es constatable y de largo alcance: entre la desafección generada estará la de muchos votantes y militantes del Partido Popular. Tampoco los partidarios de alguna presunta tercera vía pueden sentirse reconfortados. Es improbable que algún pacto duradero y profundo pueda alcanzarse a partir del quebranto de la ley y de su exhibición jactanciosa. Aunque bien es verdad que en algún sentido puede haber habido un acercamiento: ya parecen ser dos naciones sin Estado las que de tú a tú negocian.

2) Salvador Sostres:

Ante tal candor, ante una fe tan ciega, Mas aprovechará el éxito popular del enésimo domingo participativo para volver a presionar a Rajoy para que se abra a negociar una solución confederal para Cataluña, una suerte de boyante tercera vía. Presionará pero sin hacer locuras, porque las manifestaciones, como ha aprendido de la Historia, no son buenas consejeras y cuando, anticipando las elecciones, se subió a la ola de la que tuvo lugar durante la Diada de hace dos años, perdió 12 diputados.

Es poco probable que vuelva a cometer el mismo error, y más sabiendo que Esquerra no ha de acompañarle en la candidatura única. Y aunque ayer tuvo un buen día y fue él quien capitalizó el rendimiento político del evento festivo, no correrá el riesgo, como mínimo de entrada, de convocar elecciones.

Lo que de momento intentará es presionar a Rajoy por un lado y a Junqueras por el otro. A Rajoy para que le haga una oferta que no pueda rechazar y a Junqueras para salvar con la llamada «lista única» su carrera política. Todo esto, disfrazado del correspondiente folklore, puede dar un juego inacabable. El espectáculo al que asistiremos en los próximos días será considerable.

Mas y su entorno saben que no será eterna la fe ciega del sector más cerril de los independentistas, pero consideran que lo de ayer les da crédito para seguir, durante algún tiempo, enredando un poco por allá y un poco por aquí, como Peret en su canción mítica. ¿Hasta cuándo? Esto ni ellos lo saben. Dure lo que dure, será lo que durará Mas y su carrera política.

Esquerra, por su parte, presionará para la anticipación inmediata de las elecciones autonómicas. También el PP y el PSC lo harán, y hasta puede que Iniciativa y Ciutadans. Y es curioso porque a nadie le interesa tal anticipación. A Esquerra porque necesita estabilidad y pocas distorsiones para tener unos buenos resultados en las próximas elecciones municipales, y al resto de partidos porque en estos momentos las encuestas no les auguran nada bueno, y necesitan ganar tiempo.

Será una más de las farsas catalanas, o mejor dicho: la siguiente. Después de ésta vendrá otra, y luego otra más, como hemos hecho siempre a lo largo de nuestra Historia.

Aunque recibiera críticas por ello, el Gobierno hizo bien en no reaccionar a la pachanga, porque le habría dado la credibilidad que no tiene. El 9 de noviembre ha pasado y a los que todavía hoy estén excitados ya se les pasará la resaca. El Estado no puede comparecer en cada fiesta de cumpleaños y el presidente Rajoy no puede dar rango institucional a cada butifarrada saliendo a comentarla.

Otro domingo en Cataluña. La sangre no llegó al río, Mas sigue estando en su callejón sin salida, quien continúa gobernando España es Rajoy y no los puristas; y a pesar de los anunciados apocalipsis, la Tierra hoy todavía gira.

Yo no creo que dejar que los problemas se enquisten sea la solución. Hace tiempo que esto tenía que haberse cerrado definitivamente. No ha habido valor ni imaginación. Y el problema ha ido creciendo mientras se negaba su existencia en el resto.

Un problema sentimental inflado, pues las cifras de la consulta no da ni un 80% de de separatistas entre un 32% de votantes del censo de las últimas elecciones. Es decir, un 24% del censo. Los catalanes no votan, eso ya lo sabíamos. En el anterior referéndum, el del Statut de Zapatero, sucedió lo mismo: no votó no la mitad. Y eso que era serio.

Eso no transmite sensación de urgencia, de deseo irrefrenable. Da igual. Ahora piden un referéndum legal. Creo que Rajoy debería plantearse serenamente un referéndum en toda España con fuerza vinculante, con una pregunta general que deje cerrada de una vez estas cacofonías que amargan la vida de muchos ciudadanos que están represaliados por no ser separatistas.

Si no me equivoco, las cesiones de poderes a las CCAA no son irreversibles. No hace falta, por tanto tocar la Constitución para devolver al estado funciones que jamás debería haber cedido por razones económicas. Para esto sólo hace falta que el PSOE actúe como un partido de estado. En ese referéndum supongo que podrían votar esa gran mayoría de catalanes que ayer se quedaron en casa, y que García Dominguez dice que son amplia mayoría. Un referendum al que los españoles tenemos derecho y que se nos ha hurtado por un estúpido respeto al apoyo de los partidos nacionalistas, cuya representación en Madrid es desproporcionada. Creo que ese referéndum dotaría de legitimidad a un gobierno que se propusiera restablecer los derechos de los ciudadanos no nacionalistas largo tiempo descuidados. Entonces, si hay represión, será legítima. Y necesaria.

Creo que un referéndum nacional, apoyado por lo que queda de los dos grandes partidos, sería un primer paso que no supondría mucha complicaciones, pues sería legal, y acabaría con el hartazgo estéril de los españoles, lo convertiría en algo ilusionante. Imitemos a Mas, pero legalmente. Cerremos para siempre esas bocas torciteras y demostremosles que son una ridícula minoría. Levantemos al aire esa creencia soterrada que hay en millones de españoles que están hartos de ver como les insultan, les desprecian, en nombre de un cuento de dibujos animados. Nada es imposible si se actúa por el bien de todos. Y ya es hora que el gobierno desde de ceder ante que exattaxion de la diferencia u empiece a poner a los españoles todos en el mismo plano. 
 

7 comentarios:

Miguel E. dijo...

Pero en qué quedamos, ¿España ha perdido a Cataluña (un post anterior) o sólo son una minoría?

Yo opino que Rajoy se ha convertido en Cameron; un bobo solemne. Zapatero al menos cumplió la Ley, aunque luego el Estatut fuese en parte inconstitucional (pero todo siguió los cauces legales; aprobación en el Congreso, recurso ante el TC y anulación de la parte del Estatut inconstitucional).

¡Qué digo! Peor que Cameron. Cameron también ha seguido la Ley, pero Rajoy ha cometido supuestamente un delito; el de ALTA TRAICIÓN. Es un supuesto delincuente. Léete el post de Roberto Centeno en Cotizalia hoy. Yo estoy 100% de acuerdo con él.

Por cierto, efectivamente; las competencias de las CCAA son REVERSIBLES. Es más, podría darse el caso de que una Comunidad Autónoma (o varias) decidiera disolverse y devolverlo TODO al Estado. No es algo prohibido por la Constitución, ya que España es un Estado UNITARIO (aunque descentralizado).

Y en cuanto al referendum en toda España...ni el PSOE lo aceptará (Podemos se le come y su estrategia hoy también es "marcar la diferencia"; "alejarse de la imagen de casta") ni estoy muy seguro de que saliese favorable a los unionistas (¿cuántos españoles no catalanes votarían a favor de la independencia de Cataluña y Vascongadas?; hasta yo estoy planteándome hacerlo de darse el caso; y de Galicia también; y de Navarra; y de todos los que me insulten, que ya está bien; fuera de España, que hasta les haríamos un favor sacándoles del euro).

Pablo Bastida dijo...

No quiero parecer pelota pero ¡que soberbio post, Miguel!
El resultado es de traca, un parto de los montes, pero no te pierdas la reacción de los medios internacionales, ha sido un éxito de los nacionalistas que han demostrado el abrumador apoyo a la independencia de los catalanes; ninguno de los que he visto han pasado del titular del "80% de síes". Además leo en el WSJ que se siente la preocupación en el sur de España ahora que ven que el pesebre ya no se va a llenar con las subvenciones del norte. Medias verdades que se dan la mano con los prejuicios (españoles vagos mantenidos por vascos y catalanes) de los perros herejes, que diría Perez Reverte. Para que te quejes del periodismo español.

HIPONA dijo...

En mi opinión Rajoy (y Soraya) están equivocándose mucho en la forma en la que gestionan esta crisis. Intentaré explicarlo.

El principal error cometido por estos dos opositores es que están tratando el problema exclusivamente desde el punto de vista jurídico. Como burócratas que son escriben recursos y consiguen resoluciones favorables. Su argumento principal es que la consulta no es legal.

Rajoy y Soralla apelan a la Constitución, a lo que los nacionalistas responden que ellos no se sienten obligados por una Constitución que no es la suya.

Rajoy y Soraya son dos personas tan ignorantes, que sólo saben de leyes...

El problema de Cataluña no es un problema legal, es un problema político.

El problema es la hegemonía social del nacionalismo, que Rajoy y Soraya son incapaces de combatir por el sencillo motivo de que ninguno de los dos se aproxima, ni siquiera de lejos, a la figura de un líder.

El principal problema de Cataluña es que no hay ni una sola voz allí ni aquí que seduzca a los catalanes, los convenza de que para ellos es bueno ser parte de España y desmonte todas las mentiras del Nacionalismo.

Rajoy y Soraya, ayudados por el inefable Pedro Arriola, quieren llegar a un "chalaneo" con los nacionalistas. Quieren aplacarlos, como han hecho PP y PSOE durante los últimos 35 años.

Pero es demasiado tarde para eso. El casado casa quiere...y el Nacionalista Estado-Nación quiere.

La única vía es derrotar al nacionalismo en las urnas. En urnas de verdad, no en urnas de cartón.

No creo que la solución sea reformar la Constitución, ni hacer un referendumn en todo el Estado. La solución es ganar las elecciones autonómicas. Pero para eso hace falta liderazgo, patriotismo y amplitud de miras. Algo que ni PSOE ni PP tienen.

El único líder que veo en Cataluña es Albert Rivera. Pero sin apoyo del PP y del PSOE será difícil que consiga algo él solo. Todos los esfuerzos del Gobierno deberían pasar por la creación de un movimiento constitucionalista fuerte en Cataluña. Aún a cosa de perjuducar al PP Catalán, reforzando otras alternativas como Ciudadanos.

Y no creo que sea tan difícil vencer al nacionalismo en las urnas. Ayer, tras 35 años de manipulación, mentiras y presión social. Tras una campaña furibunda y una apuesta al 100% del movimiento soberanista, sólo 1 de cada 4 catalanes se pronunció sobre la independencia.

Y es que España es una gran Nación. Cómo dijo Bismark, probablemente la Nación más fuerte del Mundo. Los españoles llevamos siglos tratando de terminar con ella, y no somos capaces de conseguirlo.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Los medios internacionales consiguen siempre deprimirme. Creo que dentro de la ley y sin sacar los tanques, hay que hacer un movimiento de "Rassemblement" que creo se podría instrumentar por la vía un referéndum.
miguel, sí, he vacilado en estos últimos días porque creía que la patochada no sería tomada en serio. Por un moneto creo que el soufflé se hundía sólo. Pero no ha sido así, se ha tomado en serio.
Hay que reaccionar con una medida que tenga similar impacto en el resto de mundo. Pero con toda la legalidad u de resultado irreversible.

Miguel E. dijo...

Medida de similar impacto en el resto del mundo:

-detener a los supuestos autores de varios delitos YA.
-de estar entre éstos el Presidente Mas suspender automáticamente la Generalidad catalana (Art. 155 CE), Asamblea autonómica incluida y, en consecuencia, poner a funcionarios del Estado Central al frente de la gestión de los servicios básicos en la Generalidad.
-y, una vez restablecidos el orden constitucional y los derechos de TODOS los catalanes (educación en castellano, pluralidad de los medios de comunicación públicos, etc.) convocar elecciones a la Asamblea catalana, con un posible frente constitucionalista como dice Hipona, lo encabece Albert Rivera, el funcionario "de renombre" puesto a gestionar en esos meses la Generalidad o quien sea mejor para ganar dichas elecciones.

Nada de lo que he dicho es ilegal ni contraviene los Derechos Humanos.

Pablo Bastida dijo...

Creo, Miguel E, que lo que propones es justo, justo lo que ellos están buscando, que les demos mártires para sacarlos en procesión por los medios, arropados de plañideras internacionales (Desmond Tutu, Bono, Jimmy Carter, no iba a faltar ni uno). Los independentistas y todos los fulanos que acabo de mencionar saben muy bien que vivimos en la Edad del Espectáculo; los derechos humanos son muy farragosos, lo que necesitan es una buena imagen y un mensaje corto, "a catch phrase" del tipo "Let the people speak up". Nuestras razones serán muy válidas pero en el mundo de hoy no valen un pimiento, por eso creo que una salida Cameron es la salida menos mala, referendum vinculante y no reversible, pero con intensa campaña de información (para compensar la desinformación que llevan en el cuerpo) advirtiéndoles de los riesgos. Fiat justitia, ruat coelum (Hágase justicia, aunque se hunda el cielo).

www.MiguelNavascues.com dijo...

Eso es lo que yo pienso, de ahí la propuesta de referéndum. Una prueba del algodón democrática, ya que estos decadentes anglo-saxon creen que es lo único democrático.
Pero no lo harán estos corruptos mediocres, no lo harán, porque les obligaría a defender a España y la Constitución, y eso cansa.
Creo que es la penúltima oportunidad de recobrar la confíanza de la gente, Suárez lo hizo en 1977 con el referéndum de la reforma política, el solito, pies ni siquiere el PSOE le apoyo. Y ganó (como ganaría ahora el PP) y los demás se verían obligados a seguirle. En este caso creo que tendría el apoyo de Ci y de UPyD