"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 29 de noviembre de 2014

Yugos y flechas, hoces y martillos

Manuel Llamas, en "El fascismo económico de podemos", hace una comparación acertada del programa de Podemos con las líneas de acción de Mussoloni y de Franco. En efecto, ambos dictadores eran partidarios de la planificación del estado, del dirigismo técnico de las unidades de producción, de un salario digno, de una vivienda digna, etc. Como todo el mundo sabe, Mussolini provenía del socialismo, al que le dio una nueva imagen y un uniforme que luego fue copiado por la falange española. Cualquier discurso de José Antonio tiene por eso claras reminiscencias marxistas, que se han ido colando en cada metamorfosis.

La primera década de la dictadura de Franco estuvo dirigida por los autócratas, que querían imponer en España la autarquía: una España que se abasteciera a sí misma, sin necesidad de importaciones. El resultado fue patético y generó las primeras señales de corrupción: había que obtener permisos para importar materias primas necesarias, eran muy difíciles de obtener, ergo se intentaba sobornar al funcionario. Así empezó la fortuna de los Pujol, traficando con esas licencias y con las divisas que lograban con ellas. La ineficiencia de tal economía sin mercados llegó al paroxismo.

En 1959, el Opus logró imponerse sobre la Falange, y Franco se "cambió de bando", seguramente porque veía que ésta sólo quería meter la mano en la caja y decidir quién era el afortunado, al que eufemísticamente llamaban "Pueblo", que recibirían las migajas. El Opus consiguió rebajar el tono ideológico de lo político, darle un aire "tecnócrata", y sobre todo que EEUU patrocinara una apertura comercial limitada, una devaluación de la peseta eficiente, la supresión de los contingentes de importación, en suma, una pequeña liberalización que dio un chute brutal a la economía española, que multiplicó por dos su PIB en 10 años upr tres hacia finales de los noventa.

Esto son hechos difíciles de refutar: la liberalización parcial de la economía le dio alas.


En suma, no fue la ideología franquista o falangista la que llevó a España al primer mundo, sino la eficiencia económica, y hay que reconocer que fue gracias al Opus, por muy tenebroso y mal afamado y antipático que fuera. Supo atraerse a las mejores profesionales, incluso anti régimen. Fueron también ellos los que impulsaron la monarquía parlamentaria de Juan Carlos, y en la Transicion estuvieron del lado de Suárez. Los falangistas odiaban a los yankees exactamente igual que los comunistas, como Zapatero quedándose sentado ante la bandera americana llenaba de gozo a unos y a otros. Y es que el PSOE de los primeros años tenía cierto aire a programa falangista, en lo económico al menos. No es de extrañar, pues sentimentalmente coinciden en su odio al capitalismo y a EEUU. Lo cual comparten perfectamente con el PC, ahora diluido en Izquierda no sé qué. Cambian de nombre en cada añada.

En España siempre ha tenido cómodo asiento esa subideología pese el paso de los tiempos, aunque caigan consignas marxistas, yugos y flecha, hoces y martillos. Ahí está el rescoldo que hace emerger un Podemos, alabado incluso por wl otro extremo, como Inestrillas.

Y es que España nunca ha sido liberal. Nunca ha gustado de la responsabilidad individual. Por eso los políticos atrapados en casos de corrupción no se siente concernidos. ¡Sean de la Casta sean se Podemos! La justicia es para los demás, y el honor es algo colectivo: si yo robo, tu más. El liberalismo nació del ansia de libertad religiosa de los primeros colonos protestantes de Cape Cod, que huían de las guerras de religión europeas. Mientras España se hacía tridentina y sofocaba los primeros escarceos protestantes en sonoros autos de Fe.

De la libertad a religiosa vino la libertad de conciencia, y de ahí todo los demás. Un proceso lento que se desarrolló lejos, al otro lado del Atlántico, y que mucho más tarde fue retomado por Europa, no por toda. Además Europa, vía Revolución Francesa, se inclinó por el derecho y obligación a ser ateo y el odio a la iglesia a católica. En contraste con EEUU, el progresismo nació aliado con el ateísmo (Tocqueville). Como definía perfectamente la diferencia

Patrick Henry (1736-1799), gobernador de Virginia por cinco veces, cuyo discurso de "Dadme libertad o dadme muerte" que lo inmortalizó, dijo: "No puede enfatizarse lo suficiente, ni demasiado, que esta gran nación fue fundada no por religiosos, sino por cristianos; no sobre religiones, sino sobre el evangelio de Jesucristo. . . ." - See more at:

Claro, el rechazo de todo lo que viene de ahí (y sigue en pleno vigor dar noticias de allá desde la negatividad) siempre ha conllevado el rechazo del amor a la libertad. Liberalismo es una palabra de origen español, pero aquí no quería decir responsabilidad individual, sino ser libérrimo, generoso, como el padrino en el bautizo cuando tira monedas al aire a la chiquillería. Los liberales españoles en el trienio liberal lo eran de nombre. No supieron tomar la oferta de los países europeos que les ofrecían apoyo a una monarquía parlamentaria, claro que Fernando VII era más reacio todavía. Los pocos liberales de verdad fueron ejecutados en la caída de Cádiz a las fuerzas de intervención aliadas.

Debo decir que ni el liberalismo del PP es liberal. Así que ahora mismo no hay nadie que recoja esa seña de identidad, porque sabe que no lo vota nadie. El español ve sulfuro, tan amamantado está en el catolicismo rancio, o su opuesto el ateísmo, socialista, ambos anti liberales, si verdadera sustancia. Lo demás es accesorio.

En suma. La histórica discurre, creo, no por caminos trazados, sino por el recuelo depositado en el imaginario colectivo de ideas y creencias filtradas desde su origen, en un suave o crispada, pero continúa modificación. El autor primigenio tenía otra intención muy distinta a la que luego se hizo corpórea en la sociedad. No deja de haber pugnas entre ideas contrapuestas, que a veces acabaron en un sincretismo, un híbrido que aveces resulta muy útil. Pero en España el liberalismo siempre ha perdido la batalla ante la cruz, la hoz y el martillo, el yugo y las flechas. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece ser que la cosa se extiende creo haber leido sobra la version lusa de podemos lo que puede llevar a un "pacto ibérico"

www.MiguelNavascues.com dijo...

Hay una versión Lusa? qué interesante