"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Aquiles y la tortuga

Decía el domingo Wolgang Münchau que la carrera de Draghi por salvar al euro y a la economía del euro le recordaba el cuento de Aquiles y la tortuga, ese cuento fascinante del bachillerato: Aquiles intenta alcanzar la tortuga, pero cuando llega al punto donde estaba, la tortuga se ha movido y ya no está.

Draghi siempre llega tarde, o deja para más adelante, lo que ha prometido. En la última reunión del BCE, la promesa que muchos habían creído de QE, se quedó como siempre en el tintero, "esperando un "assesment" de lo que se ha hecho hasta ahora: prácticamente nada". Además, Draghi dixit, "el QE no es una plan fijado, es una intención". Además se supo que tres miembros de los 6 componentes del Consejo Ejecutivo no firmaron la declaración oficial. Las divisiones se agravan.,

Mientras, la tortuga sigue avanzando.

Esta semana la tortuga ha dado un gran paso con sus cortas y lentas patitas. Por primera vez desde 2012, los mercados han mostrado pánico. De momento en zonas muy concretas, es decir Grecia. En Grecia se anuncian elecciones presidenciales, y si no gana el candidato del gobierno, habrá disolución de cámaras y entonces será la hora de Syriza, que es como decir en España la hora de Podemos. Eso ha desplomado la bolsa griega y, en menor medida, todas las europeas, pero es que la prima de riesgo del bono griego -país debemos recordar, recientemente salido de dos intervenciones (por no decir tres)-, se ha disparado y está por encima del 7%. Un tipo que hace imposible financiera la enorme deuda de Grecia que creo llega al 170% del PIB.

Sabiendo,como sabe todo el mundo, que después de Grecia vendrán elecciones en Francia, y en España dentro de cino meses, con resultados completamente inciertos, el panorama político nacional podría ser completamente ajeno a la recién elegida burocracia europea. La cual, por cierto, juega al bizantinismo con sus propuestas vanas de proyectos de inversión sin poner un euro.

Así que la campanada de ayer puede que sea simplemente la primera de una serie de campanadas que den la victoria a la tortuga sobre Aquiles, el pobre, siempre maquinando estrategias para vencer a la mada metafísica tortuga, estrategias que sólo existen en su metafísico magín. Porque si alguna vez por fin el BCE comienza de verdad a comprar bonos, Roma estará ardiendo.

Roma arde, Nerón toca la lira, pensando a quién echar la culpa de tal desastre. Porque el desastre no previsto a tiempo será tremebundo para todos, incluso Nerón. Arderán papelitos y papelitos como la yesca, derechos de cobro, los ladrillos volverán a caer, los bancos se esfumarán, lo único que volverá a erigirse en el panorama incendiado serán las deudas, y Roma tendrá que estar décadas querellandose a ver cuanto nos debemos unos otros, quizás en las nuevas monedas nacidas prematuramente del huevo del euro. Monedas que nadie respetará, salvó al marco alemán (candidato a moneda refugio), que se hinchará e hinchará, haciendo imposible el cobro de nada, ni exportar nada. El caos. Europa podría volver a... ¿a qué se podría comparar? Si no tuviéramos deudas, sería relativamente fácil decretar la muerte del euro y volver a las divisas nacionales, pero el problema es que hay deudas enormes, denominadas en euros, generalmente de los periféricos frente a Alemania y sus aliados, y sobre todo privadas. Una de dos: o se negocia una restructuración ordenada de deuda, apoyada por un BCE que haga fluir el dinero, o nos acercamos ala victoria inimaginable de la tortuga.

1 comentario:

Miguel E. dijo...

Europa se acerca a...un "revival" de 1929 y los años subsiguientes.

La gente tiende a olvidar la guerra tras la Gran Depresión cuando compara ambas crisis.

Por cierto, en España no nos hizo falta la Gran Depresión (período que incluso nos benefició algo económicamente) para emular el duelo a garrotazos de Goya...