"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 25 de enero de 2015

Syriza gana la mayoría absoluta

Las primeras encuestas dan como ganador en Grecia a Syriza, según Bloomberg, por mayoría absoluta:
The results translate into between 146 and 158 Syriza lawmakers in the 300-seat Parliament, with New Democracy returning between 65 and 75 lawmakers and To Potami taking 17 to 22 seats.
Si lo hace por mayoría absoluta o relativa da igual, porque se abre un periodo de incertidumbre con más que posibles efectos colaterales.



Syriza, y los que la apoyan, creen que el problema de Grecia es de asfixia fiscal y de redistribución de la renta. Esto es un error de apreciación enorme. Estos mismos adláteres creen que saliendo del euro Grecia será más libre para ejercer una política que beneficie al pueblo.

El problema de Grecia ahora mismo no es ese. Es más, orientarse en esa dirección es suicida, porque el problema es de financiación exterior que sostenga una política de crecimiento. Grecia está en la ruina, devastada por la política de euro, que le ha hecho perder un cuarto de su PIB y perder con ello una gran parte de su capacidad productiva (capital y trabajo). Pero Grecia está terriblemente endeudada (u el interés de su duda ha subido al 9% u va a subir más todavía) y por eso necesita un gran aporte de capital, condonando al menos dos tercios de la deuda, y diseñando una política económica de confianza al inversor extranjero.

La condonación de la deuda no puede hacerse unilateralmente sin dañar para mucho tiempo su credibilidad. Una política de ganar confianza no puede basarse en un gobierno de izquierdas que quiere orientar la política al endeudamiento y al gasto social. Eso se debe aplazar al futuro, porque antes hay que generar recursos, crecer, aumentar la renta per capita, mediante la inversión extranjera. La gran inversión que necesita Grecia sólo puede venir de fuera, pues ella está arruinada.

Por eso no creo que una política de irse del euro, volver al dracma, y hacer una política de demanda sea viable. Las huidas de capitales serían enormes. Grecia tardaría mucho tiempo en normalizarse y en recuperar la confianza del inversor: esa política sólo crearía inflación creciente.

Lo malo es que los partidos tradicionales no ofrecen otra alternativa que aguantar la política de la Troika y el euro. Es decir, como en España, los partidos mayoritarios han tirado a la cuenta la lógica económica y se han apropiado de ella la nueva izquierda, que sabe que sus propuestas son irrealizables pero le llevan a poder.

Porque la causa del malestar es la nefasta política anticrisis que ha impuesto la UE, y que los partidos tradicionales (PP, PSOE) han aceptado pasivamente, siguiendo la consigna de san Ignacio de Loyola del "tercer grado de obediencia", fuera de cualquier lógica económica.

Sin embargo, esa lógica no es recuperable unilateralmente. Por eso creo que vamos a asistir a ciertos movimientos sísmicos, que no sabemos de antemano hasta donde se extenderán. La aplicación del programa de Syriza es casi una declaración de guerra a la Troika con el final previsible de la expulsión del euro. Para empezar, si el BCE no contempla medidas escepcionales, lo lógico es que no aceptara como colateral una deuda a punto de declarase en default. Eso secaría toda fuente de liquidez para contrarestar la más que segura huida de depósitos del país. Dicha huida habrá provocado una caída de los precios de de los activos físicos y financieros en busca de liquidez que se pueda transferir fácilmente. Es decir, la primera reacción sería descapitalizar aún más un país ya en la ruina.

Esto es lo que han conseguido los políticos que nos metieron en el euro: aprisionarnos en una ratonera sin salida.

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