"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 24 de febrero de 2015

¿Qué es la política?

La política, en cualquiera de sus manifestaciones, es como la describe Jorge Bustos en "Y esto, ¿Cómo lo vendemos?"

La política -y más en democracia- es la venta a la opinión pública de una decisión o una indecisión. Esta decisión(o indecision) puede ser buena o mala para el país, pero siempre habrá alguien que se la tome a mal. Ahí es donde entran los chamarileros, que responden a la pregunta del político: ¿cómo lo vendemos? Hay que descontar gritos de indignación, llamadas a la justicia, etc, pero lo importante es que se olvide lo antes posible, al día siguiente por ejemplo, con otra noticia más fresca.
El desarrollo tecnológico ha llevado a la hipertrofia de la opinión pública, ya un monstruo a partir de XIX, ahora una cosa informe, proteica, incontrolable.
El objetivo principal es tirar arena a los ojos de los súbditos, que les emborrone la vista pero no les escueza. Los grandes laboratorios de opinión fabrican ideas-matriz, que una vez inoculada en la gente, se pueden desaerollar en varios sentidos para beneficio del poder. Por ejemplo, la teoría calentamiento de la tierra. Este tipo de ideas-matriz se difunden rápidamente por el globo, y ya no hay institución y gobierno que no la incluya en su frontispicio como OM,objetivo máximo.
Hace unos años hasta el Banco de Inglaterra comenzaba sus informes con un preámbulo donde declaraba su Fe en la nueva religión. Religión muy ventajosa, porque se le da un barniz científico que limita un poco el fanatismo.
La Teoría del Calentamiento, que no es de izquierdas ni de derechas, ha permitido ganar elecciones a base de romper el presupuesto con instalaciones de molinillos totalmente anti rentables, costosos, y que todavía tardaremos décadas en pagar. Cuando la tecnología los sustituya por otros eficientes, habrá que enterrarlos, y entonces empezará otro debate de donde y como se entierran esos adefesios inútiles.
Como dice Jorge Bustos, "Si usted ha trabajado alguna vez en un gabinete o tiene un cuñado que fue jefe de prensa de un diputado, sabrá que la primera pregunta que hace un político después de tomar la típica decisión contraria a su compromiso es: ¿y esto cómo lo vendemos? ¿Cómo vende Tsipras su epifánico encontronazo con la realidad, su peculiar paso del mito soberano al logos de la deuda? Pues invoca la ley de la imbecilidad general y Europa acude en su ayuda: donde había odiosa troika dígase asépticas “instituciones europeas”, lo que permite vender en Atenas como victoria nacional un zafio birlibirloque nominalista. La variable Ockham o la ecuación Lampedusa, cabría titular este eterno best-seller: para que todo siga como está, es preciso que el nombre cambie."
El ejemplo de Tsipras es muy oportuno, porque ha recibido un revolcón del Miura europeo, y ha tenido que venderlo a sus votantes griegos como una resonante victoria... quienes, por increíble que parezca, se lo han tragado... De momento. Porque la política nuca acaba, no tiene descanso, es un continuo frenesí sólo para sacar la cabeza del agua y mantenerse a flote.
Difícil es UE l política tenga UE ver con la ética, cuando empieza por ser una mentira. Una mentira necesaria, porque los súbditos la necesitamos. Si supiéramos la verdad, no nos gustaría nada. 

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