Un poquito de terror

Según José Antonio Zarzalejos, el PP y el PSOE han perdido la batalla del lenguaje ante Podemos. No es que podemos posea la verdad por habérsela robado a los partidos de discurso más o menos racional: es que ha capturado la imaginación de sus votantes de tal manera que son ellos los que crean en su imaginación capturada el estadio y el reglamento en el que se juega el partido.



Ya puede el PP alardear de cifras y datos de recuperación económica, de la caída del paro, que esos sólo son palabras, un lenguaje arcaico, sin cabida en esa realidad virtual de Robin Hood luchando con una Casta implacable. En suma, cualquier mentira es más atractiva que la seca verdad. En dual quería caso, cuando está, la verdad, deja de ser el norte de los intelectuales y grandes profesionales, es lo que pasa.

Algo así como lo que decía Ernesto Sábato sobre la verdad versus la vida (citado por Zarzalejos:

"No estamos aquí hablando de verdades de unos y mentiras de otros. Estamos hablando de materiales humanos. Ernesto Sábato escribió que "la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida la ilusión, la imaginación, el deseo y la esperanza, cuentan más".
Por omitir todas estas consideraciones(añade Zarzalejos), Rajoy y Sánchez –y tantos otros– son malos políticos aunque sean correctos gestores, administradores y burócratas"

Rajoy y Pedro Sánchez no tiene más remedio que meterse en ese mundo ficticio de play station y sincopado de Twitter si quieren rascar algo. Pero no pueden, pues traicionarían a sus votantes ya muy menguantes.
Y ahora, un poquito de terror para poner los pelos de punta. Un artículo en el Mundo de hoy nos informa que el caso de Monedero con el fisco ha evidenciado una brecha cada vez más profunda entre los Inspectores de hacienda y sus subordinados, los Técnicos de Hacienda, que por lo visto, aspiran a borrar las fronteras con sus superiores (esto de arriba y abajo, y el empeño de los debajo de borrarlo lo he vivido constantemente en la AAPP y el BdE, son fuerzas naturales que se desarrollan porque no es la empresa privada, y no pueden ser despedidos. Si no, no jugaría tan alegremente a la "melée" con su trabajo).

El caso es que Monedero, de Podemos, se ha querido anticipar a la inspección de Hacienda haciendo una paralela, pero aquí empieza lo curioso: apoyado los los técnicos de la AT, Monedero pretende haberse eximiendo de la culpa, cuando según los inspectores no es así, y además, Hacienda no le ha eximido, en contra de lo que dicen los técnicos.

¿Ven por donde quiero ir? Sí: el cuerpo de Técnicos de Hacienda, a través de su sindicato, se ha declarado a favor de Monedero, e incluso ha enviado el mensaje falso de que ya no necesita ser inspeccionado.

A lo que voy: un cuerpo de la función pública que debería ser más prudente en sus manifestaciones -si es que tiene derecho a hacerlas- está abducido por el lenguaje ficticio de Podemos, su lenguaje conspiranoico y paralelo a la realidad. La realidad es la discrepancia pública entre Inspectores -que son los que firman las actas, los que dan fe pública - y Técnicos - que seguramente sueñan que con podemos podrán subirse a la choque de los inspectores, como soñaban aquellos criados resentidos de la película de Buñuel, "Viridiana", y al final lo consiguen en aquella extraordinaria escena de la cena delirante y sacrílega.

Y parace que las tensiones entre los de arriba y los de abajo crecen con la marea de Podemos, como se ve en la siguiente guerra de declaraciones entre GHESTA, sindicato de los Técnicos, e IHE, el de los Inspectores:

"Los inspectores de Hacienda utilizaron las redes sociales para dejar bien claro que ellos nunca se habían manifestado en el sentido en que aseguraba Podemos, al tiempo que reiteraban que los miembros de Gestha «no son inspectores», que «es un sindicato del Cuerpo Técnico de Hacienda» y que «no representa a la Agencia Tributaria».

Este periódico se puso ayer en contacto con Ransés Pérez Boga, presidente de la IHE, para conocer de primera mano la postura de su organización. «Los técnicos están haciendo determinadas afirmaciones que no se corresponden con los criterios de la Agencia Tributaria», argumentó Pérez Boga, al tiempo que calificaba como «sospechoso» que «un colectivo de funcionarios técnicos opine en sentido contrario al de su organización».

Hasta tal punto llega la penetración de la horda de los airosa en la destrucción de España, ya de por sí bastante maltrecha. Quiero decir que no asistimos a un globo de primavera, a una amenaza efímera,mía o real. Que ha calado en sectores de la sociedad impensables. Imaginense si estos llegan y resulta que la mayor parte de los funcionarios se pone a su disposición. Pies eso no es virtual, es una desagradable probabilidad.