"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 18 de marzo de 2015

Sobre la teoría del valor trabajo

En SDFXXS, Lord Keynes tiene un excelente post sobre la falsedad de la teoría del valor trabajo, básica en en Marx para explicar por qué el capitalismo lleva ineludiblemente a la explotación del trabajador.
Es esencial en el sistema marxista, porque todo él está firmemente orientado a demostrar que el problema esencial de la economía es la distribución. Detrás de todo si sistema teórico-metafísico late una propuesta moral: el sistema de precios capitalista (el valor de cambio de las mercancías) no hace justicia al coste asignado a los factores de producción, los cuales, esencialmemte, tienen un único componente: el tiempo de trabajo incorporado. Si los precios de mercado reflejaran exactamente el tiempo de trabajo básico (supone que todo trabajo es reducible a un múltiplo de la unidad de trabajo básico) que incorpora cada bien, entonces no habría "plusvalía". Plusvalía es el término que usa Marx como expresión de la cantidad de trabajo que el empresario se queda para él, que no le pertenece. Marx:

"The production of commodities must be fully developed before the scientific conviction emerges, from experience itself, that all the different kinds of private labour (which are carried on independently of each other; and yet, as spontaneously developed branches of the social division of labour, are in a situation of all-round dependence on each other) are continually being reduced to the quantitative proportions in which society requires them. The reason for this reduction is that in the midst of the accidental and ever-fluctuating exchange relations between the products, the labour-time socially necessary to produce them asserts itself as a regulative law of nature. In the same way, the law of gravity asserts itself when a person’s house collapses on top of him. The determination of the magnitude of value by labour-time is therefore a secret hidden under the apparent movements in the relative values of commodities."
Supongamos que sea posible calcular para cada bien: de consumo, de inversión, materias primas, etc, la cantidad de trabajo que ha sido necesario (dado el estado de la tecnología, etc), para fabricarlo.
Cada bien incorpora un cantidad/tiempo de trabajo, de diferentes categorías, pero fácilmente reducibles a una unidad de trabajo básico (UTB). Además, los bienes incorporan materias primas y bienes de equipo. Estos, a su vez, sin reducibles a la misma descomposición, y de nuevo, el residuo se puede descomponer, hasta que queda una cantidad de UTB. Esa cantidad es el valor real de los bienes.

La justicia economica implicaría que los precios de mercado de cada bien fuera igual a la cantidad X de UTB, puesto que lo único que ha hecho posible ese bien es ese trabajo incorporado. Así, el bien "pan" debería tener un precio igual a la cadena de UTB que lo hace posible, y el bien "Segadora" (que entra el la composición del pan), lo mismo, por lo que la segadora deberia poder venderse por tantas barras de pan como el precio relativo de ambos bienes en términos de valor trabajo determina.

¿Y los bienes más sofisticados, como un violín? Debería un violín costar en el mercado el trabajo que se acumula en su fabricación? Valdría igual un violín chapucero que un Stradivarius?

Y si consideramos la demanda, la cosa se complica más. Porque no valdrá lo mismo un Stradivarius que compra alguien pos su belleza, que uno que compra un violinista, sabiendo que sus conciertos van a ser mucho mejores con él.

Y por ende, ¿debería ganar el mismo sueldo un operario que un virtuoso violinista? Y, ¿quién dedice los salarios? Cuanto más burocrática sea esa decisión, más arbitraria será, y mas a favor de la casta que tiene el poder de decidir. Véanse a los politcoa españoles cómo fijan sus emolumentos, por mucha democracia que haya.

La teoría del valor trabajo se basa en la economia muy simple, que se derrumba en cuanto metemos la más mínima complicación. Pensemos solo en la complicación de la demanda. En una sociedad libre, la demanda de un bien determina el precio de ese bien. Si se encuentra un strasivarius en una almoneda, seguramente lo querrán muchos, y solo se me ocurren dos maneras de decidir quien se lo queda: el que pague mas por él, o a quien se lo adjudique una autoridad. Esto último implica dos cosas. Que esa autoridad tiene razones superiores, que la mayoría comprende, o que simplemente es una dictadura.

Es fácil ver que no hace falta tal metafísica para desarrollar una teoría económica distributiva.

Sobre todo cuando se ha visto el resultado de los paises que han suprimido el mercado. Es más, los marxistas actuales, según dice Lord Keynes, orillan este complejo esquema vía Kalecki, quien simplemente se aferra a la existencia de ausencia de mercado competitivo para desarrollar una teoría redistributiva.

Como dice Lord Keynes,

So money prices are determined and driven by a "magnitude of value by labour-time" and this is a type of anchor around which money prices might fluctuate, even though they are supposed to be driven back to the socially necessary labour-time anchor when they deviate from it.
Yet Marxists have devoted decades and dozens of books to attempting to solve their notorious transformation problem, and they have never solved it, because it is a complete pseudo-problem.
Es un seudo problema porque en realidad es un esquema teórico montado desde el resultado que se quiere obtener: que el capitalismo es injusto e ineficiente, que por esa debilidad lleva dentro una bomba de relojería que le destruirá ineludiblemente. Esa bomba es la tendencia del Capilalismo o a comerse a si mismo, lo que llevará a una sociedad con cada ves menos capitalistas que poseen más capital, y un "ejercito de reserva" cada vez más hambriento.
La similitud de los síntomas con la crisis financiera de 1929, llevo a un auge del marxismo, que dictaminó que el final del capitalismo estaba cercano. La resistencia del capitalista ser desposeído haría inevitable una gran guerra, tras la cual vendría el reino socialista. Un reino en el que no habría ya conflictos (los conflictos se deben a la sociedad, no al hombre: Rousseau) con muchas características del paraíso cristiano, pero en la tierra. Este carácter Salvífico-materialista es lo que atrae al marxismo a gente soñadora, romántica, y "deschavetada" - como diría Manuel Azaña.

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