Para mí, una de las noticias más satisfactorias de estos días es la probable caída del rector de la Complutense señor Carrillo. Este señor no es solo hijo de su padre Santiago, conspicuo conspirador de larga data, de siniestro recuerdo desde la República; es, además, un protector de Pablo Iglesias y su secta de violentos, con sus gansteriles métodos -escraches- en una universidad por lo demás peleada con todo lo que sea democracia, respeto y apertura, gracias a la protección de don José Carrillo a los más izquierdosos Y sin escrúpulos.
Por cierto, cuando vean a Pablemos Iglesias en la tele tan modo sito, vayan corriendo a ver el video del escraches a Roda Diez, cómo el angelito dirige la jauría de indeseables que deberían ser expulsados de la universidad. http://youtu.be/OQ7nSDWJ5s0
En la elecciones que están a punto de celebrarse, el sector más profesional y comprometido con la calidad -profesores, alumnos- van a votar al señor Andrade, cuyo programa sólo contempla la recuperación del sentido universitario y de la excelencia. El señor Carrillo contará con los votos de los redonocidos méritos académicos del personal auxiliar y subalterno, como oficinistas y limpiadores(a)s, que votan gracias a la surrealista ley que nos dejó el ínclito Maravall, a pesar de su curriculum científico desarrollado en Gran Bretaña.
¿cómo no ha habido un partido que después de tanto tiempo no haya podido cambiar esa absurda ley? es una pregunta de peso, que se peine sumar a tantas otras absurdidades legales que hay en este país. Mientras siga vigente, los Carrillos y Berzosas, felpudos de sus amos políticos, seguro amenazando.
Por cierto, cuando vean a Pablemos Iglesias en la tele tan modo sito, vayan corriendo a ver el video del escraches a Roda Diez, cómo el angelito dirige la jauría de indeseables que deberían ser expulsados de la universidad. http://youtu.be/OQ7nSDWJ5s0
No es exagerado decir que la presencia de Cartillo como rector ha frustrado a varias promociones de alumnos que buscaban aprender. Imaginen una clase de la facultad de Políticas dada por un tal Monedero, recién llegado de uno de sus viejas de Venezuela. Inenarrable.
En la elecciones que están a punto de celebrarse, el sector más profesional y comprometido con la calidad -profesores, alumnos- van a votar al señor Andrade, cuyo programa sólo contempla la recuperación del sentido universitario y de la excelencia. El señor Carrillo contará con los votos de los redonocidos méritos académicos del personal auxiliar y subalterno, como oficinistas y limpiadores(a)s, que votan gracias a la surrealista ley que nos dejó el ínclito Maravall, a pesar de su curriculum científico desarrollado en Gran Bretaña.
¿cómo no ha habido un partido que después de tanto tiempo no haya podido cambiar esa absurda ley? es una pregunta de peso, que se peine sumar a tantas otras absurdidades legales que hay en este país. Mientras siga vigente, los Carrillos y Berzosas, felpudos de sus amos políticos, seguro amenazando.
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