A lo mejor, el tercer rescate de Grecia, recientemente acordado, pero no firmado, no llega a buen puerto, después de todo. A lo mejor, el intenso debate en el parlamento griego, por el que finalmente se aceptaron las medidas para recibir 86mm €, va ser inútil después de todo.
No sólo en Grecia hay discrepancias políticas y sociales crecientes. Es que en Alemania, incluso dentro del grupo parlamentario de Merkel, hay cada vez más disidentes. Y el acuerdo debe ser aprobado por el Bundestag. Y Bundestag oye todo los días los ruidos de protesta de la calle, que está hasta laompirudlines de Grecia.
A lo mejor resulta que tenía razón, y hablaba rectamente, Schauble cuando decía que Grecia mejor salía del euro. Eso, a pesar de que algunos, como Miguel Otero Iglesias, se han empeñado en buscar tres pies al gato y ver en la manifestación de Schauble una maniobra habilísima, jugando una partida de ajedrez en cuatro tableros a la vez (sic) para que Grecia quedara dentro del euro. Absurdo. Schauble, repito, habló rectamente, y buscando lo mejor para el euro según su recto entender. Y no fue el único, y por primera vez fue muy alabado por muchos comentaristas.
Yo sigo diciendo que Schauble fue el único que habló con sensatez. Y lo que pasó en aquella reunión ya lo conté, basado en la fuente citada: había una discrepancia creciente entre Alemania (por salida de Grecia) y Francia (a favor de mantenerla a toda costa); pero hay una ley no escrita en las Cumbres Europeas decisivas, que dicta que Francia y Alemania no pueden votar en desacuerdo. En wl momento cumbre, Europa es cosa de dos; ambas naciones deciden unidas. Francia ganó, Alemania perdió (pero logró que no hubiera quita), Schauble fue vilipendiado por media Europa... pero por poco tiempo, porque el rescate es simplemente demencial e incumplibe. Y ahora se esta viendo en las tormentosas aguas que bajan por el Bundestag, por no hablar de la inestable política griega.
No esta cerrado el tema, ni mucho menos. Se ha cerrado en falso varias veces, y seguirá cerrándose en falso hasta que no se pueda y estalle. Hasta ahora la historia de la UE es una carrera de obstáculos sorteados con trampa. Grecia no puede cumplir lo acordado y además cumplir con su deuda (aumentada de nuevo en 86 mm), y además no devaluar. Es la lógica económica, que en España algunos se empeñan en pasar bajo el forro del capricho, del desideratum, de la nada. Y el FMI ha dicho que se sale mientras no haya una quita de deuda significativa.
Lo malo de España, que no pinta nada en estas cumbres (la desidia de Rajoy y su perfil bajo le hancostado el puesto a Guindos como sucesor de Djssembloem en el Eurogrupo), es que juega a este juego peligroso sin saber bien lo que se juega. Así tiene muchas probabilidades de ser una Grecia más. No exagero: las mentiras de este gobierno son tan grandes que se parecen cada vez más a las de Grecia.
El euro no es un paraguas, ni una garantía, ni nada de eso, es una catástrofe que necesita darle la vuelta a Europa como un calcetín para funcionar. Hay una contradicción básica entre los intereses nacionales, tan diversos, y los designios del euro. Parafraseando a Friedman, ¿Qué es más fácil, darle la vuelta a Europa -convertirnos todos en alemanes- o suprimir el euro? la lógica económica decidirá. Me refiero a la lógica bien contrastada, de las Áreas Monetarias Óptimas, como recordaba hace poco Krugman.
No sólo en Grecia hay discrepancias políticas y sociales crecientes. Es que en Alemania, incluso dentro del grupo parlamentario de Merkel, hay cada vez más disidentes. Y el acuerdo debe ser aprobado por el Bundestag. Y Bundestag oye todo los días los ruidos de protesta de la calle, que está hasta laompirudlines de Grecia.
A lo mejor resulta que tenía razón, y hablaba rectamente, Schauble cuando decía que Grecia mejor salía del euro. Eso, a pesar de que algunos, como Miguel Otero Iglesias, se han empeñado en buscar tres pies al gato y ver en la manifestación de Schauble una maniobra habilísima, jugando una partida de ajedrez en cuatro tableros a la vez (sic) para que Grecia quedara dentro del euro. Absurdo. Schauble, repito, habló rectamente, y buscando lo mejor para el euro según su recto entender. Y no fue el único, y por primera vez fue muy alabado por muchos comentaristas.
Yo sigo diciendo que Schauble fue el único que habló con sensatez. Y lo que pasó en aquella reunión ya lo conté, basado en la fuente citada: había una discrepancia creciente entre Alemania (por salida de Grecia) y Francia (a favor de mantenerla a toda costa); pero hay una ley no escrita en las Cumbres Europeas decisivas, que dicta que Francia y Alemania no pueden votar en desacuerdo. En wl momento cumbre, Europa es cosa de dos; ambas naciones deciden unidas. Francia ganó, Alemania perdió (pero logró que no hubiera quita), Schauble fue vilipendiado por media Europa... pero por poco tiempo, porque el rescate es simplemente demencial e incumplibe. Y ahora se esta viendo en las tormentosas aguas que bajan por el Bundestag, por no hablar de la inestable política griega.
No esta cerrado el tema, ni mucho menos. Se ha cerrado en falso varias veces, y seguirá cerrándose en falso hasta que no se pueda y estalle. Hasta ahora la historia de la UE es una carrera de obstáculos sorteados con trampa. Grecia no puede cumplir lo acordado y además cumplir con su deuda (aumentada de nuevo en 86 mm), y además no devaluar. Es la lógica económica, que en España algunos se empeñan en pasar bajo el forro del capricho, del desideratum, de la nada. Y el FMI ha dicho que se sale mientras no haya una quita de deuda significativa.
Lo malo de España, que no pinta nada en estas cumbres (la desidia de Rajoy y su perfil bajo le hancostado el puesto a Guindos como sucesor de Djssembloem en el Eurogrupo), es que juega a este juego peligroso sin saber bien lo que se juega. Así tiene muchas probabilidades de ser una Grecia más. No exagero: las mentiras de este gobierno son tan grandes que se parecen cada vez más a las de Grecia.
El euro no es un paraguas, ni una garantía, ni nada de eso, es una catástrofe que necesita darle la vuelta a Europa como un calcetín para funcionar. Hay una contradicción básica entre los intereses nacionales, tan diversos, y los designios del euro. Parafraseando a Friedman, ¿Qué es más fácil, darle la vuelta a Europa -convertirnos todos en alemanes- o suprimir el euro? la lógica económica decidirá. Me refiero a la lógica bien contrastada, de las Áreas Monetarias Óptimas, como recordaba hace poco Krugman.
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