- La azul es la pendiente de la curva, representada por el diferencial entre el tipo de los Treasuries a 10 años y tres meses. Cuanto menor, la curva de rendimientos por plazos se esta aplanando, indicador de que ha aumentado la demanda de bonos a largo plazo, a su vez indicador de que la gente huye de otros mercados de riesgo. Por primera vez en dos años, se ha recortad a niveles menores al 2%.
- La roja es el margen entre el tipo del bono a 10 años nominal y el real, es decir, el que se ofrece libre de riesgos de inflación. Cuanto más bajo, menores expectativas de inflación. Vean que ha vuelto a 1,5%, niveles no vistos desde 2011.
- La curva verde es aún más preocupante. Es el diferencial entre el tipo del bono privado de categoría BAA y el bono del tesoro a 10 años. Cuanto más alto, más aumenta la percepción del riesgo de la inversión privada sobre la pública. Como se ve, ha subido desde su mínimo de 2013, por debajo del 2,5% hasta superar el 3%.
Esto, junto con el aumento de la volatilidad bursátil, indica un notable aumento de la sensibilidad por el riesgo, una mayor preferencia por la seguridad y liquidez. Antes estos movimientos, sería peligroso subir el coste de la liquidez, y la FED ha dado señales que ha captado el mensaje.
No solo eso, ya hay una minoría (de momento), liderada por Larry Summers, pidiendo que la FED reabra su caja de herramientas más potente, el QE.
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