"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 29 de agosto de 2015

Sobre la bizquera ideológica española

Pillo un ABC en el bar de mis cañas. Leo un excelente artículo de David Gistau, que no puede reproducir aquí, así que lo resumo: critica duramente a Cristina Cifuentes, presidenta de Madrid, por su falta de valor para defender sus ideas.

El motivo es la respuesta que da a una entrevista en El Mundo, en la sección "Camisa de once varas", en la que se produce este intercambio:
 

P. ¿Y es malo ser comunista?

R. No, no. Para nada. Yo tengo grandísimo respeto por los comunistas. Y amigos que lo son. Pero no me creo esa evolución tan rápida.

Decir: "yo tengo grandísimo respeto por los comunistas" es ídem que decir yo tengo grandísimo respeto por Lenin, Stalin, Mao, Fidel, Pol Pot.... Que es ídem que decir que tengo un grandísimo respeto por Hitler, Goebles. Así tal cual.
 
Al menos en lo que se refiere a su macabra eficacia en matanzas, aunque por motivos distintos, los comunistas en el poder y los nazis han demostrado una capacidad única. Quizás se podría matizar: yo tengo un respeto por los comunistas que no han llegado al poder, porque no han podido demostrar de lo que son capaces. Supongo que es lo que quería transmitir Cifuentes, pero el pánico que siente ante el juez de lo políticamente correcto...
 
Ese juez invisible, pero existente, tiene un sesgo evidente en favor de la izquierda, sea o no democrática. Eso le lleva a juzgar benévolamente al comúnismo zarrapastroso español, que es un epítome de un epítome, sin nuca haber llegado a elaborar una ideología propia, más que una lista de consignas absurdas y fenecidas, que son las que se aplicaron en las matanzas comunistas en las cuatro esquinas del mundo.
 
Porque es curioso, el comúnismo ha sido igual de letal en cualquiera de los deficientes culturas en que se ha ensayado.
 
Y eso debe querer decir algo. Yo creo que lo que quiere decir es que el comunismo, una vez en el poder, quiere borrar cualquier huella de la historia, sea rusa, china, cabireña, o asiática. Lo importante es hacer tabula rasa de la cultura que estaba cuando llegaron, pues supone un obstáculo a su nuevo mundo. Su nuevo mundo es (como en el fascismo de Mussolini, comunistas en sus orígenes), el Hombre nuevo, liberado de las ataduras de las costumbres superficies que le esclavizaban, sobre todo la propiedad privada. Una vez eliminada ésta, ya no habrá, como decía el bueno de don Quijote en su sermón a los cabreros, "Lo tuyo y lo mío": reinará la armonía absoluta.
 
Es decir, Rousseau "in nute": para que salga el hombre bueno que hay en nosotros, hay que liquidar esta sociedad de propietarios. El buen salvaje emergerá limpio y feliz.
 
Los malo es que para eliminar la propiedad privada hay que dársela al estado, y entonces este se convierte en un gigantesco monopolio de poder político y económico, que sólo gestiona a su favor. Como hemos visto en la historia del comunismo, pero que en España es desconocida. Ni se conoce bien la maldad absoluta de Hitler (incluso se niega, por parte de algunos, la Soah, pues los judios son ospechosos de conspiración sionista-americana: una de las señas de o detonad más fuertes del comunes o patrio es su antiamericanismo anti judío) ni la eficacia sangrienta de Stalin, no sólo las purgas, sino las hambrunas y el esclavimo que hijo de su propio pueblo.
 
Que clase de peogramas educativos, sesgados, hemos sufrido, fuera el que fuere el que estaba en el poder.
 
Yo recomiendo algunos libros escritos por autores nada de derechas, como Robert Conquest, recién fallecido, o su amigo Kingsley Amis, o el hijo de éste Martin Amis ("Koba el magnífico"), para quitarse las telarañas que no dejan ver. Otro libro muy sonado (pero que no he leído) es "El libro negro del comunismo", y el clásico de "Archipiélago Gulag" de Solzenizin. También recomiendo los de Cristina Wolf sobre la vida en Alemania del Este. Ahora que están de moda las películas de Terror, estas son auténticas experiencias de Terror.
 

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