"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 25 de agosto de 2015

Maquiavelo en agosto

En Maquiavelo 2015, Jorge Bustos hace un audaz ejercicio de aplicación del modelo Maquiavelo a la política española. Jorge Bustos es de los pocos columnistas jóvenes que, además de escribir bien, dice cosas. Y a mí particularmente, me gustan las cosas que dice. En esta ocasión, le pone el cascabel al gato a todos y cada uno de nuestros inaguantables políticos y partidos, y al mismo tiempo muestra la la perenne validez del florentino, que rompió los moldes de las ciencias políticas antes de morir.


"Pla adoraba a Maquiavelo porque en época de superstición se ciñó a los hechos, y porque bajo la ola petrarquista escribió prosa de pura observación, que es la única forma no perecedera de vanguardia. Maquiavelo es el colmo del realismo que el tierno socialdemócrata preferirá llamar cinismo. Pero alguien tiene que decir la verdad de vez en cuando.
"El modo de conducirse de los hombres no cambia jamás. Sea cual sea el régimen o la sigla que los cobije"...
... Porque el modo de conducirse de los hombres -la gran premisa maquiavélica- no cambia jamás. Sea cual sea el régimen con que se gobiernen o la sigla que los cobije.
Extraje cuatro ideas definitorias, una para cada partido en liza.
1) La ocasión: Podemos. Para alcanzar el mando el príncipe debe aguardar la ocasión, que consiste siempre en un momento catastrófico de la patria. El asalto al poder sólo es posible desde un estado general de postración, real o propagandística. Sólo cuando ha persuadido a Florencia de la absoluta corrupción reinante logra Savonarola instaurar su inflexible teocracia. Claro que al poco tiempo el fraile ceñudo es quemado en la hoguera de la propia vanidad, de la cual va bien servido Iglesias Turrión.
2) La sombra de continuidad: PSOE. El príncipe que haya decidido romper con las viejas leyes debe aparentar que se respetan sus sombras, pues los hombres desconfían de las novedades drásticas. Es una inversión de la máxima gatopardista: para que todo cambie en los cimientos del Estado se precisa que su techo continúe reconocible. Federalismo asimétrico... ¡constitucional!
3) A la ruina por la neutralidad: C's. El príncipe que, inmerso en una batalla, no tome partido por uno de los bandos contendientes será cooptado por el vencedor y despreciado por el vencido. Lo que precipitará su fin. Garicano y el maricomplejo que lo muta en Garikano.
4) Ni temido ni amado: PP. Es preferible ser temido que amado, porque el temor al castigo no se diluye como lo hacen los afectos. Rajoy no se hace querer, pero tampoco se hace respetar, sobre todo en Cataluña. Y sin encanto y sin fuerza no cabe liderazgo duradero.
Cada una de estas ideas admite un desarrollo más complejo. Hay tiempo para ensayarlos hasta las urnas, pues los usos de los hombres no cambian jamás.
Escalofriante el "ni temido ni amado" aplicado a Rajoy. Y ¿qué me dicen de "a la muerte por la neutralidad" de C's? La referencia a la incontrolable vanidad de Pablo Iglesias es de lo más oportuna. Y ¿el viaje a ninguna parte del PSOE con su federalismo asimétrico constitucional?

En fin, que vamos servidos, o, como se dice ahora, ya nos vale.

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