Desnaturalización

Vía Arcadi Espada, llego a esta nada sorprendente noticia, aunque sea un varapalo para tanto/a/s gilipollas suelto/a/s que hay por ahí. Dice (traducción libre): los monos machos prefieren los juguetes de chicos.

A mí ni me extraña. Yo de pequeño prefería el camión de bomberos y el disfraz de sheriff, y no he conocido a ningún amiguito que no fuera así, con variaciones. Mis hermanas veían con asco mis regalos de reyes, y yo sus muñequería con vestiditos. Teníamos un espacio ecológico bien distinto, aunque a veces se producían fricciones que requerían la intervención de la ONU, que siempre llegaba tarde y mal: no hacía justicia en el reparto de las hostias.
 
Nunca se me ocurrió jugar a las casitas, ni a las mamás, aunque luego con mis hijos lo he hecho porque había que hacerlo. Otra cosa que ahora se ha baneado de la educación: el sentido del deber, hoy convertido en una palabra que significa demasiadas cosa cuando la fronteras entre el bien del mal se han borrado : "Solidaridad". ¿Solidaridad con los terroristas que quieren matar a nuestros hijos? Claro que de las primeras cosas relativizadas es el valor de nuestros hijos, una cosa que se puede tirar por el desagüe por el motivo más frívolo.

 
Ya digo, no me sorprende, aunque creo que lo típico de estos tiempos es ver las cosas retorcidamente, falsamente, queriendo travestir la naturaleza de falsa cultura. Se niega la economía, se niega la historia, por intereses partidistas, y de paso se enseñan falsedades a los niños, que son los que sufren las consignas de tanta mentira. Las sufren sobre todo los que son víctima de la violencia en la escuela, la cual se niega sistemáticamente. No le extraña que de mayores esos niños se pongan de rodillas con una ofrenda de flores ante los terroristas y busquen una negociación.
 
¡Y ese feminismo absurdo de negación de los sexos! los sexos existen, y negarlo es empezar falsamente la conquista social que pretenden. Si no hubiera diferencia, ¿para qué el feminismo?
 
Creo que lo peor es inculcar que el consenso lo arregla todo, que no hay bien ni mal, ni una verdad clara. Hemos llegado tan lejos en la desnaturalización de nuestra naturaleza, que ya no somos capaces de juzgar los hechos limpiamente, sin mirar a derecha e izquierda a ver qué nos susurran que digamos.
 
Ortega tenía razón: desde Descartes se deshumanizó al hombre entronizando la razón pura, devaluando todo lo demás. Pero el hombre es un ser moral no porque piensa. Primero es un ser con impulsos morales (Adam Smith), que la razón le ayuda a discernir. Esos impuestos Morales no son de quita y pon, no se puede erradicarlos para poner otros que sean más buenistqs y al gusto de la moda.