"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 10 de noviembre de 2015

O tipos de cambio libres, o control de capitales

John Taylor, supuestamente seguidor de Friedman, exhibe su ignorancia en el texto citado. En él se muestra partidario de un nuevo FMI, pues según dice, los problemas a lo que nos enfrentamos ahora son los mismos que estaban vigentes cuando se crearon el FMI y el BM en 1945.
Yerra de plano, sobre todo en este párrafo ominoso del que no sé que hubiera opinado Friedman, pero lo sospecho:
"One serious economic evil leading up to World War II arose from competitive devaluations and currency wars. The British devalued the pound in 1931, and they gained a competitive advantage, but they slammed other countries’ exports and economies in doing so. Not to be left behind, other countries followed, including the United States which devalued the dollar in 1934. Whether defensive or offensive, these “beggar-thy-neighbor” actions led to government restrictions and interventions in other countries. After trying such interventions, Italy, for example, finally devalued the lira by 40.93% in 1936, matching precisely the US devaluation of 1934."
¿De verdad cree Taylor que los males que llevaron a la Segunda Guerra Mundial fueron las devaluaciones competitivas? que lea a Eichengreen. Que lea a su dilecto maestro Friedman, por no decir Keynes, que seguro que no lo ha leído. Y que lea a David Glasner, que tanto ha hecho por poner a cada uno en su sitio.
 
Desde luego que los problemas económicos que contribuyeron al hundimiento de Europa, y su rapto en manos de los Tiranos, fueron similares a los de ahora, pero por razones exactamente contrarias a las que dice Taylor.
 
Sí, estamos en una deflación -palabra que no menciona Taylor, como tampoco menciona "patrón oro"- pero ese fue el GRAN problema de entonces. Una deflación mundial propiciada por el patrón oro, que extendió el mal por el mundo - sobre todo por los paises europeos, mal pertrechados para ser miembros del sistema oro- y que enterró a Europa en manos de los partidos extremistas -tal como amenaza ahora. Y los tiranos trajeron la guerra. Y hoy estamos viendo cómo crecen amenazantes en nuestro entorno. En gran parte, por culpa del euro, esa imitación grotesca del Patrón oro.


Por el contrario: las devaluaciones competitivas trajeron un alivio a los paises que se salieron del patrón-oro, que había sido restablecido en el periodo de entreguerras en contra de la opinión de Cassel, Hawtrey y Keynes, porque supieron ver lo que iba a pasar: una competencia de los países por el prestigio de poseer oro, lo que desató una guerra al alza de las tipos de interés, y la consiguiente deflación y depresión. El gradual abandono del oro automáticamente aumentó la oferta monetaria mundial, y la deflación dejo de ser problema. Desgraciadamente, la salida del oro de Inglaterra y poco después de EEUU llegó demasiado tarde, cuando las cosas se habían envenenado irreversiblemente y Hitler había empezado a comerse a Europa. Francia jugó un papel nefasto por su acumulación de oro en detrimento de los demás.
 
Ahora estamos en una situación parecida a la de los años treinta, pero no a la de 1945. Una pre-guerra no es lo mismo que una post-guerra. Estamos, lamentablemente, en una posible situación de pre guerra. Y lo que pregona Taylor para salir de ella es completamente inútil. Los tipos de cambio fijos fracasaron para siempre, y cualquier variante suya, como una unión monetaria, es letal. El sistema de Bretton Woods aguantó mientras hubo controles de los movimientos de capital. En cuanto estos empezaron a liberarse, el sistema de cambios fijos pero ajustables saltó por los aires. O se deja los tipos de cambio libres, o se controlan férreamente los capitales.
 
Libertad financiera y cambios fijos no casan. Al revés que Taylor, yo estoy a favor de controlar ciertas operaciones financieras internas y externas, para que los tipos de cambio se ajusten a la la economía real, no a la especulación. Creo que debería ser prioritario alcanzar acuerdos firmes sobre la regulación de las finanzas, una política macro prudencial efectiva, y una política monetaria con objetivos internos; que los tipos de cambio sean la vía de ajuste a las discrepancias de la economía real, el paro, la productividad... Nada es perfecto en economía, pero lo menos perfecto es querer sujetarlo todo.
 

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