"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 5 de diciembre de 2015

Sexo escrito

El sexo oral esta punto de ser de perder su soberanía y ser arrasado por el sexo escrito.
 
Pedro Simón va y dice que la gente ya no se conecta físicamente, solo a través del apps. En su vagón de metro entraron cinco personas mirando fijamente su móvil, y no dejaron de hacerlo ni una vez. Por la calle te cruzas con gente que ni sabes si son de verdad, pues no miran por donde van, si pisan un caca de perro, tan ensimismados van.
Piensen que esto ya es irreversible. El otro día, después de una reunión, ofrecí a una mujer muy embarazada acercarla a donde iba, que estaba cerca, pero después de una breve vacilación me dijo que prefería ir andando leyendo y contestando los wassaps. Me la imaginé cruzando un semáforo en rojo, sonriendo ante lo que esos wassaps le decían. Seguro que era muy interesante.
No solo es irreversible. Dentro de poco los móviles llevarán un radar que te permitirán andar por la calle sin tener que levantar la vista, incluso te desviará el pie cuando vayas a pisar una caca. Las cacas ya no será problema para Carmena. Es más, sobrarán los semáforos. Los coches irán solos mientras sus incumben tes Irán leyendo wassaps.
 
La verdad, benditos tiempos. Benditos tiempos, en que puedes ir por la calle leyendo el Quijote (actualizado, aplanado de estridencias) en formato wassaps, alegremente, por fin un formato que permite leerlo con ligereza, saltando páginas, sin que distraigan las cosas vulgares que pasan alrededor, como un pibón (aumentativo de piba), la cual, por cierto, va igual de ensimismada leyendo, seguro que a Tolstoi, a juzgar por su ceño fruncido. Es más, ya no se va leer lo que no esté en wassaps. Dostoywsky, "Crimen y Castigo", Wassap, sólo interrumpido para hacer un selfie de la vulgar puesta de sol, sólo apreciada si es en la pantallita.
 
Tú vas a uno de esos sitios privilegiados, con un panorama cinco estrellas Michelin (pronúnciese Mishęlan), y hay un enjambre de drones sacando fotos mogollón, porque ya es más cómodo enviarlos a ellos desde la terraza el hotel. Así que te puede agredir un dron si en vez de manejarlo un niño lo maneja su padre. Es el fin del negocio de la tarjeta postal.
 
Menos mal que queda el sexo. De momento, el sexo no puede ser por selfies. (Aunque seguro que ya hay pervertidos que ya le han encontrado un aplicación, y no me extrañaría que hubiera una app ad hoc. Pero eso no es sexo sexo, creo, es onanismo. Lo cual no tiene importancia, la verdad. Como decía el proverbio chino, "cada uno se corre como puede", que es una de las verdades eternas de la historia de la humanidad.
 
El sexo por Wassap tendrá ventajas enormes sobre el sexo vulgar y sudoroso: no riesgo de enfermedades de transmisión, nada de ternezas salvo las de palabra, con el único fin de poner a punto a la parte contraria (la app tendrá un registro de frases adecuadas a las preferencias del usuario: bestias, procaces, salvajes, sado-maso, dulces, cursis...), y, sobre todo, no embarazos erróneos que hacen trizas los planes profesionales. Y ¡ los emoticones tendrán sexo!
 
A más a más, ya no más la voz desagradable y chirriante del otro, que te corta el rollo mogollón. Ah, y otra ventaja: quedarán más restos arqueológicos sobre nuestra forma de reproducción.
 
En fin, todo los ingredientes menos uno: la inseminación, pero eso está los bancos de semen, unos lugares muy agradables, con piscina-spa, y vistas para selfies, donde pasar un finde y encargar una criatura con ciertas garantías. No entiendo como a nadie se le haya ocurrido el negociazo. ¿O sí? No lo sé, hace mucho que no salgo de casa.
 

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