Venezuela, al fin

Al principio, durante un par de minutos, me ha sorprendido que Maduro aceptara el resultado electoral tan rectamente. Pero hay truco: deja una herencia económica inmanejable si no es con la ayuda firme de los paises que quieran colaborar al restablecimiento de la democracia. No sé cuánto tiempo permitirá Venezuela se salve de la postración en la que la ha metido.
 
Una inflación sideral, un desabastecimiento escandaloso, cartillas de racionamiento, colas frustrantes, caída de precio del petróleo, que Chávez se empeñó en usar como arma política... Todo esto necesita una gestión delicada y una paciencia inédita del pueblo que ha votado el cambio.

Espero que los organismos internacionales, especialmente el FMI, lidere la ayuda que va a necesita Venezuela par normalizarse. La ventaja es que en términos del PIB de los paises ricos no va suponer una gran tajada. Lo malo es que todos los malao no viene de Chávez. Venezuela es u país que lleva enredado en la corrupción décadas, y eso no es tranquilizante.
 
Ahora me gustaría entender por qué Venezuela ha sido la niña bonita de la progresía mundial desde que llegó Chávez. Parecía que había nacido otro che Guevara. De todos partes del mundo, EEUU incluido, acudieron progres estéticos -o esteticistas- a laurear al golpista maleducado y grosero Chávez, quien luego se encarnó en un pajarito, Pío Pío.
 
Nunca he visto una revolución menos atractiva, una revolución hecha en chándar, que luego se convirtió en el uniforme horroroso de la revolución. No he visto cosa más pesadillesca que el "Aló Presidente", que en un concurso de mal gusto le hubieran declarado ganador por la eternidad. La imagen de Chávez transmutado en pajarito me daba escalofríos y ganas de vomitar. No menos ganas de potar me da ver a Pablo Iglesias o a Errejón hacérseles el culo pesicola hablando de Chávez y Maduro. Nauseabundo.
 
La revolución chavista ha sido la revolución de lo que Marx llamaba el Lumpen propietariat. Han sido los mendigos golfos de la película de Buñuel "Viridiana", que se han adueñado de la casa señorial y lo destrozan todo en una horrenda orgía de borrachera. Romper los óleos por el gusto de romper, rasgar los tapices por el gusto de rasgar. Para nada ha sido una revolución marxista. Por eso ha durado tan poco. Es la ventaja de ue fueran chapuzas y cutres.
 
Ese es el plan de Pablo Iglesias y su acólita Carmena (la de los niños recogiendo colillas, como en los cuentos de Dickens), de Errejón, del toca-napias sin gracia Monedero, no sé si se dan de cuenta de las afinidades. La prueba, si quieren otra, Zapatero en Venezuela con Maduro un día antes de perder la elecciones. Zapateeo, ese individuo incalificable que quiso meterle a Pdro Snchz a Podemos por la retanbufa y lo consiguió, por eso está gobernando en media España.
 

Ojalá se vayan todos al baúl de los juguetes rotos, Zp el primero.