"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 27 de enero de 2016

Darwin, el Azar

Me he encontrado un artículo que me ha sacado de la murria de esta mañana fría, neblinosa, llena de amenazas de calentamiento -porque el dichoso calentamiento amenaza tanto si hace borrasca como si si lo contrario-. El articulo es de un tal Sabugo, al que no conozco, pero que recomiendo encarecidamente.
 
El título es "Tres prueba de que la Naturaleza no es sabia"; con dos cojones, amigo Sabugo, porque decir esto en estos tiempos de descultura acelerada te puede caer encima la de Dios es Cristo.
Es uno de los mitos más persistentes y desinformarnos que se puede encontrar uno en cualquier sitio: en la calle, en el supermercado, en el puto trabajo, etc (yo cuando veo una comida de menú de cinco zopenco/as haciendo que se llevan bien, me escojono. Afortunadamente, he acabado con todo eso). En esas comidas es donde se suelen oír esas "sabias" consideraciones, y además, con ellas se acaba la conversación: -eh, chitón, que la "naturaleza es sabia" - y todos los demas agachan la cabeza como si con la "Iglesia hubieran topado, Sancho".
La Naturaleza, como demuestra Sabugo, se rige por el Azar. Es lo que demostró Darwin, al que se toma como el Gran Padre de la Sabia Naturaleza, cuando es todo lo contrario. Las especies evolucionan por mutaciones del ADN aleatorias, cojones, y eso no es sabiduría: es lotería. Darwin = Azar.
 
Sin embargo, mi abuelo me contaba que ya su abuelo le enseñaba que "la naturaleza es sabia", que hay que escucharla (¿?) con respeto, y seguir sus misteriosas indicaciones (¿?).
 
¿Qué es esto? Es claro: es el gradual paso de la religión como fuente del misterio, al panteísmo, no menos irracional. Es más, ha permitido confundir el Dios Pan con el Dios de los tatarabuelos, y ese sincretismo ha funcionado paralelamente al avance del descreimiento, de manera que los de la naturaleza sabia te los soltaba lo mismo un ateo republicano que una viejuca con el rosario en la mano.
 
Y ahora estamos en la gran apoteosis de esta conseja de vieja, que es la Gran Religión del Calentamiento: su base es que la naturaleza es sabia y bondadosa y la acción del hombre la está jodiendo. Y a ella se han apuntado los ignaros politicos de hoy, porque mola, da votos, y tranquiliza la inquietud de la gente, que es su estado natural: estar inquietos. La inquietud humana, el gran castigo de Dios. Y el que no esté inquieto, esta muerto espiritualmente.
 
Ojo, que yo no me niego a que haya que luchar contra la polución; pero de manera científica, priorizando los objetivos, y teniendo en cuenta los costes humanos, que pueden ser enormes. En todo caso, sin creencias absurdas y no demostradas.
 
Creo que haríamos mejor teniendo en cuenta la tecnología, que hasta ahora ha sido la que ha permitido obtener nuevos recursos, abaratar su obtención, y desde ya renunciando a soluciones definitivas y totalitarias, que son ineficientes y costosas en términos de bienestar. Por favor, no sacralicemos la que hasta ahora ha sido la gran enemiga del ser humano, la que nos golpea sin previo aviso con enfermedades mortales, dolorosas, deformidades genéticas, o con inespirados movimientos telúricos ante los que sólo el avance técnico del hombre permite reducir el número de víctimas.
 
Si citamos a Darwin, primero leámoslo. La Madre Naturaleza es una madrastra.
 

3 comentarios:

Miguel E. dijo...

Cuando el hombre deja de creer en Dios empieza a creer en cualquier cosa.

Chesterton.

...y ése es el fin de la Civilización. Al menos de la nuestra.

Por ejemplo; una de las causas de la caída de Roma fue que el Emperador dejó de ser considerado un dios, por lo que la ciudadanía estuvo menos dispuesta a obedecer.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Me refería a eso

interbar dijo...

Esa pseudoreligión está muy bien representada en la "hipótesis Gaia" de James Lovelock, quien es partidario de poner en paréntesis la democracia para instalar una dictadura ecologista.