Cambiazo Fraudulento

Los periodistas nos han dado el cambiazo, y han escamoteado la palabra oír por la de escuchar. La primera es facultativa, capacidad física de recoger un sonido. La segunda es voluntaria, manifiesta la voluntad de oír ese sonido. No es lo mismo decir: "Estoy oyendo una puta moto que me rompe los tímpanos", que "estoy escuchando la quinta de Bethoven". Decir "estoy escuchando el tubo de escape de una puta moto", es casi un oximoron. Es como decir te estoy mirando, en vez de "te estoy viendo hacer el gilipollas", cosa que no me gustaría ver. 

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Eso debemos a los periodistas analfabetos que luego se convirtieron en jefes de redacción, y ya no hay marcha atrás. Naturalmente, el primer medio en fomentar el fraude fue la Televisión, Gracias a las conexiones en directo: "Manuela, habla más alto que no te escucho". 

La verdad es que la historia del lenguaje es así, a base de cambiazos. Lo que pasa es que me pregunto para qué cojones sirve la Academia, si luego sanciona estos cambiazos como legítimos, lo cual empobrece el lenguaje, pues desaparecen vocablos, y a mí me da mucha pena. Bueno, en realidad me pone frenético oír a alguien que dice, con el móvil pegado al culo, porque s le escapa el autobús, "grita joé que no te escucho". No te escucho". No te oigo, coño! 

Y yo mientras oyendo lo moto sierra, los motos espantahojas, y las motos de los ciudadanos ejemplares que van por la acera segando viejecitas, las pobres sordas, no pueden "escuchar" el atronador engendro que se les viene encima. 

Se está perdiendo todo, no sólo la educación, sino eso que se llamaba las buenas 

maneras, y que servía para entablar las primeras relaciones, las más difíciles, y te ayudaba a clasificar a la gente entre civilizada o simplemente mostrenca. Observo que de los primeros son los que pasan de una cierta edad, y los segundos, los que no llegan a ella. 

Pero no se crean que esa regla es infalible. Hay cada mostrenco mayor de una por tanto  edad...