"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 10 de junio de 2016

Insisto: esto es un crisis que ni siquiera hemos identificado. Del Hombre masa al Niño Barbudo

En El Mundo, un artículo de Jorge Bustos sobre el significado de lo que pasa. Su tesis la llamaría "El niño con barba". Según Jorge, el niño barbudo ha venido a sustituir al Hombre Masa, de Ortega y Gasset,

"Que nadie crea que el 26-J acaba el numerito: sólo comienza. Ni los pijos respirarán de alivio por el orden restaurado ni los perroflautas atarán a los chuchos con longanizas públicas, por irnos a los polos. España inaugurará una era de inestabilidad, de mociones de censura y elecciones anticipadas, de leyes necesarias abortadas por partidismos. Luego regresará más fuerte el bipartidismo, pero hay que pasar por la decadencia para alzarse, como hubo que pasar por el franquismo para hacer la Transición. Sólo suplicamos que las costuras de la UE nos aguanten hasta entonces.

¿Por qué un niño con barba vota a la CUP o a Unidos Podemos? Primero por falta de imaginación griega, pues no sabe anticipar que podemos estar peor muy rápido. Segundo, porque comparte con otros niños barbudos europeos una crisis de representación -es decir, de soberanía- que tiene su doble origen en la ley de hierro de la oligarquía de Michels y en el triunfo del iPhone, valga la sinécdoque. Michels formuló la degeneración de todo partido en endogamia, lo que deja espacios pronto ocupados por movimientos sociales, identitarios, antipolíticos; Jobs vuelve a probar que a la ruptura del paradigma histórico contribuye la técnica tanto o más que la idea. De la colaboración entre decepción partitocrática y satisfacción digital nace el hombre-niño, en sustitución del hombre-masa orteguiano. Un votante que no sospecha que internet, su juguete, es el que devasta las industrias tradicionales y sus relaciones de producción. La deslocalización global, la muerte del empleo fijo, el descrédito de la política como garante de contratos sociales, el auge de la xenofobia y del populismo, la cronificación de una adolescencia de derechos sin deberes, la extinción del humanismo formativo, la virtualización de las relaciones humanas y políticas: no son más que efectos de un nuevo paradigma que está eclosionando. Y que ni siquiera don Mariano puede detener.

Conviene prepararse. En España no habrá Gobierno estable durante un tiempo. Amenazas parecidas penden sobre Francia, Italia, Europa Central, incluso Reino Unido. Sencillamente la noción de democracia representativa ya no satisface a los consumidores de apps. Occidente muere de éxito entre algodones. No es cuestión de derecha e izquierda, sino de realidad y deseo, de adultos en retirada y adanes en aluvión. De señores que se acuestan con niños y se levantan meados entre aspavientos, como el burgués Puigdemont. Y de niños que se mean en el sistema paterno que tanto los mimó, como el socialdemócrata Iglesias."

Yo insisto: la tesis de Ortega y Gasset era brillante, y la tesis de Bustos también. Y la tesis de Spengler, que he tomado como emblema de este blog, "La Decandecia de Occidente". Som tesis literarias, bellísimas en su concepción, y en su expresión literaria. La descripción de la historia de Europa de Spengler a través del Hombre Fáustico es única... Pero poco precisa, poco contrastable con los hechos. Como la de Ortega. La de éste es sencillamente genial, y eternamente aplicable, que busca el origen en una transmutación de los valores por  esta y otra causa. Son perfectamente compatibles con las tesis-caída-se-la-religión, las tesis-caída-de-la-educación, etc. 
Yo voy a la historia y me encuentro con una crisis de síntomas muy similares en los años treinta. Casualmente, hubo una gran crisis económica entonces. Una gran crisis financiera mucho más terrible que ésta, aunque solo fuera porque entonces no se sabía tanto. 
Es complicado. Esa crisis empezó a larvarse en La Paz de Versailles, 1919, en la que se le impuso a Alemania unas indemnizaciones de guerra imposibles de pagar (como ahora es imposible que Grecia pague su deuda). Luego se decidió en 1922 reimplantar el patrón oro, entonces considerado el único garante de la estabilidad. Entonces vino la gran crisis de liquidez. Los paises querían oro para poder tener liquidez interna, lo que hizo desaparecer la oferta de oro. Las tres cuartas partes estaban en manos de EEUU, que había sido el único país que salió fortalecido de la guerra, pues antes de entrar había prestado dinero a sus aliados. La insuficiencia de oro hizo caer la liquidez en todos los paises, que entraron en una aguda deflación y altas tasas de paro. El malestar inmenso rompió por todas sus costuras el sistema político liberal democrático que había gobernado Europa hasta entonces, el molde del siglo XIX, que fue el siglo de la democracia ascendente, del liberalismo, y de la opulencia de los paises europeos. Un guerra estúpida derrumbó todo eso, que no fue sustituido por nada razonable, porque  los estremistas de izquierdas (comunismo) y de derechas (fascismo, nazismo) lo impidieron. Fascismo  y comunismo fueron los monstruos del siglo XX, casi hasta su final.
Una plantilla que, superpuesta al presente, me ayuda a ver más claramente lo que pasa. 
Y lo que pasa no me gusta nada. Marx decía que la historia se repite en clave de farsa lo que antes fue tragedia. Yo creo que el Hombre Masa, El Niño barbudo, han existido siempre. Cuando las cosas van bien y hay trabajo, cada uno se queja de su "mierda" de vida (así la ven), y se consuela como puede. Todo dentro de su círculo vital. Cuando todo va mal, la gente se queja airada, y salen unos tipos de las alcantarillas a dirigirlos y susurrarles que el futuro es suyo. Nadie tiene capacidad para entender lo que pasa. Echan la culpa al gobierno. Pero lo que determina la escenografía, la mano que lo mece todo, es la crisis. Lo demás son embelecos a los que se aferran las masas para consolarse. El Hombre Masa ha estado siempre ahí. Es el que vemos en la calle, el metro, cogiendo un taxi, entrando a un cine. No lo confundamos con el hombre pobre, con la masa marxista. Es el hombre que se cree que lo sabe todo y no sabe nada. Es imposible que sepa, no lo han preparado para eso. El mejor profesional, médico, ingeniero, cree que lo sabe todo y no sabe nada. Aplica los esquemas mentales de su profesión a la sociedad, para es lo han preparado. Y no es eso, no es eso. 

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