"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump, el Brexit de EEUU

La victoria de Trump no ha sido más que un nuevo paso hacia la ruptura de la casta que  gobierna el mundo desde hace décadas. Esa casta bipartidista en cada país, pero bien conectada a través del G-7 y G-20, el FMI, y por supuesto la UE y los entramados colaterales del banco Mundial y AMC. Estos nuevos rompedores que van ganando contra pronóstico - pronosticó que no es más que un desideratum - se están apoderando de esas instituciones:Brexit, Trump. Luego vendrá Le Pen, y otros partidos llamados populistas, que representaba a los mismos: Blancos pobres cabreados por el cambio de destino que supuso la globalización seguida de la crisis. Clases medias desposeídas de privilegios, puede que injustos, pero considerados como derechos naturales. 
Sí, hay un tema racial: el blanco de la franja central de EEUU está cabreado, o al menos lo está desde que Trump le sopló la consigna: la culpa de tus males, de tu falta de futuro, de tu pobreza la tiene México. Por eso el Peso mexicano ha caído un 13% al conocerse la victoria de Trump. 
Es la misma franja de clase baja y de raza blanca que puso al RU y a Europa patas arriba con el Brexit. Para estos el origen del mal son los inmigrantes polacos, llegados con el permiso de Europa. 
Todo esto son leyendas urbanas, obviamente, de buenos y malos, de blancos y tostados, pero están dando un revolcón al mundo. Lo que pasa es que ya es tarde para restablecer el orden anterior a 1980, cuando la pertenencia a un país era garantía de ciertos privilegios que ahora se han convertido en furtivos derechos anhelados. Es imposible darle la vuelta a la historia. 
Tenemos que jugar con la nueva baraja, en la que las cartas están marcadas, por ahora, a favor de la globalización y la igualdad económica mundial, trufada con manipulación de tipos de cambio de los paises emergentes como China, lo que contribuyó, y mucho, a la burbuja previa a la crisis de 2008. Los populistas como Trump & co quieren volver hacia atrás, a un nacionalismo proteccionista que no se va a conseguir porque ningún país afectado va a dejar de replicar con sus propias medidas, lo que acabara con el orden económico actual. 
En esta batalla por el dominio del comercio mundial hay muchos frentes abiertos. El mercado energético, por ejemplo, está a punto de cambiar de localización: los paises árabes van a dejar de ser los Masters, aunque no se sabe bien todavía quien dominará ese sector. 
Y luego está el mundo financiero, nada tranquilizador, porque las deudas hoy son más altas que cuando cayó Lehman Brothers. China pierde todos los días capitales y reservas, y su montaje burbujeante financiero es un amenaza a plazo.
En 1980 se abrió una caja de Pandora - como se hace muchas veces, sin pensar en las consecuencias - bajo los auspicios de la "Nueva Economía" , la de la desregulación comercial y financiera. El resultado ha sido mediocre por decirlo suavemente.  Ahora una horda de partidos bárbaros, de izquierdas y derechas, se acercan a la atalaya con la intención de poner todo patas arriba. No hay una inteligencia que ponga orden en la transición. Transición, pues, caótica, desordenada, imprevisible. Nadie tiene estrategia que enfrentar a otra estrategia. La decadencia de Occidente. O, como acertadamente dice Iñaqui Gabilondo, "La rebelión de las masas" de Ortega y Gasset. 

2 comentarios:

Pablo Bastida dijo...

David Goldman lo clavó, como de costumbre, pero las causas según el son de tipo cultural, principalmente: a los americanos no les gusta que les miren por encima del hombro.
http://www.atimes.com/deplorably-trump-is-going-to-win/

www.MiguelNavascues.com dijo...

Puede tener razón, y sabe más que yo, pero creo que las dos causas suman.