A Pablo Iglesias como es obvio, le interesan más las etiquetas que los contenidos. Ahora quiere hacer un frente común con ERC para las elecciones de 21-D. Siempre buscándote compañeros de viaje, que son la ranita que se sube encima del escorpión que eres tú. Demasiado conocido, pablete. En la imagen, en una nada sutil síntesis, ha querido "ligar" la salsa de la Revolución Francesa con sus propios ingredientes, y le ha salido algo indigerible, porque es indigerible la plurinacionalidad con la solidaridad, como es obvio, si miramos a Cataluña y Extremadura. Pero, qué más da, vive Dios, si se sigue adelante hasta el batacazo final, financiado por el sueldo y complementos de diputado. ¿Como puede haber conseguido 5 millones de votos, algunos de profesionales solventes?
Lógicamente ha descuartizado su partido, gracias a sus giros mediáticos y a su puño de hierro, que ha dejado caer inmisericorde sobre los críticos que le salían al paso. Curiosamente, esos críticos tenían razón.
Otra pesadilla al armario. Estos folclóricos deberían tener su cuota de audiencia, yo no se lo voy a negar, pero otra cosa es que nuestro pobre sistema electoral le de una representación que afecta gravemente a la gobernabilidad. ¿Cuándo arreglaremos el sistema electoral?
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