"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 17 de marzo de 2018

Feminismo de tercera ola

Cayetana Álvarez de Toledo.com es un blog que hay que visitar, en estos tiempos de confusión. Cayetana me ha abierto los ojos al malestar que sentía ante el feminismo de hoy. Ahora lo comprendo. Es un feminismo que, como se prueba leyendo el manifiesto del 8 de marzo, está infiltrado hasta los tuétanos de marxismo. 

Me extraña que Mario Vargas Llosa (que concede una entrevista a Cayetana en el blog) no se haya dado cuenta, él que es tan sensible, como verdadero liberal, a ese monstruo del siglo XX. ¿Vuelven de nuevo aquellos fantasmas asesinos? 

Pues a juzgar por los manifiestos del feminismo de hoy, la lucha de la mujer no es más que la lucha contra el hombre capitalista, o contra el capitalismo, que vendría a ser el generador del machismo. 
Desde que estuve en la universidad, y por unos meses me dejé contagiar por esa mierda - de la que fui liberado gracias a unos amigos de filosofía que me hicieron leer a Popper -, siento un irritación incontenible contra todo lo que huele a las grandiosas mentiras de la lucha de clases como motor de la historia. Ahora bien, nunca he visto una contradicción más grande mezclar la lucha de clases con la liberación de la mujer. 

¡Algo tenían que hacer ante el fracaso del comunismo en 1990, el fracaso, el derrumbe más grande de la historia! En contra del temor de los paises capitalistas a romper la coexistencia pacífica, resulta que no había nada que contentar detrás del Muro de Berlín. Sólo mierda, hambre, violencia miseria, mediocridad, infrahumanidad. 

Bueno, pues han vuelto. Han vuelto los mayores fracasados de la historia. 

Repasemos un poco la historia. El comunismo no pintó nada en la Primera Guerra Mundial. La crisis de los años treinta le hizo revivir, y el miedo que sembró dio alas al fascismo, inspirado, paradójicamente, en el comunismo en su odio al capitalismo, pero orientado a ser el enemigo mayor del comunismo. Fascismo, Comunismo. Esa polarización condicionó los años treinta y la Segunda Guerra Mundial, y la post guerra, porque la guerra laganaron los aliados anglosajones con la URSS. 
Luego vino la guerra fría y la “Coexistencia Pacífica”, un mantra que nos permitía dormir sin miedo a que nos cayera una bomba atómica mientras dormíamos... hasta que la implosión del inmenso decorado de cartón piedra que era el mundo Comunista desveló a todos la enorme NADA que era. El Papa Woityla, Margareth Thatcher y Ronald Reagan, abanderados de la nueva moda, el liberalismo económico, empujaron un poco la muralla, que se agrietó sin grandes esfuerzos. 

¡Bueno, pues volvieron! Volvieron a conquistar el poder desde otro ángulo, desde otros apoyos (Irán, Venezuela), pero la misma cantinela pero peor escrita, indigeriblemente escrita. Y, claro, había que meterse en todos los conflictos para convertirlos en una cuestión de lucha de clases. ¿Derechos de la mujer? lucha de clases. Violencia machista? Lucha de clases. Víctimas, las mujeres, verdugo, el capitalismo. Y se lo tragan. (“Exigimos la despatologización de nuestras vidas, nuestras emociones, nuestras circunstancias: la medicalización responde a intereses de grandes empresas, no a nuestra salud”.) Sin comentario...

Cayetana lo llama feminismo de tercera ola. 

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