"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 17 de marzo de 2018

Nos gusta indignarnos. Es la pasión nacional

Después de las indignidades en cadena del caso del niño Gabriel Cruz, en el que se llegó a decir que la acusada lo era por ser, atención: inmigrante, madre soltera, y negra, España sigue en su deporte favorito. Indignarse, ponerse histérica y salir a la calle a gritar desaforadamente. 
De Emilia Landaluce entresaco estos párrafos. 

“Estos días -desde el 8M al hallazgo del cuerpo del niño Gabriel- nos arrojamos estadísticas y gráficos como si fueran granadas de mano. [Porcentaje de madres parricidas, número de denuncias...] Sin embargo, la mayoría son pólvora mojada. A veces no se trata tanto del dato como de la interpretación u omisión (interesada) que se quiera hacer. Sí, los jueces están preocupados por el control que ejercen los jóvenes sobre sus novias con el móvil pero se olvidan de que según el estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, las chicas controlan más los teléfonos (62,9% frente al 58,6%) y quieren saber en todo momento en dónde están sus novios (39,7% frente al 36,9%). 



En las estadísticas, como en los folletos bancarios, hay que leer la letra pequeña. O completarla con otra estadística o estudio pertinente. O, simplemente, fijarse en la redacción de las preguntas del sondeo de marras. Una encuesta del periódico a propósito de las convocatorias por el día de la Mujer trabajadora sostenía que el 81,8% de los españoles creía que existían diferencias salariales entre hombres y mujeres que desempeñan el mismo trabajo. Mientras, en El País otro sondeo reflejaba que el 82% de los ciudadanos consideraba justificada la convocatoria de la huelga el 8M. 

Si un extraterrestre hubiera llegado la semana pasada a Madrid creería que LA MUJER (denominación burocrática y genérica del tema) es la máxima preocupación de este país. No sería así en el caso de que tomara como referencia el CIS. El en último barómetro publicado solo el 0,1% creía que "los problemas relacionados con la mujer" eran, en efecto, un problema. [Otra cosa es "la violencia contra la mujer" que puntúa con un 0,7%]. La conclusión que extraería sería evidente. O somos unos egoístas por relativizar "el problema de la mujer" o no hay tal problema que es precisamente lo que reza el índice Giwps que concluye que España está entre los cinco países en los que mejor viven las mujeres. 

La semana pasada a algunos estudisticos nos faltó el dato concreto del seguimiento de la huelga. Los sindicatos dijeron que "5,9 millones de trabajadores" habían secundado los paros que habían convocado. No sé de dónde extrajeron el dato. En los medios, el seguimiento fue masivo. En otras industrias, ridículo. Hay mujeres, mujeres y LA MUJER.”

Y hay sobre todo, una sobresosis de indignación, que luego se reprodude a nivel micro en los hogares y la mesa de la cocina. Sobre toda esta indignación, provocada y alimentada nada menos que por los altos cargos de Podemos en el Ayuntamiento de Madrid, incluida la Alcaldesa Carmena, que irresponsablemente tira piedras contra la instintución que rige. De El Mundo:

“EL EQUIPO de Gobierno de Manuela Carmena había dado muestras hasta ahora de su insolvencia a la hora de afrontar los asuntos ordinarios de la capital de España. Desde el jueves por la noche sabemos también de su ineficacia -cuando no de su abierta complicidad- a la hora de encarar un episodio de crisis. Desde el primer momento ha sido desastrosa la gestión de Ahora Madrid de los disturbios desatados en el barrio de Lavapiés tras la muerte del joven senegalés Mame Mbaye. A la lentitud en la reacción institucional del Ayuntamiento, se sumó la falta de reflejos de la alcaldesa -que tardó un día en suspender un viaje intrascendente a París- y la endeblez mostrada para defender el modelo de convivencia que tradicionalmente ha caracterizado a la capital. Con todo, la reacción más lacerante llegó de boca de algunos concejales de Ahora Madrid, culpables de deslizar el bulo que desató el caos callejero. Unos, como Rommy Arce, insinuaron la culpabilidad de la Policía en la muerte del mantero. Otros, como Jorge García Castaño, culparon de este desgraciado óbito nada menos que al "sistema capitalista". El populismo siempre encuentra solemnes subterfugios con los que tapar sus fracasos concretos. 


Lavapiés, contra la policia y Carmena 


La realidad es que, tal como señala el atestado de la Policía Municipal, Mbaye no murió como consecuencia de una persecución policial sino por un paro cardíaco. De hecho, la operación contra el top manta se desarrolló con anterioridad en la Puerta del Sol, y fueron varios agentes de la Policía madrileña los que auxiliaron al finado. De ahí que resulten injustificables las acusaciones formuladas por parte de algunos dirigentes de Podemos o de varias ONG, que han llegado a denunciar una violación de los derechos humanos, blandiendo infames mantras populistas como "brutalidad policial" y "racismo institucional". La alcaldesa Carmena, desde París, publicó un tuit el jueves por la noche en el que se le olvidó hacer un llamamiento a la calma y anunció una investigación, ya que la versión de algunos vecinos y los compatriotas del joven senegalés señalaba directamente a los agentes.”

Estamos cada vez más manipulados, pero como si necesitáramos esa droga de Indignación continua. Desde La Sexta, una vez acabadas las sobredosis de mujeres y pensionistas, y lo de Cataluña se enfría, nos recuerdan que tenemos otro “deber”: la corrupción. Que no se nos olvide. 
¿Y luego? Obsérvese que cualquier cosa vale con tal de envenenar el ambiente. Por ejemplo, agigantar un problema que no existe de racismo. Eso es muy peligroso. ¿Cuantos no habían pensado que él o ella no es racista, pero que se vayan a su casa? 
No nos moverán, decía la consigna de la Incivil Guerra, pero nos agitarán, bien agitados, para que no tengamos un minuto de reposo para reflexionar. El caso es salir a la calle, no ir a trabajar, e indignarse hasta sudar de indignación apoplejíca. ¿Que ganan de Podemos? Agitar sus bases, sacudir a los adormilados, que las encuestas están muy flojas, y mostrarnos de paso cómo será regida España si ellos ganan. 
¿Se puede vivir así? Se puede gobernar así? Pero sabe alguien cuáles son los problemas de España? Obsérvese: casi todas las cifras que se arrojan unos a otros para defender su “causa” son exageradas o directamente falsas.

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