Lo bueno es que casi nadie habría entendido nada. Todos se echarían las culpas unos a otros, cuando los culpables son los que se han empeñado en crear un frankestein: el euro.
Lo de Italia es tan serio como para que se convoquen elecciones que serían un referéndum sobre el euro. No habría tiempo ni para decir amén. Por supuesto, antes de que llegaran esas elecciones, los mercados se hubieran cargado el euro sin que nadie lo pudiera evitar. Los mercados somos nosotros, que empezaríamos a sacar nuestro dinero de españa e Italia, y demás países sospechosos.
Y una vez sin euro, ¿como afrontarían estos politiquillos españoles del separatismo, donde iría la economía que va tan bien, donde iríamos todos?
El BCE no puede hacer nada. Está cargado de deuda italiana, que en caso de crisis, no cumpliría los haremos para poder ser recomprada. Lo único que puede hacer es mantenerla, ¿pero que pasa con la deuda flotante en los mercados cayendo a chorros?
A todo esto, casualidad, cambio de guardia en el Banco de España, y deseo lo mejor para el nuevo gobernador, que sé que es muy competente. Pero se va a enfrentar a un tsunami.
Para más explicaciones, Lean el artículo anterior.
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