"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 19 de enero de 2020

Economías de dos tipos

Hay dos tipos de Economía,
La que practican unos caballeros atildados con 
Chaquet y sombrero de copa, acorde con su clasicismo,
y la que hacen unos mentecatos en remangadas mangas de camisa.
Los primeros confían en la racionalidad del llamado Homo Aeconomicusº,
Pertrechado éste de interés propio a interés compuesto. 
Sabe ciegamente que los demás harán lo que él, aplicar la razón a la visión de futuro, sin desviarse un milímetro. Ladrillo a ladrillo, compondrán un vasto y bello cuadro armónico sin impurezas, ni roces lesivos, ni frustraciones, porque todos son conscientes que no hay mejor composición.
No habrá huelgas ni reclamaciones, cada cual sabe que no puede aspirar a más trozo de pastel. La armonía será recompensada por la armonía. La belleza del cuadro ocultará los agravios, siempre temporales en el peor de los casos.

El economista en remangadas mangas de camisa no cree que de la unidad racional lleve a la composición sin igual, armónica y sin fallos. Sabe que hay desajustes, errores y frustraciones, y que el intento de cada uno de rectificarlos lleva a más desajustes, errores y frustraciones. Hay una cosa llamada incertidumbre, que opaca la visión de futuro. Cuando la incertidumbre crea una densa niebla, no habrá ninguno que se atreva a cometer un error, porque, ¿como se compensará con otro error? Bajará crudamente la inversión y la contratación. 
¿Cómo  explicar al trabajador que la huelga no lleva más que a despidos y un salario menor? ¿Cómo  explicar al inversor que su deuda le llevará a la quiebra, por muchos cálculos que haga? ¿Cómo calcular el valor de su empresa, si no sabe cual será el tipo de interés del futuro?
En la perfecta armonía aparente, en la que todos se relamen pensando que “Esta vez es diferente”, un pequeño mosquito pica al jefe maquinista, que molesto, se sacude un manotazo en el ojo y eso sube el tipo de interés. ¡Sorpresa general! Descabalgamiento de las deudas, todos quieren vender sus posesiones. Pero nadie quiere comprar, tan sólo vender. 
¡Ah, Me he equivocado, me he equivocado, pero ya es tarde! La avalancha no cede, avanza. Los precios caen, se despendolan, consultemos a los oráculos, despanzurremos las ocas del Capitolio.
Las ocas corren despavoridas. Sin embargo, algunas se dejan coger creyendo que les van a dar un premio. 
Lo que sigue es una gran locura de dictámenes y contra dictámenes, que si esto que si lo otro, que si subir los tipos de interés, que si bajarlos. ¿Devaluar? ¿Bajar o subir impuestos? Todos quieren ser consultados por el rey. El Rey pasa revista a los arbitristas, y se aburre. Lo que le gusta es cazar. Sueña con organizar grandes simposios mundiales, con sección de caza incluida. Dice a su edecán que llame al rey vecino, a ver qué le parece... sí, habrá un simposium mundial. Y otros, y más...
Al final, los del sombrero de copa dirán que la culpa la tienen los intervencionistas, por no haber dejado que las cosas siguieran su curso natural. Si el río se desborda, el nuevo cauce será lo natural. Si aumenta el paro, será lo natural. Si el enfermo tiene apendicitis, se morirá de muerte natural, como si es un cáncer. Dejemos que lo natural siga su curso. 
Se hablará de volver al patrón oro, añorado por algunos de la chistera. Se resucitarán economistas muertos, esto es ineludible. Nos enteraremos por enésima vez que Keynes era homosexual.
Todo vale, pues al final se hará lo contrario a lo prometido. Bajaran los impuestos y los subirán. Algunos sacarán tajada y se enriquecerán. Otros serán la generación perdida. Siempre hay una generación que pierde el tren y el siguiente. O dos. Siempre. 
(º) Homo aeconomicus es un término que define una aproximación o modelo del Homo sapiens, como ente que actúa para alcanzar el bienestar más alto posible dada la información disponible sobre oportunidades y restricciones, tanto naturales como institucionales, y teniendo en cuenta su capacidad para lograr unos objetivos predeterminados[4]​. Este enfoque se ha formalizado en algunos modelos de las ciencias sociales, particularmente en economía. (Wikipedia) 

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