"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 11 de marzo de 2020

Políticas que se deben esperar en esta tesitura

Los gobiernos deberán hacer frente a un verdadero problema de oferta sanitaria, pues ninguno tiene los medios sanitarios suficientes para el nivel de contagio alcanzado. Hay un autentico déficit de oferta en este sentido, lógico pues dicha oferta no está calculada para situaciones de excepción agudas. Nadie tiene el número de camas hospitalarias suficientes más que para situaciones cotidianas y algo más.
En economía,  también los gobiernos deberán hacer frente a lo que yo llamo la “crisis de interconexión” entre entidades, agentes, empresas, que se van a encontrar sin proveedores, por lo tanto desabastecimiento, y que exigirá del sector público líneas de soporte financiero para que quiebren el menor número de empresas posible, e incluso deberá convertirse en caso extremo en último oferente de bienes esenciales. 
Una y otra cosa exigirán recurrir a emisiones de deuda especiales que deberían ser bien recibidas por los mercados, para lo cual la garantía de organismos como el FMI o la UE, por ejemplo, será vital para que no suban los tipos de interés.
Por lo tanto, el nivel de deuda pública va a aumentar, y el del sector privado también, por eso se requiere apoyo y soporte de las Entidades públicas más solventes. Eso podría desactivar los primeros signos de desconfianza apreciados en los mercados del seguro del crédito, que deben ser abortados lo antes posible. Pero también es de exigir seriedad en la gestión presupuestaria para infundir confianza.
Hay, por lo tanto, que dar seguridad crediticia como proponía Larry Summers. Esto seguramente podría hacer cesar los conatos de pánico que se han visto, pues si se desarrollan, los mercados pueden sufrir un gran castigo si llegamos a una situación de extrema demanda de liquidez, lo que no se llenaría a un nuevo 2008. Los bancos centrales no pueden hacer mucho a este respecto, si no es coordinar esfuerzos para garantizar líneas crediticias que ayuden a prolongar  la confianza en la estabilidad financiera. Algo así ha hecho el Banco de Inglaterra.
Mañana oiremos a la nueva presidenta del BCE, Cristine Lagarde, y sus palabras deben oírse con gran atención porque hablará del futuro, esperemos que para tranquilizar los mercados. 
Con todo y con esto, no debemos ser tan optimistas como para pensar que los cortes entren proveedores y clientes de las millones de cadenas de producción no se van a dejar notar en una contracción de la economía, inevitable, que sólo remitirá cuando la crisis sanitaria pueda decirse que está salvada.

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