"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 20 de abril de 2020

El Banco de España hace sus propias previsiones

Hoy hemos conocido las previsiones de Banco de España.
Antes de mis breves comentarios, quieren que oigan la opinión de JR Rallo, A mi juicio impecable y que suscribo 100% (aunque sea un íntimo enemigo mío por mi reticencia a los Austriacos del Juan de Mariana). En https://youtu.be/gaIGF9MvQOY encontrarán dicha opinión de Rallo que vuelvo a recomendarles vivamente. 
El BDE dibuja tres escenarios de menos a más graves. En el primero en dos meses volvemos a una normalidad que permite reiniciarse la actividad sin mucha pérdida de capital productivo (8 semanas), lo que llevaría a una contracción del PIB en 2020 del -6,5%. A medida que se va alargando el periodo de recuperación de la normalidad, aumentan los riesgos sobre el capital instalado (obsolescencia, depreciación), y es más grave la contracción, pudiendo llegar, en el peor escenario (12 semanas), al -13,6%.
Ahora bien, lo que no acabo de tragar de estas previsiones, es que cuanto más fuerte sea la caída del 2020, mas robusta será la recuperación del 2021. No me cuadra porque para eso hay que suponer porque sí, que la pelota rebota más fuerte cuanto más caiga. Pero la economía no es una pelota, y el deterioro del las estructuras y del capital no son sin coste para la recuperación. Pero aún en el supuesto que BDE está en lo cierto, no se recuperan los niveles de PIB del 2019 hasta en 2024, algo terrible. 
Hay otro condicionante más, que es el la deuda pública, amenazante en un contexto de un gobierno gastador, y una Europa que parece reacia a tomar medidas decisivas. Es decir, que el déficit y la deuda aumentarán, necesariamente. la institución calcula que déficit público de 2020 podría situarse en una horquilla comprendida, aproximadamente, entre el 7% y el 11% del PIB. Para 2021, estima que el déficit estará entre el 5,2% y el 7,4%. Por su parte, la deuda pública se situaría este año y el próximo en niveles comprendidos entre el 110% y más del 120% del PIB, aproximadamente.
El problema no es la cifra en sí, sino si éstas cantidades  han a financiar a tipos de interés bajos, o no tan bajos, que nos lleven a una carrera de aumento de deuda porque los pagos de intereses crezcan más que el PIB, lo que nos llevaría sin remedio a un default. 
Y no hay nada garantizado. En el siguiente gráfico, 



vemos que ha habido ya dos conatos de aumento de la prima de riesgo de España que está en el ojo de mira de las Casas de cualificación, lo que nos impediría tarde o temprano acceso a la financiación exterior (y sólo puede ser exterior, pues el que produce la moneda es un ente exterior, que no está a nuestro servicio). Y esto es una virtud, sin duda, con un gobierno como el que tenemos, incapaz de relacionar el riesgo de sus actos con el tipo de interés. 
Este problema incidirá sin duda a la baja sobre las expectativas de los inversores, lo cual afectaría negativamente - muy negativamente - a la situación previsiones comentadas, que se han hecho en base a la economía real, sin tener en cuenta el efecto boomerang de la deuda.
En resumen, sigo pensando, frente al BDE, que no hay salida en V. No creo que cuanto más hundido sea el fondo de la recesión, más vigorosa es la salida. Veo una contingencia especialmente alarmante en la deuda que se predice, porque condicionará la salida y el futuro. 
Estamos en las peores circunstancias con el peor gobierno posible.

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