"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 17 de abril de 2020

“El mundo no volverá a ser igual”

Se oye mucho esta frase, pero cuando intentas que el interlocutor precise un poco la idea, farfulla. Como dice Cristina Losada, “filosofía de salón”.
El mundo no será igual porque nunca lo es. No somos iguales a nuestros padres de los años setenta, ni lo valores hippies son como el neocomunismo de Pablo Iglesias. Pero no será dinstinto en que el habitante que quede será esencialmente igual, porque el hombre nunca cambia. Si algunos creen que vamos a salir de esta crisis con otros valores, por ejemplo más altruistas, o ‘solidarios’, que se lo piense. En el mundo siempre ha habido más o menos la misma dosis de egoísmo, a la par que de generosidad, y si ésta es tan Loada, admirada y bendecida, supongo que es porque no se da a grandes dosis. Y no es malo, es simplemente natural. Hemos de esforzarnos para pensar en los demás.
A la mayoría de la gente le gusta que se piense bien de ellos, bueno, a todo el mundo, en realidad. Pero las poses de algunos en la Tv para mostrar lo altruista y desinteresado que es, da vergüenza ajena. Hacer pan y bollos en casa durante el confinamiento da muchos puntos. Nadie dice que es egoísta por naturaleza, y que si es una pizca generoso es por educación e incluso cálculo. Yo prefiero reconocerme a mí mismo lo que soy, no es ningún misterio: soy egoísta, mentiroso, más o menos como veo en los demás, salvo que éstos no lo reconocen. Y como decían George Brassens, “la musique  qui marche pas, cela no me regarde pas”.
Así que eso de que el mundo ya no será nunca igual, permítanme que me carcajee. En cuanto pase el susto del virus, seremos igual. Se nos habrá olvidado la pesadilla, iremos a tomar cañas y a trabajar (el que pueda), de vacaciones en verano, y lo único que nos puede caer encima es una pesadilla de devolver la deuda que ya hemos gastado, pero que ahora resulta que hay pedir otra vez por eso, porque ya la hemos gastado. Esto igual influye en más o menos tasa de paro, más o menos renta disponible. ¿Pero han cambiado los griegos de estilo de vida por la gigantesca deuda que deben? Que yo sepa no. No hay mejor filosofía que el sirtaki para después de un desastre económico o una mala racha, o una resaca. Aquí se lo dejo.



1 comentario:

Pablo dijo...

Jajaja!!! Sencillamente maravilloso. Ardía en ganas de decirlo Miguel; de esta saldremos, menos, pero igual de cabronazos que entramos. Es que hoy todo el mundo está de un sensible!