"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 7 de junio de 2020

España no es ni será un país capitalista

España es un país occidental - el más occidental de Europa -, y sin embargo le falta un hervor en muchas cosas para llegar al nivel de los países llamados así. Como los demás países occidentales, es de origen cristiano, que es el común denominador de este grupo. Pero ¿es capitalista como lo son Suecia, u Holanda, o EEUU?
Nones. Yo lo clasifico como semi, o pre, o protocapitalista. Ademas, no creo que llegue a serlo alguna vez. Cuestión de cultura. No me refiero a la alta cultura, sino a la cultura de las costumbres, de las ideas imperantes, especialmente referentes a la visión de ciertos hábitos económicos, y muy especialmente a la propiedad privada y al empresario. 
Muchos signos nos dan la clave. Por ejemplo, entremos en el museo del Prado, la mejor pinatoqueta del mundo, y qué vemos. El Museo Del Prado contiene principalmente los retrato sobre de la familia real desde los Austrias hasta los Borbones, Las dinastías que no se ha gobernado desde 1520. O cuadros encargados por ellos. 
Reyes, reinas, infantas, príncipes, con joyas, con armaduras, a caballo, en sus salones privados... aquí no hay burgueses que quieran cultivarse y adornarse de las bellas artes, sólo casas reales, aparte de pocas excepciones... muy tardíamente, creo que mucho más tarde que en otros países, como las ciudades italianas del renacimiento (La galería Florentina de los Uffizi - los oficios), u Holanda, Gran Bretaña, etc, en España no aparece el burgués orgulloso de su obra que encarga cuadros para su lucimiento y de su familia hasta el XIX. 
Los cuadros de un Veermer, un Rembrandt, son pinturas que nos evocan la cotidianidad del pueblo en su vida corriente en torno al XVII. Si encuentra alguno en el Prado es por adquisición. 


Es una evolución del arte desde luego muy diversa a la de España, que muestra una sociedad más moderna y compleja al menos desde el XVII.
No es más que un ejemplo de diferente enfoque de la vida. Podríamos pensar en muchos otros que apuntarían a lo que quiero decir: la aparición de la burguesía y su crecimiento social es muy tardía en España, ¡si es que alguna vez se ha manifestado! 
¿Quienes eran esos burgueses orgullosos de su papel social?; eran los antecesores de los capitalistas. Eran capitalistas, pues corrían riesgos para llevar su empresa adelante, y esa es la característica esencial del capitalista: alguien que, arriesgando la quiebra, adelanta un dinero para producir algo, y paga unos salarios a los que trabajan para él. “Inventa” la contabilidad, se financia mediante los bancos, y poco después mediante la emisión de participaciones en sus empresas. Poco falta para que esas participaciones sea necesario transmisibles y se inicie el mercado de acciones. Así, se va mercantilizando lo que en un principio no era más que una garantía, y se inicia el mercado de garantías. Ídem con las participaciones. 
En este aspecto hay un dato hartamente significativo: la bolsa de Amsterdam fue fundada en 1602. La de Madrid en 1831. Más de dos siglos de diferencia que podían muy bien atribuirse al retraso de España en costumbres e ideas que tanto cuentan a la hora de equiparar comportamientos. 
Otro ejemplo, esto posterior (en torno a 1840), u se suma importancia es el retraso en la construcción de ferrocarriles respecto al resto de Europa, que se ve en la imagen,




Precisamente el ferrocarril, y le electricidad, se  consideran las dos innovaciones más significativas y de más la largo alcance en la fase de mayor crecimiento de Occidente.

Yo achaco este retraso abismal a que somos reacios al espíritu capitalista. Y no anda muy descaminado Max Weber al afirmar que el espíritu del capitalismo deriva del protestantismo, mientras el catolicismo se ha hecho notar por su rechazo de éste desde siempre, más desde el cisma de Lutero.
Sean las razones, complejas y variadas, las que han determinado esta evolución, el caso es que somos reacios, o al menos más que otros, a asumir riesgos y por mucho tiempo. Aquí es difícil ver hasta hace poco emisiones a 30 años por empresas privadas. La capitalización bursátil sobre el PIB es muy inferior a la de EEUU, y fíjense la divergencia creciente desde la crisis del 2008, debida a que mientras la bolsa americana se recuperó fuertemente desde el 2009, la española se arrastró. Habría que tener tiempo para glosar este hecho.



No, no somos capitalistas con devoción. Lo somos a pesar nuestro, y no somos conscientes de la estrecha relación entre el capitalismo, la propiedad privada y la democracia. Jugamos con fuego al dar por hecho que éstos factores son independientes, porque hoy, una parte del gobierno juega a destruir el capitalismo enclenque que tenemos y llevarse por delante la Constitución y la democracia de 40 años. La más larga que hemos vivido. 
Y no aparece en el horizonte nadie que haga frente a esta amenaza. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

De verdad, menuda porquería de tópicos y sandeces al tuntun....