Es curioso como en España los medios más potentes se empeñan en difundir una imagen muy negativa, caótica y decadente de este país, a base de trucar las cifras o presentarlas en bruto, sin relación con el volumen de población.
Pero el caso es que EEUU ha conseguido un crecimiento en el último trimestre de más del 4%, logrando colocarse a sólo un 2,4% de su Máximo de finales de 2019.
El paro se ha reducido, del 15% alcanzado en el zenit de la pandemia, al 6,3% de enero.
Para conseguir este logro espectacular, la economía ha tenido que crecer un 33,4% y un 4,1% en los dos últimos trimestres del 2020, lo cual señala a la robustez básica de la economía sobre la que se ha aplicado el dispositivo anti virus.
Por lo tanto, la artillería desplegada por la FED, más el esfuerzo del gobierno, han sido plenamente eficaces, conteniendo la incertidumbre y la desconfianza a un periodo bien breve.
En Europa, las cosas no han sido tan brillantes, aunque algo se ha conseguido en el conjunto. Claro que si quitamos los paises más poderosos, ya es más dudoso y se ve más claro el peso de la desunión dentro de la Unión.
El PIB del cuarto trimestre ha sido negativo en un -4%, aunque menos negativo que el tercero, por lo que se puede decir que ha habido un avance. La pesadilla ha sido la inflación negativa, sobre todo en algunos países como Grecia, con un -2,5% anual, lo que quiere decir que las intenciones del BCE han sido más eficaces para unos que para otros. Aquí, un panel
En el que pueden ver que la inflación ha sido acumuladamente negativa durante el año, y a la izquierda por países. Incluso cuando ha sido positiva, ha sido muy por debajo del 2% objetivo del BCE.
En cuanto España, la eficacia de la política económica anti virus no se puede definir más que de desastrosa. Las tasas de PIB por trimestre han sido negativas, de
-4,2%, -21,6%, -9% y -9,1%. La media del año respecto a 2019 -aproximadamente la media de esas cifras - Es del -11%. Un fiasco total de este gobierno en economía sin paliativos. A pesar de este fracaso, el gobierno no ha sido capaz de contener la deuda pública, que alcanzó un 117,1% del PIB. En otras palabras, para salir del marasmo en el que nos han metido, tenemos muchos menos recursos.
La situación económica de España no es ninguna broma, y la política tampoco, así que permítanme mis dudas sobre que en 2023 volveremos al Máximo de 2019. Esto no depende sólo de nosotros. Si, por ejemplo, los tipos de interés se pusieran a subir bruscamente - variable que no controlamos - las predicciones de crecimiento fallarían.
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