Fíjense en la línea azul, que es el diferencial entre el tipo a 3 meses y el tipo de los bonos a 10 años. Normalmente suele ser positiva. Desde que la FED empezó a subir su tipo de interés a un día, la curva de tipos se ha ido aplanando y, luego a ser crecientemente negativa. Eso se interpreta como que el mercado de corto plazo ha subido con el de la FED, pero no así el tipo a largo. Ergo los operadores señalan gritos que esperan que el tipo de interés corto tenga que bajar, porque la economía se va a contraer en unos meses.
Siempre que ha habido una posición negativa de este tipo, ha venido una recesión.
Fíjense en la trayectoria opuesta de las dos curvas. La FED empieza a subir tipos tras su “error” de permitir que la inflación subiera, y cuando se puso a la tarea de subir el tipo oficial, pronto los mercados de la deuda a largo plazo empezaron a poner en duda que pudiera seguir mucho tiempo.
¿Por qué? Porque saben que todo proceso antiinflacionista de subir los los tipos tiene un límite: la recesión siempre ha venido tarde o temprano y la FED se ha visto obligada a bajar tipos. Las recién crisis bancaria nonja hecho más que acelerar el proceso de la línea azul.
Es decir, recesión a la vista.
Esto demuestra que los bancos centrales no operan con información al momento, sino con retraso. No puede saber el momento óptimo para frenar la inflación (subiendo tipos) o la recesión (bajándolos). Siempre actúa, inevitablemente, con retraso. De ahí que hayan recesiones cuando sube los tipos y aumento de inflación cuando tiene que bajarlos.
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