"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 25 de julio de 2024

La confusa (y politizada) economía de hoy

En “Project Syndicate” me encuentro con un artículo de Jeffrey Frankel. Intenta explicar el insólito movimiento alcista a la vez del dólar, la bolsa americana y el oro. Esos tres elementos, muy sensibles a las expectativas de todo tipo, no suelen moverse en la misma dirección.

“CAMBRIDGE – The US stock market has been on a tear over the past two years. The S&P 500 has increased by roughly 40% since President Joe Biden assumed office in January 2021 and, along with the Dow Jones and NASDAQ, is repeatedly setting new records. Moreover, the dollar has strengthened sharply against every major currency, while the price of gold surged to an all-time record of $2,470 an ounce earlier this month.”

La subida del oro denotaría una desconfianza hacia el futuro de la economía y/o la inflación. Una notable incertidumbre sobre estos indicadores básicos levantarían sospechas que se convertirían en una carrera hacia el oro, como de hecho ha sucedido. 
Pero esto es incompatible con la subida del dólar, que en tres años se ha apreciado un 14% frente a las monedas más importantes. Este alza del dólar desde luego es perfectamente compatible con la subida de la bolsa: una gran confianza en la economía americana atraería flujos de capital que apreciarían al dólar y se volcarían en acciones, haciendo subir las bolsas. 
Desde los años ochenta del pasado siglo, lo que mueven las divisas son los movimientos financieros a través del mundo. Es lógico porque en un solo día se mueven muchos más capitales que pagos por exportaciones e importaciones. Además, las materias primas son hoy activos tan especulativos como cualquier valor puramente financiero. 
Por eso choca que el oro, el dólar y la bolsa se muevan en paralelo. Porque el alza del oro señala un foco de desconfianza que casaría mejor con una caída de las acciones. 
La economía americana, contra todo pronóstico de principios de 2023, se ha portado excepcionalmente bien. La FED ha conseguido la proeza de controlar la inflación sin causar una recesión, que todo el mundo anunciaba, y además es lo que ha pasado siempre. Ésta vez, la inflación ha caído a cifras cercanas al 2%, mientras el paro ha seguido por debajo del 4%. Nadie se lo esperaba. La economía ha crecido por encima de su media de los últimos 24 años. 
Digamos que la política fiscal expansiva - y endeudadora - de Biden ha contribuido a mantener una demanda de consumo fuerte. Por su parte, los tipos de interés altos de la FED han contenido la inflación. Esto desde luego no explica la explosión del oro, valor muy solicitado cuando las cosas van lúgubres o peor…
Quizás esta turbiedad se aclare algo con las elecciones y lo que resulte de ellas. Porque por ese lado sí hay nubarrones que podrían estimular las compras de oro - sea quien sea el vencedor-: Trump quizás sea bueno para los negocios, pero para Europa y su economía podría ser la ruptura de la Alianza Atlántica que ha funcionado bien… hasta 1990, cuando cayó el Muro de Berlín y emergió en el horizonte China. Por cierto, este país ha estado maniobrando con sus aliados comunistas para quitar al dólar su privilegio en los mercados, la moneda más demandada. Para ello se han confabulado para comprar oro y revalorizarlo frente al dólar, pero les ha salido el tiro por la culata. La estimación de oro, cuya muerte se viene anunciando desde los años 1960, sigue teniendo muy buena salud, en mi opinión por una razón muy sencilla: en comparación con los demás países, EEUU siguen siendo una marca de confianza para el dinero del mundo, aunque desde luego muestre debilidades. Pero sabes que allí la propiedad privada se respeta, mientras que en China el gobierno no hace ascos a la expropiación. El dólar tiene el mercado más amplio del mundo, y es la divisa que se usa como referencia entre otras monedas: si quieres cambiar libras por coronas suecas, el precio es el que resulta de comparar el dólar/libra con el dólar/corona. Eso es así porque para muchas monedas no hay mercados entre ellas… lo que hace al dólar la más líquida del mundo. Y la marca EEUU, en comparación, las más valorada moneda. 
También habría que tener en cuenta que China ya no brilla como hace 20 años en el panorama económico. Ha tenido una burbuja inmobiliaria inmensa, todavía ni digerida, que quiere hacer tragar a su pueblo con un ajuste salarial por decreto. Por primera vez, la clase media china sufre una baja salarial y una abrupta caída del su patrimonio inmobiliario, y se sospecha que sus bancos están trufados de activos chungos. Un colapso que quieren sofocar con métodos marxistas, es decir, por las bravas. Eso podría explicar una parte de la riada hacia el dólar y el oro a la vez. 

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