"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 5 de agosto de 2023

Deseo vehemente de lo sobrenatural

Felix de Azúa nos hace aquí un pequeño, pero excelente ensayo, sobre nuestra constante ansia de lo sobrenatural en cualquiera de sus  manifestaciones, todas ellas en realidad creadas por la imaginación del hombre. Estos contactos con lo maravilloso, reiteradamente glosados en los medios, son la prueba de la insatisfacción de la vida cotidiana, ayuna siempre de de la felicidad huidiza e inaprensible. 

Pues feliz no es quien se declara feliz. Y quien así se considera, qué casualidad, tienen una historia maravillosa de estas para pregonar.

Antes, estos impulsos eran encuazdos por las Iglesias, que pugnaban entre sí para monopolizar el márchamo de la verdad. Toda una organización se encargaba de dictar doctos títulos irrefutables bajo penas graves.

Ahora ya no hace falta. Pero las autoridades de antaño ven con suspicacia la aparición de nuevas apariciones fuera del canon prescrito.

jueves, 3 de agosto de 2023

España, en su peor momento desde la Transición

España está en un riesgo cierto, y creciente, de desaparecer como unidad política. Es un riesgo cierto porque hay muchas evidencias de ello, y es creciente porque veo que se desmoronan los últimos focos de resistencia habidas hasta ahora.
Como dice Vidal Cuadras, en un excelente artículo en el Vozpopuli de ayer, 
“Hay cosas tan desagradables de asimilar que la gente automáticamente da por hecho que eso no puede pasar”. Es una reacción tan natural como inepta: da lugar a amargos despertares. En la inminencia de la I guerra mundial se pensaba, y se creía, que iba a ser una cosa tan horrorosa para todos, incluso vencedores, que no podría pasar. Sucedió y, efectivamente, fue mucho peor de lo imaginado. El armisticio y La Paz de Paris fue el origen de la II Guerra Mundial.
Las elecciones en España de la semana pasada serán una elecciones recordadas sombríamente. El resultado muestra el exceso de confianza de un pueblo que ha dejado todo el poder efectivo en manos de sus enemigos más peligrosos. Sólo una semana más tarde, antes de que se forme gobierno, nuestros peores enemigos ya están haciendo proyectos, sin ocultarse, para acabar con el sistema político y la Nación. En todo caso van a encender una mecha que podría llevarnos a una situación sin retorno, cosa que bien lo saben ellos, y lo desean. 
España lleva ya más de un siglo sumisa a una ideología que, increíblemente, ha sobrevivido hasta hoy, pese a que no tiene ninguna base real. Esa ideología se nutre da la Leyenda Negra contra España que tejieron sus enemigos cuando era el mayor Imperio del mundo. Su desarrollo fue tan normal como cuando ha existido un Imperio odiado por los pueblos sometidos, es un arma política perfectamente lógica. 
Lo que no es lógico es que con el paso del tiempo, el Imperio desapareciera, y la Leyenda se consolidara ¡por su absorción y difusión por los propios nativos del pasado Imperio! España ha tenido periodos de melancolía sobre sí misma que le ha hecho mucho daño, por inhabilitarla para la acción positiva y renovadora. 
En el siglo XX, con un régimen homologable a cualquiera de Europa (monarquía parlamentaria, elecciones, libertad de prensa...), España se enredó en un periodo de negatividad, en parte muy difundido por su mejor generación literaria, la generación del 98 (llamada “de plata”). Estos escritores se leyeron y vendieron muy bien en España y en el extranjero; por otra parte, ese espíritu no dejaba de estar correlacionado con las demás culturas cercanas, en unos momentos de gran desconcierto. Culturas post románticas, despertadas con resaca del entusiasmo del romanticismo, y caídas en la desorientación por las sucesivas crisis, especialmente la de entreguerras de 1919 a 1940.
En todo caso, España se impregnó de esa cultura teñida intensamente de ese pesimismo con raíces en la Leyenda Negra. Su contraseña más conocida era “echar las siete llaves al sepulcro del Cid” (Joaquín Costa). Es decir, renunciemos a nuestra épica, nuestra historia, y empecemos de cero. Este comenzar de cero casaba muy bien con las nuevas ideologías republicanas y socialistas (por no hablar de los anarquistas), que soñaban con romper definitivamente con el pasado y “demoler” todo antes de edificar una nueva sociedad.
Cuando la I gran guerra, España se declaró neutral y eso le benefició económicamente. Pero el fin de la guerra en 1918 no fue, ciertamente, una circunstancia positiva del todo, agravada además porque España fue orillada en todas las negociaciones y tratados de paz, pese a su papel de intermediario neutral oferente de elogiados servicios sanitarios y de refugiados. España y los países europeos entraron en una fase de desorientación. Un poco antes, en España 1917, habían empezado a verse conflictos graves que pusieron en vilo la existencia del estado. Ya anteriormente, los conflictos coloniales y sucesivas derrotas en Marruecos dieron alas a nuevos grupos de interés con gran fuerza combativa, como el anarquismo y el socialismo, cuya acción contra la totalidad del régimen, sin un recambio preciso que no fuera la dictadura de proletariado o la anarquía, iba a ser reiterada y persistente. A ello se unió un nuevo nacionalismo, asociado por naturaleza destructiva a las fuerzas de izquierda. Los tumultos reiterados tuvieron un amplio eco en el continente por las redes correligionarias ya vigentes. Ese eco fue favorable a las fuerzas de la izquierda.
Eso fue lo que más tarde, en la República y guerra civil, iba a encarnar lo esencial del espíritu antiespañol. Espíritu que ha pervivido hasta ahora, y que esencialmente es la negación de cualquier virtud a la historia de España: es decir, la Leyenda negra en su esencia. 
Lo malo es que enfrente no había una fuerza coherente que defendiera los elementos más destacados del régimen político, como hemos dicho homologable al resto de Europa. La oposición radical, cuando logró representación parlamentaria, actuó con la intención, declarada en alta voz, que su objetivo era acabar con la monarquía y el régimen “burgués”. Eso fue una característica de España: el radicalismo político de los partidos de izquierdas, nunca bien avenidos con la socialdemocracia progresista europea, más inclinados a la dictadura del proletariado leninista.
Tras varios forcejeos, una dictadura y una malhadada República, lo consiguieron por un breve periodo antes de la Guerra  Civil...
Volvamos al presente. Nos encontramos con una situación que se encadena, de una manera sutil, con lo que acabo de resumir sobre el “pesimismo contra España”. 
Hoy, después de las elecciones del 23 de julio, estamos ante una confabulación apenas disimulada de los que hoy encarnan ese odio a la esencia española, la cual ha demostrado ser perfectamente compatible con la más exigente democracia. Pero los nacionalismos no quieren esto. Su odio a España les lleva a querer destruir lo que nos une, sin importarles lo que pase después, pues ellos ya “se habrán ido”. A esta fuerza, en principio minoritaria, sería perfectamente controlable por la gran mayoría. Lo que pasa es que esa mayoría está fragmentada por la mitad, una de las cuales se encuentra muy a gusto compartiendo destino con el separatismo y hacer su tabula rasa. Esa mitad, que es el PSOE, el partido hegemónico de la Transición, se ha inclinado desde hace un par de décadas al plan destructor de los separatistas, pero haciendo el hincapié en su radicalismo socialista y su desdoro por la monarquía democrática parlamentaria. Incluso han querido cambiar la historia para apropiarse de la evolución política, entroncándola con la II República que ellos dominaron y demolieron  con fruición. Es que era una República “burguesa”, aunque, irónicamente, ellos mismos la habían levantado. 
Hoy, como antaño, está presente ese espíritu de demolición a cero, por ser un estorbo la democracia de hoy para instalar una República, con derecho de autodeterminación, en realidad una España troceada en varios estados nacionales en un viaje sin retorno hacia lo desconocido. Todos los movimientos que se han hecho hacia ese precipicio no han sido del todo enfrentados y anulados por los sucesivos gobiernos. Al revés, se han alentado y se les ha facilitado el camino. Ahora mismo se asiste a un mercadeo bochornoso entre independentismos y terroristas por un lado, y un partido que se supone es de estado, cuando es el que más ha hecho para acabar con el estado nacional desde que su ramal catalán se hizo campeón de los separatistas. El resultado electoral propicia este dislate: una situación de impasse cuya resolución está en manos de un par de grupos anti españoles, muy minoritarios, pero decisivos. 
Esta estrambótica situación pone en peligro la democracia del 78 y al mismo Jefe del Estado, el rey Felipe VI, primera pieza a caer en el proceso de ruptura de España. 
Llegado aquí, cedo la palabra al elocuente y melancólico artículo de Fernando Savater, ayer en El País. Mejor no se puede decir.

Estamos ante una grave crisis política, en la que lo que ha caducado, QUIEN HA PERDIDO, no está dispuesto a hacerse a un lado y lo nuevo, QUIEN HA GANADO, carece del empuje necesario para abrirse paso. El bloqueo está servido, para más escarnio, en plena presidencia española de la Unión Europea. Y lo más escandaloso es que asistimos a una obscena búsqueda de votos, a cualquier precio, por parte del perdedor de las elecciones para evitar su propio funeral.

Esta extraña circunstancia pone a prueba el reinado de Felipe VI. Ha llegado el momento de la verdad. Tendrá que demostrar su capacidad de arbitraje, con el riesgo, haga lo que haga, de que media España sufra una fuerte decepción y se vuelva contra la Corona. La gran pregunta que muchos nos hacemos en estos momentos críticos es:

¿Puede encargar la formación de Gobierno a un político que ha perdido las elecciones y que se presenta en La Zarzuela con el aval de un fugado de la Justicia, que dio un golpe contra el orden constitucional, y con el voto de una serie de formaciones cuya razón de ser consiste estrictamente en acabar con la UNIDAD DE ESPAÑA y cargarse la Constitución, empezando por la Monarquía?

La prudencia del Rey no consiste, pues, en conformarse con cumplir un engorroso trámite, haciéndose fotos en palacio a la puerta de su despacho con cada uno de los representantes de los partidos. El arbitraje exige actuar con tacto, pero con determinación, pensando en el bien de la nación… y lo que está claro es que el “bien de la Nación” no es entregar el PODER a quien lo quiere para destruir esa Nación. ¡Majestad, hay que salvar la UNIDAD de España, tiene que mojarse!.”

Bibliografía. 
Julián Juderías, “La Leyenda Negra”
Jose María Marco, “La Libertad traicionada”
Ibidem, “Azaña, el mito sin máscaras”
Stanley Payne, “En defensa de España”
Ibidem, “El camino hacia el 18 de julio”
Ibidem, Alcalá Zamora, “El fracaso de la República conservadora”
Pío Moa, “Los orígenes de la guerra civil”
Ibidem, los personajes de la República vistos por sí mismos”


Lectura política de las deudas comunitarias

En el gráfico (que tomo de El Debate), la deuda acumulada por las 17 Comunidades Autónomas hasta la fecha, de más a menos endeudadas:




Como podrán adivinar, esta clasificación no es obra del azar, sino de la política que se practica a espaldas de los ciudadanos. 
Esta deuda, aclaremos, no es deuda estrictamente debida por cada Comunidad. Es la deuda que se ha gastado esa comunidad a lo largo de su existencia, pero en verdad ésta no se hace cargo de su devolución. Aunque no se dice, es consabido que tiene la garantía del estado. Es decir, el estado se hace cargo de ella, por lo que no hay ninguna responsabilidad financiera de la comunidad que registra la deuda. 
La deuda es, matemáticamente, la suma de los déficits generados anualmente. Las comunidades que apenas registran deudas - que son la inmensa mayoría - No la han necesitado porque sus presupuestos han sido equilibrados. Eso debería haber sido la tónica general, pero no ha sido así. Cataluña, Valencia y, a mayor distancia, Madrid y Andalucía, registran una deuda sustanciosa, sobre todo las dos primeras. Nótese que Madrid no tiene deuda FLA, que ahora pasamos a explicar.
FLA fue un dispositivo creado por Cristóbal Montoro, en el gobierno de Rajoy 2012-18, para ayudar con liquidez a las Comunidades más afectadas por la crisis del 2008, la Gran Recesión. Si nos atenemos a su nombre, Fondo de Liquidez Autonómica, debería ser ayuda líquida a corto plazo para solventar pequeños baches transitorios de Tesorería, con devolución a corto plazo, pero la realidad es que se han ido acumulando hasta alcanzar cifras que ocupan gran parte de la deuda total. Es decir, ha sido un modo de financiación irregular pero sistemático, que también tiene una explicación política.
¿Por qué Cataluña es con mucho la Comunidad más endeudada? Porque desde 2004, empezó a ser un problema político en gran parte creado y potenciado por Zapatero, presidente del gobierno de 2004 a 2012. Zapatero fue quien resucitó el nuevo estatut de Cataluña cuando en Cataluña lo daban por muerto. Cataluña tenía un estatuto de acuerdo a la Constitución. A principios del 2000, empezaron a sacar la cabeza los movimientos independentistas, apoyados por el PSC, la rama del PSOE en Cataluña, en realidad un partido que manda sobre su homólogo en Madrid. 
Se considera el PSC partido español, pero es rotundamente falso. Actúa a la chita callando a favor de los independentistas. Este papel es crucial para entender la fuerza que muestra el independentismo frente al gobierno central, sobre todo cuando es el PSOE quien gobierna.
Por ejemplo, el PSC ha apoyado la propuesta de que el gobierno condone o perdone la deuda total de Cataluña. 
Pero vayamos al principio. Con el inestimable apoyo del PSC, los partidos catalanes, como se ve en el gráfico, han dispuesto de una financiación de facto muy superior a las demás comunidades, lo que demuestra que el constante chantaje de Cataluña a España les ha funcionado. Con ese dinero han financiado sus embajadas, sus propagandas políticas, sus instituciones pro separatistas, sin escatimar lo que fuera necesario.
Porque esta deuda nunca se va a devolver, y además piden que se les perdone en premio por apoyar la gobernación del nuevo gobierno de Sánchez. Es de suponer que el siguiente paso sería acceder a la independencia una vez limpios de deudas, cómodamente instalados en los mercados internacionales, eso sí, con moneda propia pues se prevé que no entren en el euro (al menos al principio). Una situación óptima para la flotación de un nuevo país si es bien gestionado, pero eso es otra historia. Hasta ahora no han dado muestras de saber gobernar su “pequeño país”, pese a la financiación ilimitada que se ve en el gráfico.  
La condonación de la deuda de las comunidades más endeudadas sería un agravio para las comunidades más ahorrativas, en el doble sentido de que tendrán que pagar con sus impuestos esas deudas políticas, y que ellos no han disfrutado de esa financiación ventajosa. 
Pero es en lo que estamos. Un país dividido en dos bloques. Uno, el defensor del orden constitucional; el otro, en manos de los separatistas, cada vez más potente pues cuenta con el “gran” partido PSOE, a través de su ramal catalán, que admite y potencia todas las locuras separatistas. Esto es innegable, empezando por el que debería llamarse “Estatut Zapatero”.
No se puede descartar, además, que el PSOE tenga un plan de sustitución del régimen de la Transición por una República bananera a su medida. Muestras de ello han dado de sobra.

miércoles, 2 de agosto de 2023

Curioso: con España partida en dos bloques, se habla de cancelar deudas autonómicas

Un nuevo crujido del débil cordón que nos une: varias comunidades, lideradas por Cataluña, claro, quieren que les condonen la deuda. Lo de Cataluña es claramente un paso previo a independizarse limpios de deuda. Lo de otros, como Valencia, del PP, un modo de recuperar capacidad financiera, al tiempo que se escinde un poco más lo que nos une...
En esta tesitura árida del verano post elecciones, la búsqueda desesperada de apoyos de investidura hacen estallar un tema oculto, que se presenta ante nosotros con todo su nauseabundo olor.
Y es que los catalanes del Junts (partido, como saben, de Puigdemont, el fugado, que negocia con Sánchez un apoyo de investidura y/o gobierno), apoyados por el Partido Socialista Catalán, se están manifestando por una quita (o condonación) de su deuda ante la banca y el estado central. La cifra de deuda de Cataluña asciende a 85 mm de €. Aparte de eso hay una cantidad en el epígrafe FLA de 72 mm €, por lo que temo que la deuda de Cataluña sea la cifra de ambas cifras.
FLA es el fondo líquido de ayuda del gobierno central, creado por Cristóbal Montoro, ministro de hacienda en 2011-18, para puntuales momentos de falta de liquidez de las CCAA, se supone que devueltos en breve plazo. 
Pero me temo que esto no es así: me temo que se trata de una financiación por tiempo indefinido, y por tanto una financiación encubierta, a coste de interés cero, nada de liquidez a corto. 
Una quita de deuda por parte del gobierno central es un agravio para las Autonomías menos endeudadas, que de repente sus ciudadanos pasan a ser titulares de una deuda que no han generado.  
La elevada cifra de 85 mm de deuda de Cataluña, y de otras comunidades, nos está diciendo a gritos que el sistema de financiación de comunidades es un apaño grosero insostenible. Y es así porque se entrevé la mano de la política más rastrera, guiada por un juego de presión por cual el que  más chantajea se lleva la mayor capacidad financiera a coste por debajo del mercado, pues tiene garantía del estado.
En este juego injusto, la deuda de cada una de las comunidades acaba pagándola el estado central, es decir, todos los españoles, pero en un reparto arbitrario e injusto para las comunidades que menos se han endeudado. La deuda nacional sería engrosada sustancialmente, como veremos más adelante..
Se dice, y es correcto, que el fuero fiscal especial concedido a País Vasco y Navarra, es un agravio contra el resto de España. Eso es muy cierto. Durante muchos años los catalanes aspiraron a ese estatus. Pero eso sería dar fecha de cierre a la nación. Como no se les podía dotar con él a las claras, se transitó por los calabozos más tenebrosos de la administración (por supuesto, como tantas otras cosas, a espaldas del ciudadano, donde no hay pactos escritos): simplemente se hizo la vista gorda a su endeudamiento, que tarde o temprano asumía el estado central, y se dispuso un canal de préstamo camuflado de anticipo de liquidez, el FLA del que hemos hablado. 
Así todos contentos. El gobierno porque acallaba a los catalanes, los catalanes porque por la vía de los hechos disponían de un holgado régimen similar al Vasco Navarro, es decir, de alta capacidad de gasto, y al resto de España porque no se enteraban. Los españoles votan por ideología, creencias, no por los hechos, que además no son transparentes.
Pero qué pasa: que los catalanes quieren más (siempre quieren más) y quieren independizarse, incluso los socialistas del PSC, ramal del PSOE; por ello quiere limpiarse de la deuda acumulada, que sería una lastre para su tesoro recién puesto en los mercados exteriores. No se puede fletar un flamante bote con un lastre tan grande de 85+72 mm... hay que votar a Sánchez la investidura, si sólo si, nos limpia la deuda esa, que total es suya - como todo lo  malo que nos pasa, porque nos oprime -, y fletamos la Independencia libre de cargas que manchen nuestro nombre. Como tendremos nuestra propia moneda, tendremos una capacidad de emisión de deuda casi ilimitada... porque en principio no estaremos en el euro, pero ni falta que nos hace. Ya llegará.
Y ya han empezado a chirriar las quejosas piezas de la nave nacional, que en vez de levantarse a una contra el complot catalán, se parte por intereses particulares: hay regiones que han echado sus cuentas y, oye mira, que si a los catalanes y tal, a nosotros nos conviene, por ejemplo Valencia  (del PP) lo ha dicho.
Conste que esta operación de endilgarle al estado central la deuda es fraudulenta, y a costa de todos los españoles que pagan impuestos. En un sencillo ejercicio aritmético sobre el cuadro de abajo, vemos que la deuda pública total pasaría del 113% de PIB al 145%, sumando las partidas que se habían colgado bajo el honesto título de “consolidación” (consolidación espuria, pues los activos de las CCAA en manos del estado central no son activos vendibles).



En efecto, las tenencias de deuda de CCAA en el activo del estado son nada menos que del 26% del PIB (más 3,6% de municipios, y otro tanto de las empresas públicas), y ésta es la cifra del problema que ha estallado: una deuda de un cuarto del PIB español que las corruptas autonomías quieren pasarle al estado aprovechando que el Partido Socialista Catalán ha levantado la liebre. Como para fiarse de estos.
Y ¿cual sería el siguiente paso de las Autonomías “liberadas”? Pues el paso lógico, es moverse hacia la independencia si nadie se lo impide. Así es soberana para imponer un nuevo sistema impositivo libre de cargas financieras, lo que de salida, no está mal. Un movimiento este que se antoja irreversible dada la poca afición de los demás políticos en cumplir la Constitución.
Debemos ser conscientes que en este juego, mortal de necesidad, no hay partido decente: todos juegan al juego “del último que cierre la puerta”. El mismo PP se ha escindido en dos.
En otras palabras, la declaración de independencia es un riesgo cierto. 
Sencillamente, no se debe tolerar. Debe sofocarse este incendio de verano por la vía más rápida posible. Y acordar por mayoría cualificada una solución definitiva a este gravísimo problema. ¿Es concebible? Soñar no ocupa lugar...

lunes, 31 de julio de 2023

El camino hacia la Guerra Civil. 1934 según Stanley Payne

El levantamiento de los socialistas españoles de 1934 fue la acción insurreccional mejor organizada y la que contó con mejor armamento de todas las registradas en Europa occidental y central durante el período de entreguerras. 
En contra de lo que señalarían con posterioridad sus defensores, esto no se debió a una reacción defensiva a la desesperada y en el último momento, sino a una agresión cuidadosamente planificada que retóricamente llevaba gestándose más de un año y tácticamente nueve meses. Como ha escrito Santos Juliá, «lo que tenían en mente los socialistas no era, como lo definirá después Luis Araquistáin para los lectores de Foreign Affairs, una “revolución preventiva”, sino un proyecto de responder a una supuesta provocación con el propósito de conquistar todo el poder para el partido y el sindicato socialista, que actuarían de consuno en el empeño»[8]. Gabriele Ranzato observa: «[…] Los socialistas se iban preparando para la revolución con independencia de la marcha de Gil-Robles hacia el poder, y por cierto no era indispensable para impedir a este ejecutar sus planes, dar vida a la comuna asturiana, matar a curas y burgueses, o arrestar al presidente de la República, según estaba previsto en los planes de los revolucionarios»[9].
Cuando El Socialista proclamó el 25 de septiembre de 1934 que «renuncie todo el mundo a la revolución pacífica, que es una utopía. Bendita sea la guerra», hablaba totalmente en serio. Mientras tanto, entre abril y junio de 1934 Manuel Azaña y otros líderes republicanos de izquierda realizaron una serie de maniobras que insistían en el carácter hiperlegítimo de un Gobierno izquierdista.
Por una parte, a pesar de la falta de apoyos parlamentarios, intentaban alentar u obligar al presidente Alcalá-Zamora a nombrar un Ejecutivo de coalición minoritario compuesto por la izquierda moderada, cuyo propósito sería convocar nuevas elecciones a la mayor brevedad posible. 
Si Alcalá-Zamora no cedía, la alternativa era presionarle con una especie de pronunciamiento civil o una toma del poder pacífica. Parece que lo que Azaña tenía en mente a finales de junio era una entente entre los republicanos de izquierda, la Esquerra catalana y los socialistas. Así se podría haber instaurado un Gobierno alternativo en Barcelona, que, con el apoyo de una huelga general socialista, habría desatado una crisis de magnitud suficiente como para convencer al presidente de la República de que ese Gobierno debía asumir el poder. El proceso no habría sido del todo pacífico, porque una huelga general hubiera implicado inevitablemente cierta violencia, si bien no habría sido una insurrección. Azaña se dejó llevar por su propia retórica. El 1 de julio proclamó con grandilocuencia que «Cataluña es el único poder republicano que queda en pie en la península», una sentencia absurda y ajena a la realidad. Y añadió otra ridícula afirmación: que la situación del momento era igual a la registrada antes del derrumbe de la monarquía. Pero aún fue más allá, ya que, invocando el levantamiento militar violento de diciembre de 1930, señaló que «unas gotas de sangre generosa regaron el suelo de la República y la República fructificó. Antes que la República convertida en sayones del fascismo o del monarquismo, […] preferimos cualquier catástrofe, aunque nos toque perder»[10]. Pero en 1934 los designios de Azaña se revelaron inviables, porque los socialistas, con la vista puesta en la revolución, rechazaron la colaboración con la «burguesía», aunque fuera con los republicanos de izquierda. Alcalá-Zamora se negó a permitir que la izquierda constituyera un Gobierno extraparlamentario. Pensaba continuar con la fórmula del Ejecutivo centrista en minoría, dirigido por los radicales, negando para siempre a la CEDA cualquier oportunidad de participar en el mismo. Sin embargo, José María Gil-Robles, jefe de la coalición derechista, anunció antes de la apertura de las Cortes, el 1 de octubre, que su partido exigiría varias carteras en una coalición de Gobierno con apoyo parlamentario mayoritario, lo que otorgaría a la República su primer Ejecutivo normal (y mayoritario) en un año. Alcalá-Zamora solo podría haberse opuesto a esta exigencia convocando nuevas elecciones, algo completamente absurdo tan cerca de las elecciones recientes.
Así, tres ministros cedistas, todos ellos de los sectores más moderados del partido, entraron en un Gobierno centro-derechista dominado todavía por Alejandro Lerroux y los radicales. Este paso, absolutamente normal en una democracia parlamentaria, fue utilizado por los socialistas para justificar el levantamiento revolucionario planeado por ellos mismos durante nueve meses. La insurrección se inició el 4 de octubre en nombre de la Alianza Obrera (una nueva formación revolucionaria constituida junto a otros grupos obreros menores) y de Esquerra Catalana. La izquierda aducía que tanto Hitler como Mussolini habían tomado el poder legalmente, amparándose en una minoría de escaños para entrar en un Gobierno de coalición, analogía esta que giraba en torno a la estigmatización de la CEDA, a la que se tachaba de «fascista», aunque esta nueva formación católica, pese a algunos ocasionales excesos retóricos de sus líderes, siempre había respetado la legalidad. 
A diferencia de los socialistas y otros grupos obreros de izquierda, la CEDA se había abstenido de recurrir a la violencia y a la acción directa, a pesar de que algunos de sus afiliados habían sido asesinados por aquellos. Como señaló irónicamente el veterano socialista Julián Besteiro, en ese momento el Partido Socialista Obrero Español tenía más rasgos propios de una organización fascista que la CEDA. 

Evolución versus Revolución

Poco a poco hemos convertido a los niños en adultos sin periodo de transición. Antes era mas natural. Se concebía al niño como como algo obvio: un ser con derecho a ser protegido y adiestrado para su futuro. Ahora se conciben como un ser portador del derecho a toda una panoplia de derechos, sin límite a ser feliz. Uno de los derechos que se le han concedido hoy es el de definir él mismo su sexualidad, lo que es opuesto la concepción anterior a ser protegido en su invalidez, pues se le incita a tener deseos, a detentar derechos, que le condicionarán la vida para siempre, como explica Fernando Savater en este art. 

La concepción de la infancia anterior, milenaria, ha pasado por múltiples culturas y civilizaciones. En todas ellas el niño era un ser desvalido, digno de ser protegido, y digno de tener un futuro cuando alcance su madurez. No todo has sido tan humano en todo momento. En ese viaje en el tiempo se ha ido depurando de adherencias (como el infanticidio que los Espartanos decretaban a los mecidos con taras), gracias a la impregnación de creencias religiosas más humanas cada vez. Evidentemente, la visión del cristianismo, del ser humano portador de valores absolutos, contribuyó a una visión de la infancia más armónica con una sociedad centrada en torno a la familia, que cumplía un papel crucial en la sociedad. Ahora se ha querido crear una sociedad sin esa pieza, la familia, y tratar a los niños como seres maduros capaces de decidir, por ende, no necesitados de protección.

Lo que quiero decir es que muchas instituciones que han sobrevivido siglos, debido a su utilidad personal y social, han germinado en creencias básicas, no racionales, pero que aguantan victoriosas el análisis más racionalista. 

El primer ataque a esa concepción tradicional vino de la Ilustración más radical, sobre todo el marxismo y sus teoría sobre la familia, a la que había que destruir por ser un factor conservador. Por supuesto que la familia es un factor conservador, es lo bueno que tiene. Es que una sociedad estable debe tener esos contrapesos conservadores que han demostrado su utilidad a través de los siglos. 

Los siglos van depurando y seleccionando las ideas y creencias que fortalecen a la sociedad. A veces la razón ayuda a ese proceso evolutivo, otras veces lo destruye. es claro que los valores actuales quieren hacer tabla rasa de todo, lo que vale y lo que no, como este supuesto derecho de un niño a elegir sexo, a sentirse frustrado supuestamente por haber nacido ”equivocado”. Una brutal injerencia en su infantil conciencia y su inherente desvalimiento.

Creo que las peores pesadillas de la humanidad han sucedido cuando la opinión general ha creído en la posibilidad de comenzar de cero, de una Tábula Rasa que permitiría eliminar todo lo vicioso y desde el nuevo comienzo, contar sólo con elementos positivos. en la Historia es fácil ver que esos “Renacimientos de cero“ acaban siempre en grandes tragedias y tres o más generaciones perdidas.

viernes, 28 de julio de 2023

Diálogo de catalanes

Diálogo entre una catalana normal y otra separatista (del “Diario” de Teresa Giménez Bartet). Tiene visos de ser auténtico.
Elisabet está hecha polvo por lo de Carod y la tregua de ETA. No porque haya ido el tio a hablar con ellos, sino por la manera que se le echan todos encima, criaturita. Me envía este mail: 
 Estoy muy y muy triste por lo que está pasando. Aunque no pienses como yo, ¿verdad que me comprendes? Hoy estoy de luto. 
 Elisabet 
 Pobre chica, me está preocupando. La llamo y le digo que venga a casa, que hablaremos. Cuando llega nos sentamos en el sofá y tomamos una infusión. Está hundida. 
 —Nena, ¿qué? —le digo. 
 —Ya ves. 
 — Os gusta liarla y, luego, mira... 
 —Tenemos derecho a nuestros ideales. 
 —¿La independencia? 
 —Somos diferentes a los españoles. No sé como tú no té das cuenta, pero lo somos. 
 —¿Y si no me doy cuenta porque no hay nada de qué darse cuenta? ¿Y si es un problema tuyo? 
 —No me siento a gusto en España. Fíjate, siempre me siento más en mi casa cuando voy a París, a Berlín... 
 —Vaya... Pero ve con cuidado, no sea que los parisienses o los berlineses te vean a ti igualica que una extremeña. 
 —Seguro que no. 
 —Flipo contigo... ¿En qué los ves diferentes? ¿Tanto lo son? 
 —Totalmente ¿No ves lo atrasados que estánn? Te lo digo yo que yo voy a Madrid semana sí semana no. 
 —Pues si crees que en España hay tanto atraso, y siendo cómo tu eres una persona tan solidaria... ¡ayuda a elevarles el nivel! ¡Haz algo de tipo social para todos! 
 —¿Yo? ¡Con esta soberbia que tienen! Mira, yo me siento... invadida. 
 —No jodas que hay invasores... Quizás hay extraterrestres entre nosotros y yo no me he enterado. 
 —No te burles de mí. 
 Pero sí que tengo ganas de picarla. De hacerle reír, pero también de picarla. 
 —Quizás te pasa como a estos que van a Montserrat no sé qué día del mes a ver ovnis. Ven un montón. Sólo los ven ellos, pero los ven siempre. 
 Y así, con este juego, pasamos el rato hasta que ya se va. 
 Algo más tarde me llama mi hijo. Dice que se da de baja del Barça. Que la cosa está muy mal y que mucha gente dejará de ir al campo, aunque no se den de baja como él. Le pregunto en broma si ahora cambiará el Barça por un equipo que gane más partidos. Pero se lo toma en serio. Me considera 

PP, VOX, y el dilema del prisionero

PP y Vox, ambos partidos han escenificado a la perfección el llamado Dilema del Prisionero, de la Teoría de Juegos. 

Dos prisioneros, A y B, son atrapados por la policía y encarcelados separadamente. A y B saben que les convendría callar, no denunciar al otro, pues la policia no tiene otra prueba más que lo que digan.

Pero ambos, A y B, no pueden hablarse ni concertar el silencio. Por separado, ninguno sabe que hará el otro; piensa A que si denuncia a B obtendrá reducción de pena. Y B piensa lo mismo... por lo que ambos se denuncian uno al otro y obtienen la máxima condena, que podían haber evitado si se hubieran puesto de acuerdo. 

Lo mismo han hecho PP y Voz, para su vergüenza, y para sus resultados, que podrían haber sido de mayoría absoluta entre los dos. No pueden alegar, como A y B, que no podían hablar. Sí que podían hablar, pero abrieron la boca sólo para insultarse y apedrear sus tejados. Que los dioses les confundan.

miércoles, 26 de julio de 2023

Último minuto

Parece que las cosas van muy deprisa, más deprisa que lo que Sánchez a transmitido, que se iba de vacaciones a no hacer nada. 

El Tribunal Supremo ha advertido a Sánchez que una amnistía a Puigdemont sería ILEGAL. 

Cuando el supremo actúa así, es que tiene una información confidencial que diría que ya se han producido movimientos hacia eso.

En este sentido, es sorprendente a la par que alarmante que Isabel Díaz Ayuso haya dado una conferencia de prensa en la que ha acusado a Sánchez de haber pactado ya con Puigdemont, siendo mentira que se haya ido de vacaciones y no quiera saber nada de política. (Desde luego le creo capaz.)

¿Esto querría decir que Sánchez ha descartado que Feijóo intente presentarse a la investidura, como marca la tradición de que lo haga el más votado?

Ayuso dice que es así, que Sánchez está intentando adelantarse y presentar como hecho consumado que él ya tiene los 175 votos para la mayoria absoluta. 

Repito: muy raro que el Supremo y Ayuso parezcan ir más deprisa que nosotros, como si supieran algo que no conocemos. ¿Estamos en modo Revolución?

Confusión

España paralizada. Nos obligan a rebajarnos aún más y dirimir si Puigdemont, el fugado, va a apoyar otro gobierno Frankenstein, o sea, Sánchez otros cuatro años... Pero Pugdi ha dicho que va a ser intransigente, “porque pactar con los españoles no sirve de nada, te engañan, hay que doblegarlos desde ya y exigirles sí o sí referéndum de independencia”. O eso o la guerra. 
Si es verdad, esto quiere decir que no habrá investidura e iremos a una repetición electoral, sin garantía de que se resuelva el atasco. Pero parece - Si Pugdi se pone duro - que será inevitable la convocatoria. 
Todo el mundo habla de cosas que no entiende. Un referéndum es ilegal si no sigue el procedimiento trazado por la Constitución y las sentencias del Tribunal Constitucional (TC). Un referéndum de autodeterminación o independencia exige una previa revisión de la Constitución, lo que no es de ninguna forma un paseo. Debe sancionarlo el rey después de que lo aprueben las cámaras con mayoría cualificada (no basta mayoría absoluta). Después de celebrada la consulta a todos los españoles para reformar la Constitución, el resultado debe otra vez ser aprobado por la Cámara con mayoría cualificada. 
Esto es así, pero en lo que leo en la prensa la gente habla alegremente de si Sánchez va a aceptar el desafío de Putxi y va a permitir, etc. No puede legalmente, no depende de él como presidente del gobierno. ¿En qué cabeza cabe que la ruptura de España pueda ser unilateral, un chalaneo entre Sánchez y los independientes? No depende de personas, sino de procedimientos establecidos que sólo se pueden obviar por un golpe de estado previo.
Por muy amigo que sea Pumpido (presidente del PC) de Sánchez, no puede hacerse así, entre dos comidas, o como en un aperitivo entre risas y palabrotas. 
Lo que veo claro es que Feijóo está tocado. Debe estar pasando un calvario, bajo sospecha de los suyos (que también son responsables del papelón), obligado a un intento de investidura condenado al fracaso de antemano. Un víacrucis. Pero lo tiene que hacer si no quiere que el PP se deshaga como una magdalena al viento. A largo plazo, está sentenciado y será, supongo, el momento de Ayuso, si no se han vuelto locos del todo. Ya hay quien lo insinúa, p ej, Esperanza Aguirre. Sería una locura no dar la oportunidad a la única persona de raza política que tienen, Isabel Díaz Ayuso. Feijóo ha salvado al partido en su momento más difícil, pero como político de garra ha fallado. Se ha apeado de las elecciones cuando ganó el cara a cara, cuando quedaban 10 días de lucha. El y los suyos se equivocaron. Mal paso. Mal paso también haber intentado restarle votos a Vox, cuando el enemigo era Sánchez. Los cálculos hechos tras las elecciones dicen que podrían haber obtenido la mayoría absoluta si no se hubieran enzarzado, pues Vox tampoco ha estado sembrado. Mal también esa ideología acomplejada de centro que le tiende la mano al que se la muerde.
En suma, de Puigdemont depende que haya nuevas elecciones o un gobierno Sánchez muy inestable y sumamente peligroso que puede jugarse la Nación a la carta más alta. Momentos muy críticos para España. 

martes, 25 de julio de 2023

No hay excusa

Según el resultado electoral, la mayoría de los españoles no se han enterado que corren el peligro de dejar de ser españoles. Si no se han enterado en cinco años, ¿por qué habrían de enterarse los dos días que han pasado desde el domingo, y ya puestos, en los próximos meses, cuando seguramente habrá otras elecciones? 
Somo un país que ha mostrado varias veces que le gusta jugar a la ruleta rusa, pero creyendo bobamente que no hay bala en la recámara. Hasta ahora no se ha matado nadie, pero las chances de salir vivos se van reduciendo. 
Y a día de hoy creo que estamos en los momentos decisivos en que la bala destructiva, hasta ahora no inerte, va a dispararse contra lo que se da por llamar el pueblo español, en el que por cierto, he dejado de creer. 
Como decían Fernando Savater, “la culpa es nuestra, de nadie más, por haber nacido en este país”. ¿A quién se le ocurre? 
Debería existir un servicio público que llevara  nacer a los bebés a un país medianamente sensato. Es una utopía, claro. Ningún país aceptaría ciudadanos en esas condiciones. Además, se supone que todos estamos orgullosos del país al que pertenecemos. 
Pues yo no, francamente. No me he llevado mal con este país, pero tampoco bien del todo. Y hoy me llevo muy mal, pues los que se encargan de la cosa pública son unos gañanes, paletos, incultos hasta decir basta, que muestran una superioridad tan arrogante como inmerecida. Hace años, cuando empezó la Transición, yo empecé a participar en política, cosa que había tenido hasta entonces alejada de mí. Me ilusionaba participar en traer la Democracia, creyendo ingenuamente que sería una conquista para el “pueblo”. 
Poco no tardé en desengañarme: en cuanto vi lo que era un partido por dentro. Pasado el tiempo, dejé de votar. Creía que mientras hubiera una alternancia, un acuerdo tácito en los más básico, y se creciera económicamente, yo no tenía de qué preocuparme y podía olvidar ese mundo loco de ambiciosos sin escrúpulos. Pero empezaron los problemas.
Primero, en 1985 se acabó con la independencia del Poder Judicial, que pasó a depender del Congreso, es decir, de la solidez cúpulas de lo sabe partidos. Desde entonces, la renovación de la judicatura ha sido de todo menos normal.
Luego despertaron los independentistas. Sus objetivos de independencia destruirán sin remedio la Constitución y todas las instituciones que se habían ido creando para reforzar la democracia. Luego, al rebufo de ello, surgió él problema soterrado, no menos grave, de la descentralización del poder hacían 17 reinos de taifas que han dan signos de haber superado con creces su límite de incompetencia.
En pocas palabras, todo lo logrado en la Transición, que había suscitado la admiración del mundo, y que nos había permitido pasar de la dictadura a la democracia, está hoy al borde del abismo. 
Hay que reconocer que no somos únicos en el mundo occidental. En todas partes hay movimientos corrosivos de desprecio por la democracia y atracción de nuevas ideas que no son realmente nuevas, y que en el pasado hicieron muchas daño, hasta el punto de abocar a una guerra mundial. 
El mundo cambia, cambian las generaciones, los valores reforzadores de la democracia estable caen al suelo, surgen otros más atractivos a las nuevas generaciones, pero con una carga de disolvente social no percibida por la mayoría. 
Cada país ha evolucionado a su manera hacia el vacío moral, y pronto material. Pero no hay excusa. No son los demás, somos todos. Son ciclos históricos que casi nadie percibe, pero que dejan oquedades profundas. 
No importa, no falta mucho para que acabe tocando fondo lo que conocemos por la Civilización Occidental, hoy bajo sospecha. Seguro que más de un memo lo va a celebrar.

lunes, 24 de julio de 2023

Referéndum en España

No hace falta asustarse mucho por las condiciones objetivas que nos ha dejado en la playa la marea de las elecciones. Basta por sentir frío en la médula.

Ninguno de los dos bloques mayoritarios, derecha e izquierda, tienen mayoría para gobernar, salvo que.

Salvo que Junts, el partido independentista del fugado Puigdemont, con sus 7 diputados decida favorecer a Sánchez con la abstención, algo que ya han ido a sondear mediante emisarios a Waterloo al susodicho Puigdemont. Como recordarán, este se fugó en el maletero del coche aquel asombroso minuto en que Cataluña fue independiente, en el nefasto 1 de octubre de 2017.

Como podrán suponer, la recompensa que exigirá Puigdemont por abrir la puerta a otro gobierno Frankenstein será oceánica, espectacular, que podría dar lugar a una nueva España, o más bien una No-España. Será así porque el desgaste en votos y escaños de ER por el apoyo a Sánchez en esta legislatura ha sido de rasgarse las vestiduras. 

Por lo tanto, Puigdemont exigirá cuanto menos la Luna, es decir, p ej, un referéndum de independencia. Hay que reconocer que, aún fugado, está en mejor situación que el pobre Oriol Junqueras, que ha sido tratado como un apestado por sus antiguos votantes, tratado de traidor por no haber sacado más manteca de su apoyo a Sánchez.

Ahora bien, un referéndum de independencia, si se hace Constitucionalmente, no está al alcance de todo quisque. No. Tiene marcados una serie de procedimientos que, lo hacen una quimera. Y es que antes de poder celebrar un referéndum de independencia, habría que solicitar previamente un cambio de la Constitución. Como leemos en El Confidencial,


“En todo caso, en nuestro sistema constitucional la doctrina decisiva que se ha de tener en cuenta como determinante en sede política es la doctrina jurisprudencial que sobre este punto haya podido sentar el Tribunal Constitucional (TC). Y lo cierto es que el TC ha venido declarando de forma reiterada y constante en los últimos años que un referéndum de autodeterminación no se puede llevar a cabo de forma constitucionalmente lícita sin una previa reforma constitucional que así lo prevea; una reforma constitucional que, por añadidura, sería agravada, pues afectaría al Título Preliminar de la Constitución (artículo 1.2, que residencia la soberanía nacional en el pueblo español, y artículo 2, que proclama “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”).” (Pido aquí cualquier aclaración de mi asesor Miguel E.)


Entonces? Bueno, hasta aquí la ley. Ahora, las cábalas. Porque claro, Puigdemont, como mostró en 2017, quiere saltarse estos trámites, para él seguro que imposibles. En todo caso, Sánchez caería en delito si le diera a Cataluña un referéndum unilateral sin seguir los pasos marcados.

Claro que tomar el camino ilegal implica la posibilidad del uso legítimo de la fuerza para defender la ley conculcada. Puede ser que Sánchez no usara la fuerza para reprimir el movimiento anticonstitucional (Rajoy la empleó vergonzantemente y permitió que se humillara a los policías enviados en condiciones penosísimas). O que lo hiciera débilmente, permitiendo que triunfara de una manera confusa, cuyo resultado dependería de una fuerte voluntad frente a otra legítima pero no tan fuerte... en fin, son extremos difíciles de imaginar.


Amarga victoria

No se trataba de elegir entre derecha e izquierda, algo ya muy lejos de la normalidad actual. Se trataba de elegir entre nuestro sistema democrático y su demolición.

Lo único que se puede decir viendo esta portada, es que a los españoles no les importa nada que Sánchez vuelva a gobernar con el apoyo de Bildu y de Puigdemont, con el riesgo de un referéndum separatista y el fin de la nación española, cada vez más en un brete de romperse por los cuatro costados. Nadie ha pensado en las consecuencias de ese riesgo. Las fuerzas centrífugas se acelerarán, y la nación, primera en la historia de Europa, desaparecerá. Las instituciones creadas por consenso - Constitución, monarquía parlamentaria, parlamento soberano, leyes para todos, caerán porque nadie estará interesado en defenderlas. La verdad es que este proceso degenerativo ya ha empezado, las leyes no son iguales para todos, y el gobierno y el parlamento han cedido mansamente, sumisamente, a los poderes separatistas, cada vez más fuertes.

Hoy Sánchez, el gran debelador, podrá gobernar con Puigdemont el prófugo y Bildu. Imaginen cómo será, después de sus cinco años de gobierno arrasando leyes e instituciones fundamentales, corroyendo por la base lo más elemental de la economía, todo ello aumentando la deuda a cotas imposibles de gestionar. A España le vienen tiempos recios que, al parecer, nadie ha sabido ver. 

Dios nos bendiga.


domingo, 23 de julio de 2023

Sobre Proust por Paul Souday

He soñado con volver a leer a Proust, que no visito desde 1998-99, cuando en un verano en Francia me animé a embarcarme en él.
Lo Leí primero en español, y además en desorden. Empecé por el cuarto tomo, Sodoma y Gomorra, que me traje de Madrid. Me gustó tanto que fui a una librería del pueblo en que estábamos, Carcassone, y me compré lo demás en francés. 
Al volver a Madrid seguía leyendo a Proust. Seguí en francés con los dos últimos, y llegué al gran secreto reservado por el autor al último libro de la serie, aunque Proust no es una promesa de sorprendente final. Proust se va desvelando a medida que escribe, página a página, eso sí, sin hacer concesión alguna al lector, que debe aceptar una sumisión total al autor si no quiere naufragar en aguas tan turbias y procelosas. 
En fin, que en Kindle he encontrado una muy buena edición de Proust, acompañada además por un estudio crítico excelente de Paul Souday, contemporáneo de Marcel Proust... y he empezado por este estudio para medirme a mí mismo sí las fuerzas van a ser suficientes para embarcarme otra vez en tamaño viaje. Me temo que no, que voy a tener que renunciar a gran parte de la obra, aunque sólo sea para guardar tiempo, cada vez más escaso, a lo nuevo, que me llama con un fuerte tirón con luces prometedoras.
Dice Suday,

“Marcel Proust es eminentemente el novelista de la movilidad, el cambio perpetuo y la ilusión universal.“

Y creo que con toda la razón. Es más, me sorprende que no diga que es el único escritor de la subjetividad, de la acuosidad de la memoria humana y de la identidad que nos presta ésta, que en verdad es inexistente salvo por la existencia que le suponemos porque nos conviene. 
En puridad no hay un yo. No somos un yo único a lo largo del tiempo. Milagrosamente nos lo creemos, es decir, que creemos que somos el mismo que fuimos en el pasado, en la infancia, gracias a recuerdos que llevamos en el fondo de la memoria. San Agustín, gran filósofo, acordaba a la Memoria, que consideraba milagrosa (don De Dios), la posibilidad de creernos únicos y responsables. (Recuerdo que Bertram Russell decía que san Agustín no había sido superado por Hume en su filosofía sobre el tiempo...)
Volvamos a Proust. Proust había leído a Schopenhauer, y guardó su famoso dicterio con la que empieza su obra, “el mundo es mi representación”. No hay mundo de los fenómenos sin un sujeto que lo observe. El mundo no existiría si no hubiera un sujeto que lo observara con su “a priori” de espacio y tiempo, que nos condiciona la percepción de nuestra realidad exterior. 
A Proust le inspiró ésto su subjetividad discontinua tras la apariencia de una realidad puramente ficticia, que nos conforta en una identidad persistente a lo largo del tiempo, acompañándonos hasta el final de la vida, mediante la cual nos concedemos cosas tan dudosas como benefactoras, como la libertad y la responsabilidad. Sin ellas no podríamos vivir en sociedad. Vivimos en sociedad bajo leyes protectoras porque creemos que somos personas portadoras de un yo libre y responsable. Pensamos en el futuro y lo intentamos desentrañar porque creemos que llegaremos a él. 
Todo esto Proust, sutilmente, lo niega, y en su novela nos hace ver que los recuerdos que nos ayudan a creer en la realidad de la vida no son más que espejuelos engañosos, que se disuelven y se recrean bajo muchas formas, agradables o inhóspitas, pero a las que creemos nuestras y verdaderas. 
Leer a Proust, decía André Gide - su descubridor, pese a que al principio desaconsejó su edición - es deambular voluntariamente por un bosque del que no sabemos como hemos entrado, dónde está la salida, pero del que no tenemos prisa en salir... y en realidad no salimos si no cerramos el libro sin haber salido del bosque, que volveremos a encontrar una vez lo abramos de nuevo. 
Sí, eso es la experiencia Proustiana, un deambular sin fin que solo fructifica si persistes en tan entramado ramaje y te dejas seducir por lo que te esté contando en ese momento, aceptando un brusco salto inesperado porque, repentinamente, el recuerdo por el que transita le trae otro nuevo. 
Proust es, según Souday, 

“la incesante movilidad que hace de la vida una serie ininterrumpida de muertes fragmentarias.” 

Si se nos ofrece como descubrimiento, no gozaremos de él si no admitimos este su núcleo central (si es que se puede hablar en Proust de “central”), y si no se acepta que a veces se hace duro de seguir en su párrafos interminables y sus frases en lentos meandros que a veces te llevan a intuir, más que saber, a donde has llegado. 
Definitivamente lo leeré por catas bien seleccionadas de lo que recuerdo que más me gustó hace más de 20 años. Recuerdo que, según Proust, es absolutamente no confiable, una mera ficción que nos hace la vida más fácil... 

sábado, 22 de julio de 2023

Doña Delcy y sus cuarenta maletas

Sánchez ha hecho muchas cosas malas en sus cinco años de mandato. Todo el mundo lo sabe, o debería saberlo, pues los daños dejados han sido profusamente publicados. Ahora bien, siempre hay gente que no quiere enterarse. Siempre hay gente que va por la vida con gafas que le tapan lo que no quiere ver. Por ejemplo, no hay más que leer El País, periódico de referencia durante la Transición, en la que cuajó un prestigio que le sirvió después para tirarlo a la basura, a la abyección más extrema y a la ruina económica. Si hubiera Libertad de prensa de verdad, El País tendría que haber sido hace tiempo liquidado y repartido entre los acreedores por sentencia firme judicial. 
Pero ahí sigue, con muletas financieras de INDRA, sociedad casualmente participada por el gobierno. Cada vez nos parecemos más a los narco corruptos regímenes sudamericanos “amigos”. Y amigos no sólo de España, Gracias a las conexiones de Zapatero & Sánchez, profundas y mal informadas conexiones que dejaron aquí, en navidades de 2018, un sucio reguero de 40 maletas en barajas, traídas por la siniestra Delcy Rodríguez, vicepresidenta nada menos de Maduro, recibida ilegalmente en España, Espacio Shegen, por convicta de tráfico de drogas, pese a lo cual la UE no protestó. ¿Que fue de las cuarenta maletas, qué contenían? Ningún periodista ha investigado tan sabroso asunto. Es extraño ¿no creen?
Tampoco estaba autorizada Delcy a venir a Europa y ha venido, representando al temeroso Maduro, enrrocado, por si le detenían. Y Europa ha consentido en montar una Cumbre UE-CELAC, totalmente estéril, aparte de bochornosa para una Europa cada vez menos alejada de la democracia, algo que hace sólo una década no hubiera pasado. 
Sombría cumbre donde se vieron las caras lo mejorcito de cada casa, aliados de narcotraficantes y evasores de divisas, con políticos tan poco sospechosos como el amigo Sánchez, presidente de turno de Europa (¿que pasará con este cargo de 6 meses si mañana pierde las elecciones? No me ha quedado claro)
No son sólo populistas. Son amigos de dictadores que atracan y pisotean a sus pueblos y consiguen dinero de los cocaleros, que nunca se han sentido tan libres para su tráfico letal. Me pregunto, qué pasará cuando, ya no queda mucho, toda Europa estén gobernada por la derecha? ¿Qué artimañas intentarán los Lula y las Delcys, y los Maduros, para que Europa siga haciendo la vista gorda a sus satrapías, opulentas para ellos y miserables para el pueblo?




jueves, 20 de julio de 2023

Yoli y su Trans

En el debate de ayer se alcanzaron niveles bochornosos, de vergüenza ajena. Abascal le pregunta a Yoli, a propósito de la infumable ley Trans, ¿qué es una mujer para ud? Y Yoli, pillada en frío y sin respuesta, dice, ¿y para ud, qué es? 

La defensora de los derechos a definirse como mujer a los hombre que desean serlo, se queda muda cuando le preguntan ante los televidentes qué es una mujer. Pues Yoli, ahí me has fallado. Tenías que haber dicho, simplemente, “una mujer es aquel o aquella que quiere serlo”. Punto. Para ti y tus huestes desorientadas es eso. No hay otra. ¿Por qué te quedaste muda y en blanco ante tu momento de la verdad? ¿Es que el fondo de ti no te lo crees? Es que no crees que un macho trans tiene derecho a jugar al rugby como mujer y lesionar a tres jugadoras porque pesa 120Kg? 

Yoli, no puedes dejar indefensos a los seres que has engañado, ni a las mujeres a las que has traicionado con la ley del derecho Trans. Porque no puedes, Yoli querida, defender a las mujeres y a los Trans a la vez, es un contradicción palpable. No puedes ni debes. 

Es una aberración que afecta muy gravemente a la mujer. En el mundo de locos en el que tú crees, de derechos nuevos, surrealistas y siniestros, más de uno o una se va a quedar muy jodido en su trayectoria vital, porque se va a encontrar en su vida con barreras infranqueables inimaginables hasta ahora. Sobre todo las que antes se consideraban mujeres y lucharon toda su vida por los derechos feministas, que ahí no había sorpresas grotescas. Nacida mujer, tenía todos los derechos reconocidos de llegar a donde quisiera, fueran cuales fueran sus preferencias sexuales. Un mundo natural, claro, conquistado después de siglos de lucha feminista, pero acorde con la naturaleza. Naturaleza a su vez conquistada por la ciencia, que pasito a pasito ha ido poniendo en claro sus secretos. Secretos que vosotros os habéis saltado con una pértiga olímpica, como en otras cosas de la naturaleza que queréis vencer como niños mal criados.  Que es lo que sois: tergiversadores de todo lo que ha conquistado nuestra civilización, a la que obviamente niegan culturas como el Islam, los comunistas como tú, etc. Sois una pesadilla de la que no nos dejarán despertar si llegáis el poder absoluto, cosa que ya has definido como poder conquistado decapitando reyes (como explique en un post reciente).


miércoles, 19 de julio de 2023

La deuda pública

La deuda pública de España alcanzó 145% del PIB al terminar el primer trimestre de este año. Obsérvese que no es el máximo valor alcanzado, pues en 2020-21, debido a la profunda crisis provocada por la pandemia, la cifra llegó al 171%.
Podríamos poner aquí la deuda en mm de €, pero la referencia al PIB es obligada, pues es la fuente de dinero con la que pagamos la deuda.




Ahora viene el eterno debate sobre la deuda real y la oficial. La real es la que hemos citado: 145% de PIB. La oficial es la misma, sometida a algunos afeites aparentemente justificados, pero que en realidad reduce el peso efectivo de la deuda mediante la consolidación de las deudas de determinadas administraciones públicas (CCAA, por ej) frente a otras AAPP (estado central, por ej) así, si se fijan en la columna 10 del cuadro, la consolidación citada supone una quita (se alivia) de la deuda del 22,3% del PIB, por lo que al final, la deuda oficial, pasada por la túrmix llamada protocolo PDF (ahora lo explico), resulta ser de sólo el 112,8% de PIB. Cifra que es mucho más presentable a efectos propagandísticos. 
¿Que tiene de engañoso el protocolo PDF (Protocolo de Déficit Excesivo)? Pues sencillamente que el único sector del total de administraciones públicas con capacidad de redimir deuda es el estado central. Entonces, decir que la deuda catalana en manos del estado central se cancela porque es un activo de éste, es falso porque tal activo no existe, no es un activo porque no tiene un mercado donde el estado pueda venderlo por un precio. No hay tal mercado. Ídem para las demás administraciones regionales y municipales. Su deuda no es un bocado muy apetitoso para los inversores, que saben que esa deuda en realidad la asume el estado. 
Ergo, es más verídica la cifra total de 145% del PIB que la Segunda de 112,8%. El PDF no es un protocolo, es un eufemismo. Bienintencionado pero inútil, pues los mercados de deuda conocen la realidad. Pero tiene sin duda mejor venta entre los votantes.
Si vamos a las páginas del Tesoro, ahí encontramos, entre otras cosas, cuál es el rendimiento medio de esta deuda, que se puede ver en el cuadro



En la última columna y última fila, vemos que el rendimiento medio de esta deuda (el de mercado, no el nominal de emisión) es del 3,47%. Si aplicamos este rendimiento anual a la cifra de deuda, obtenemos cuánto % de PIB nos cuesta mantenerla, lo que resulta ser en torno al 5% de PIB anual, aparte de las amortizaciones. 
Se trata del PIB nominal, no deflactado, pues la deuda es nominal también. Puede parecer poco un 5% de nuestra renta anual, pero el problema es cuando el principal de la deuda sigue aumentando y ese 3,74% se aplica a un cantidad creciente. El origen de este aumento anual es el déficit público  anual (gastos menos ingresos fiscales).
Para que la deuda se mantenga estable en 145%, que será el objetivo inicial del próximo gobierno, el saldo corriente del gobierno debería ser cero (difícil compromiso con la cantidad de gasto comprometido que hay), y el crecimiento del PIB nominal debe ser no menor que el 5% de PIB que se van a ir a pagar intereses. Si el PIB nominal crece igual o más que los intereses devengados, y si el déficit corriente es cero (mejor sería positivo), la deuda se estabilizará... incluso se reducirá. 
Para reducirla sería necesario registrar superávits continuos todos los años, y que el PIB nominal creciera igual o más que el tipo de interés.
En otras palabras, para no trasladar esta deuda a futuras generaciones, debemos de crecer fuerte (como un 5% nominal anual) y tener todos los años, de media, un presupuesto equilibrado. 
No en balde el candidato a presidente Feijóo ha dicho que su objetivo es crecer para devolver la deuda y crear puestos de trabajo, que en los últimos tiempos, pese a las apariencias oficiales, se están reducciones si se observa la caída de las horas trabajadas, lo que indica que los puestos de trabajo creados son cada vez más precarios y mal pagados. 
Detrás del problema de deuda están las partidas de gasto altas que no tienen visos de moderarse: las pensiones, la sanidad, y tras gastos sociales ineludibles, como ayuda al desempleo. Estas partidas de gasto son un gran volumen relativo en los gasto al totales, y políticamente son intocables. Hay que llegar a grandes acuerdos políticos para intentar reducir su peso paulatinamente, porque si no, tarde o temprano supondrían la quiebra de España. Suena fuerte, pero es así. 

lunes, 17 de julio de 2023

El fracaso de Europa

Me gustaría no verlo, no decirlo, pero ahí está: Europa es un gran fracaso a largo plazo. Las instituciones tienen muy mal entierro, porque sus creadores y sucesores no quieren reconocer que se ha perdido la batalla. Por eso, en vez de morir y ríndeles funerales, Las instituciones suelen convertirse en zombies llenos de funcionarios que creen que hacen algo importante. Algo así como “El astillero” de Juan Carlos Onetti. 

La UE porfía una y otra vez por imponer su criterio obligado a los países de la UE, que, como tales, son soberanos y no se les puede obligar si no es por unanimidad. Esa palabra es la clave de la UE: la estéril unanimidad, por la que no se rige ningún país en el mundo. En el mundo hay dos tipos de países: los demócratas, con elecciones que determinan la mayoría gobernante, y las autocracias, donde el autócrata puede decidir contra la mayoría, pero estaría loco si lo hace a menudo: si quiere durar tendrá que tener un apoyo tácito de la mayoría social. Véase el ejemplo de Endorgan en Turquía, que ha renovado su mandato con una inflación de tres dígitos, que la mayoría social le perdona porque la economía crece y se crean puestos de trabajo. La gente se ha acostumbrado porque el daño que hace la inflación es a las rentas fijas, pero no a las rentas revisables, como los salarios. Que se jodan los rentistas!

La UE no puede gobernar por mayoría simple. Hay una regla de votos cualificados, que además se llega apenas a utilizar, pues se intenta “legislar” por consenso, es decir, por unanimidad. Cuando hay votaciones cruciales - como cuando algunos países quisieron expulsar a Grecia del Euro -, Alemania y Francia votaron “no”, y nunca se ha ido contra la decisión de estos  países fundadores clave, sin los cuales no se hubiera creado la histórica Unión. Sí alguien no sabe por qué Francia y Alemania son los únicos decisivos, no ha entendido nada del tinglado de la UE.

Sin embargo, el Euro se creó contra toda lógica económica pensando que forzaría con el tiempo la Unión Política, es decir, el trasvase de soberanía a un ente llamado UE. Pura ilusión, pues no hay manera que un país soberano, como Alemania y Francia, cedan irreversiblemente su soberanía por “un plato de lentejas”. Antes de eso, que eso para el euro, dicen entre dientes. 

Recientemente hemos asistido a decisiones de Francia y Alemania, según ellos en nombre de la UE, para acercarse a la China o Rusia sin contar con nadie, ni con la OTAN, ni EEUU, ni otros países miembros. Un ejemplo más de que la UE es, cada vez más, una cáscara vacía sin representatividad ni poder, que a veces nos endilga normas que cada gobierno nacional podría rechazar por no sujetarse a Derecho. 

Sin embargo, España, País muy inestable social y políticamente, necesita del fantasma de Europa. Hay muchas decisiones desde la Transición que se han decretado “porque lo exige Europa”. Dependemos de un Zombi y esto funcionara mientras creamos en él.

domingo, 16 de julio de 2023

Chaves Nogales y Azaña, “grandes estadistas”

En El Mundo, hoy, Arcadi Espada, con su lucidez habitual, nos desnuda a dos cabezas visibles que pasan por ser iluminarias de la (nefasta) República española que trajo la guerra cicil. He dicho trajo. Lo repito: trajo.
En un breve pero sustancioso párrafo, Arcadi desmonta al recién descubierto por Federico Jiménez Losantos & al como una lumbrera de la República, Chaves Nogales, que resulta no es tan lúcido como nos han querido vender. Tras la guerra civil, Chaves se atreve a decir que no habrá estado español si no se comprenden las maravillosas fuerzas separatistas, que en su opinión son la verdadera fuerza nutricional de un estado español “vigoroso”. Veamos más de cerca el texto de Arcadi:

Decía Chaves: «España no es una, sino varias. Querer unificarla es matarla. Al no saber esto el falangismo [el franquismo] no pudo crear un Estado. Hay que aceptar el separatismo catalán, el separatismo vasco y el separatismo innato de todo español, esa formidable y milagrosa fuerza centrífuga, que es lo mejor que tienen los españoles. Conseguir que esas fuerzas converjan en una superestructura (que no en un imperio), pero conforme a nuestro genio de la raza, que es un nacionalismo hijo del genio francés y adoptado por el gregarismo alemán, sería volver a la grandeza de España. Los únicos partidos posibles son los que están abiertos, de par en par, a la diversidad española».

Hace bien Abelardo Linares, en su artículo introductorio, al advertir de la sorpresa que pueden causar estas palabras de Chaves: «Pero no son en realidad demasiado sorprendentes. Se corresponden con los intentos de la Segunda República de lograr un Estado que acogiera la diversidad dentro de un proyecto común». Desde luego. Y se corresponden, además, con la visión que Chaves tenía del nacionalismo. Hay que leer en este sentido el amplio y entusiasta reportaje ¿Qué pasa en Cataluña?, que escribió para su periódico Ahora en febrero de 1936, y que Xavier Pericay recogió en Cuatro historias de la República (Destino, 2002). Su prevención frente al nacionalismo victorioso es nula, y equiparable a aquella benevolencia del ateneísta Manuel Azaña cuando en 1930 les dijo a un grupo de políticos catalanes: "He de deciros también que si algún día dominara en Cataluña otra voluntad y resolviera remar ella sola en su navío, sería justo el permitirlo y nuestro deber consistiría en dejaros en paz, con el menor perjuicio posible para unos y otros, y desearos buena suerte, hasta que cicatrizada la herida, pudiéramos establecer al menos relaciones de buenos vecinos".


Exactly. Es lo que siempre he pensado cuando me reprochaba a mí mismo que no podía tragar los escritos del “gran” Chaves Nogales, subido a los altares por la mediación de propagandistas como Jiménez Losantos & al. 
En cuanto a Azaña, no me pilla de sorpresa, pues ya sabía, desde que leí el magnífico estudio de José María Marco, que Azaña era un alucinado que pensaba que, como los separatistas catalanes eran republicanos, ¿que cosa más lógica que se entusiasmaran con él, la quintaesencia del republicanismo, y que le apoyarían sin fisuras en su peana de Dios vivo de la República? Es más, Azaña confiaba más en ellos que en La España no republicana, que era mayoría.
Repito, ¿No es de una lógica aplastante? Resultado: dos declaraciones de independencia en la corta vida de la II República, dos: 1932 y 1934, la segunda cuando el fracasado golpe de estado de los republicanos y PSOE contra su “amada” República, creada por ellos apenas dos años antes, repentinamente rechazable porque no admitía la “dictadura del proletariado” y ¡horror!, permitió que la derecha llegara al gobierno en 1933... 
Es curioso como esas trazas mentales invisibles son a la vez indelebles: pasa el tiempo y siguen ahí, con otros personajes dados a la ilusión vana, a la peligrosa ensoñación. Por ejemplo, el PSOE de Zapatero y Sánchez, que se creen capaces de domeñar el separatismo a base de besitos, cucamonas y cesiones y alianzas contra natura.
España no tendrá un sistema político estable mientras no se vea el
separatismo como una fuerza disolvente que sólo puede traer conflictos recurrentes, como los está trayendo ahora y promete que seguirá trayendo. Lo que hizo el infame Zapatero: traerse a la Moncloa a Artur Más para pergeñar un estatuto a la carta, que luego tuvo que enmendar el Tribunal Constitucional. Una prueba viva de que en el PSOE sobreviven fuerzas vivas, como el republicanismo, el federalismo y el marxismo (pese a borrarlo Felipe González), único signos de identificación a los que todos se a aferran pies no hay otros. Por eso hoy están de acuerdo con Podemos y los separatistas en aliarse en una tendencia para borrar al rey y la constitución, tendencia que no decrecerá...
Más de un siglo ha pasado desde desde que apareció esta tendencia disgregadora, y ahí la tenemos, cada día más joven.

miércoles, 12 de julio de 2023

La guerra subterránea

Ahora las cosas son más así complicadas. Entonces, en la segunda gran guerra y después, ser espía tenía un fuerte aroma a romanticismo. Romanticismo que abarcaba el heroísmo, el peligro, el amor tan intenso como breve, aparte de las consecuencias colaterales: muertes y ejecuciones en el campo de batalla. Fueron los tiempos de la guerra fría, Rusia soviética contra Occidente: sobre todo USA y Gran Bretaña.
Lo que no se podía ni imaginar estos, es que la tradición se cocinara en sus propias sedes, y que grandes espías occidentales (bueno, británicos. Pues EEUU tardó más) fueran traidores que se vendieron a la URSS de Stalin por pura ideología. Los “cinco” de Cambridge, nombrados

Kim Philby (nombre en clave: Stanley), Donald Maclean (Homer), Guy Burgess (Hicks), Anthony Blunt (Johnson) y, también casi con seguridad, John Cairncross (Liszt). Blunt llegaría incluso a ejercer como asesor artístico de la Reina. (El Mundo)


Le hicieran un agujero enorme en sus dispositivos de espías. Los cinco eran ricos, famosos en sus círculos de alta clase. Fue la jugada maestra de Stalin: reclutar, no a gente con necesidades monetarias, sino justamente a los que menos lo necesitaban, y por ello menos sospechosos de estar vendiendo secretos a a su peor enemigo. 
Por eso tardaron tanto en descubrirlos, aunque las evidencias eran muchas. Pero ¿cómo sospechar que los más guapos, listos, y ricos espías “al servicio de su High Majesty” iban a ser los traidores? De hecho a medida que fueron delatándose, no los pudieron prender y juzgar por Alta Traición, dado el escándalo nacional que se hubiera desatado. Hubiera sido como declarar que en el entorno de la reina y las capas sociales mas altas habían infiltrados  que tomaban nota en los cócteles o cenas de la High Society, enviando además toda la información secreta que pasaba por sus manos a la KGB. O sea, una declaración de incompetencia de toda la cadena de mando durante 20 años. Hubo purgas, pero también siguió larvada la traición.
La guerra del espionaje la ganó, sin duda alguna, el Este, principalmente Rusia, pero tampoco fue manco el agujero que hizo en Alemania Occidental  & aliados la Otra Alemania, la del Este. En 1972 tuvo que dimitir el canciller de Alemania Occidental, Willy Brandt, porque su colaborador más íntimo, Günter Guillaume, supuesto refugiado del Este, estaba espiando para la RDA y la URSS. 

(Brandt y su “espía preferido”, Günter Guillaume. Foto Wikipedia)
La esencia del espionaje no ha cambiado: se espía porque el enemigo lo hace. Tienes que contrarrestar eso.Cuánto más complejo es el mundo, más necesitas saber qué se está cociendo en los países amenazantes, al menos en sus planes estratégicos. Para ello infiltras a los tuyos en sus ambientes más protegidos, y no puedes asegurar que no se convierte en espías dobles.
El servicio secreto de Israel, el Mossad, tiene un gran prestigio, demostrado en muchas y soñadas  “misiones imposibles”.
Ahora bien, la ventaja la llevará siempre Rusia, porque tiene menos que responder de sus fracasos y es libre de ejecutar al que se descubre dando información al enemigo, o cometiendo errores. Rusia empezó antes, además. En la Segunda Guerra Mundial ya esperaba a sus aliados occidentales, mientras éstos lo consideraban país aliado. Tomaron una gran ventaja para la guerra fría. 
La bomba nuclear de la URSS fue gracias al espionaje soviético en EEUU, que se incorporó tarde al espionaje y contraespionaje. Cuando se quiso dar cuenta, los rusos habían conseguido anular el monopolio del arma estratégica. 
Ahora se ha sumado China, que es de esperar tenga su propio sistema.
El espionaje es la guerra previa a la guerra, en el sentido que no hay líneas morales: todo está permitido en el nombre del patriotismo. Cualquier nación que se precie lo ejercerá, con más o menos eficiencia. 

lunes, 10 de julio de 2023

¿Debate o pelea de gallos?

No voy a asomarme al debate de hoy entre Feijóo y Sánchez. Me niego a creer que ese espectáculo de pelea de gallos ensangrentados, matándose a picotazos y arañazos, sea de alguna importancia en mi vida. Espero que el sentido de mi vida y la de los demás no dependa de un espectáculo tan lejano al verdadero sentido que pueda tener la política en este momento. 
No me refiero a que la política sea o no transcendente. Tampoco invito a los demás a no verlo. Que cada cual piense y haga lo que quiera. Lo que me niego a aceptar es que el nauseabundo espectáculo sea decisivo como nos quieren vender. Y si lo es, mal estamos. 
¿No prohíben las peleas de gallos? Pues con mayor razón, este espectáculo para simples, en el que la gente se va a regocijar de la sangre, la simplificación superlativa y la victoria/derrota de uno u otro, por otra parte intrascendente; pues ninguno tendrá la más mínima oportunidad de exponer sus razonamientos, ni comunicarlos claramente, si no es distorsionados por la pasión y las instrucciones de los asesores, los únicos se benefician del espectáculo fríamente, nublando la realidad como siempre hacen. 
Aquí a lo que se juega es a una lucha de mentiras agresivas de uno a otro bando y a una distorsión enorme de la realidad. Lo que quede en pie tras la la pelea será una mentira, gane quien gane. 
Si lo ven Uds, que lo disfruten, pero no se dejen engañar.

Sobre la adicción oculta

“Con la lluvia, la temperatura descendió y, estando todavía encendido el fuego de la chimenea, me acerqué a él como única solución momentánea posible. En el campo, el único sistema para combatir el aburrimiento es andar, divagar, mirar el paisaje, distraerse con las pequeñas —o grandes— cosas que uno va encontrando. Pero cuando llueve y la temperatura es desapacible, uno se acerca al fuego instintivamente y con un libro en la mano se pone a leer —hasta donde es posible—. 
En este mundo tan complejo hay muchísimas personas que no han nacido para leer. Hay otras —una pequeña minoría— que leen pase lo que pase y en todos los tiempos de su vida. Cuando son jóvenes leen todo lo que se les presenta, las cosas más inverosímiles. Cuando llegan a una cierta edad continúan realizando esta forma de su espíritu. Ahora se publican muchos libros —como nunca se habían publicado—. El negocio de la venta de papel impreso —negocio a veces favorable, a veces contrario— es inenarrable. Cuando se ha nacido en la predisposición para leer, uno desearía acercarse a todo lo que se publica. Es imposible. Por otra parte, hay papeles que caen de la mano, que son ininteligibles, plúmbeos, aburridísimos. 
Yo formo parte de esta cofradía. Me gusta leer. Probablemente, la única cosa que me ha apasionado en la vida ha sido leer. He pasado una cantidad desorbitada de horas leyendo. De esta cantidad, la mayoría de las horas han sido perdidas. A mí me ha gustado leer libros que, por una razón u otra, a veces por una razón enormemente trivial, me han enseñado algo, como me ha gustado hablar con las personas que me han subrayado algún matiz de la vida. Lo demás me ha interesado poco, francamente. Pero soy incapaz de protestar si ante un libro o una persona no encuentro lo que hubiera deseado.
Siempre creí que una de las cosas más difíciles de la vida es llegar a disponer de un grado de expresividad real e inteligible para las personas acercadas a ella. Es muy complicado y, en general, de una práctica imposible. Así pues, habiéndose puesto a llover en la tarde del lunes de la última semana de Cuaresma, me acerqué al fuego, con el primer volumen de las obras de Antón Chéjov, publicadas por la Pléiade de París.”

Josep Pla, “Calendario sin fechas”.

NOTA: en febrero, publiqué esta cita de un autor del que no me acuerdo:

El vicio más adictivo 
Ah, pensé al ver la esquina de un libro que asomaba entre los pliegues de las sábanas, ¿cómo no me habré dado cuenta? El pobre hombre padece la adicción más peligrosa que existe.

Me volveré loco si no encuentro pronto al autor. 
(Creo que es una cita de Myron Bolitar, personaje de Halan Coben, pero no sé en qué novela.)
Me ha sacado de la inopia “doña” Teresa, gracias mil. El libro es la mejor novela de estos tiempos, 
“Autopista Lincoln, de Amor Towless, que tiene un excelente “Un caballero en Moscú”. Muchísimas gracias!