"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 23 de enero de 2009

"El hombre ha de aspirar a ser espejo" M.U.

Es decir: a huir de lo transitivo, a reflejar lo que de eterno hay en la vida. Bueno, es lo que yo más o menos he entendido en esta sorprendente frase de Don Miguel. Algo así como que la vida contemplativa es tan útil a los demás como la vida activista. Se sirve igual o más.

"Tiene que haber alguien que recoja la transición, la historia, y la haga intransitiva..."

Y pone el ejemplo de Marta y María: la contemplativa, la que según Jesús, se lleva la mejor parte por no ayudar a su hermana Marta, por quedarse extasiada ante la Palabra.

Curiosa, muy curiosa, la afirmación de Unamuno. ¿Lo diría por él, por su vida de observador contemplativo desde su atalaya de Salamanca, no de lo que aparentemente acontecía, sino de la esencia, lo que había dentro de ese acontecer? Él no fue desde luego un espejo fiel. No reflejaba la imagen sensible y directa, de la vida alrededor, sino lo que de eterno tenía.
Curioso este profeta sin seguidores, a los que no deseaba, pero con lectores en todo el mundo. No busquemos en sus textos algo que no puede dar: un reflejo de la época, un calado en la sociedad, de lo que no fue capaz ni le interesaba. Profeta sin dios, profeta increyente pero buscando incesantemente, hasta el último rincón de su alma -alma medieval, como él decía- a ese Dios absconditus al que dedicó las palabras más elevadas que se puedan imaginar. Reuyó del silogismo escolástico como de la peste, y se encontró solo en un país religioso en el que el barroco lógico, pleno de retrúecanos, sonoros como truenos, fue la máxima expresión devota.
A don Miguel no le gustaba lo barroco en literatura. Cuando la generación joven de 27 organizó el homenaje a Góngora, le invitaron respetuosamente como figura máxima que era. Él se excusó diciendo que como no le gustaba Góngora y lo había leído poco, no se sentía digno de estar presente.


¿Tu fondo de escritorio es aburrido? Anímalo con las imágenes más espectaculares

2 comentarios:

Santiago dijo...

Estoy con el libro que me recomendaste: El sentimiento trágico de la vida, y es una reflexión impresionante, me esta gustando mucho, lo único que siento es no tener más tiempo para leer.
Gracias

www.MiguelNavascues.com dijo...

Me alegro, Santiago. Para mí es un de nuestras cumbres literarias. Y no sé como no se dice así. Sin embargo se edita y se lee.