"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 29 de julio de 2010

Masa entrópica, ultima ratio

Yo ahora voy descubriendo, a base de reflexionar como un poseso, la razón última- la última ratio, que se dice- de los ciclos de la historia. La historia está llena de ciclos misteriosos que ha despertado una de las mayores pasiones occidentales, cuál es descubrir su oculto mecanismo. De la Biblia a Marx, pasando por Nostradamus, ciertos hombres, llamados profetas, ha lanzado propuestas y se ha  ido a la tumba dejando a los demás con dos palmos de narices. Sí señores, las civilizaciones nacen, crecen, maduran y perecen, cual organismo vivo, hasta el punto que algún listillo ha zanjado así la cosa: el Hombre es cíclico como lo es cualquier organismo vivo. muy listo, pero no.
La ratio última de los auges y caídas de la historia es.... tachán  tachán!
El ciclo de la estulticia!! 
El ciclo estulto es el único ciclo autónomo, no endógeno, de la humanidad. La estulticia, al principio de una civilización, es sencillamente desterrada por el expeditivo método de eliminar a sus portadores. Pero siempre, meca-chis, quedan algunos que se reproducen y trasmiten el virus de la imbecilidad, y lo fomentan en su prole... Y poco a poco, va germinando y abriéndose un hueco al sol la estulticia, que enseguida hace buenas migas con la maldad. (enseguida no ha de entenderse literalmente, pues estamos hablando de EONES de tiempo...).
Adquirida cierta masa, ya no hay quien pare su lenta pero firme marcha triunfal. Lo bueno -o malo- es que se disfraza de racionalismo, es decir, la diosa estulta habla en nombre de la razón . No es más que una prueba de su sibilina maldad. Se extiende por el mundo a la vez que se multiplican los acólitos por millones. Invaden todos los órdenes de la vida sigilosamente, de tal forma que llega a hacernos dudar de nosotros mismos. Con eso logra la funesta manía de pensar que nos estamos equivocando continuamente, pero no sabemos por qué. Nos roba fuerza vital e ilusión de vivir. Llega un momento que sólo estamos pensando en tirarnos desnudos en la playa,  fundirnos con la arena y pensar que la pesadilla no volverá. Ja!
Ahora estamos en el EÓN terminal, que no sé cuanto durará. La confusión y la entropía campan a sus anchas. Pero no hay nada que hacer, pues estos ciclos básicos, ineludibles, no pueden ser enfrentados por el Hombre sin ser contaminado.  Pues el hombre es en sí mismo estúpido, y al final del ciclo acaba soñando que es superior a los dioses; que él los ha creado. Es típico en estas fases terminales que los más estúpidos sean los elegidos para gobernar. Eso acelera las cosas. Puede haber genios sueltos, que siguen creando genialidades, pero lo importante es la masa entrópica, que es la que determina el curso fatal de la historia. Cuanto más masa, más avanza la entropía, y la decadencia. Algún seudo-filósofo, como un tal Ortega y Gasset, quiso formularlo como la "Rebelión de las masas" pero se equivocó... Creo que es que no se atrevía a llamar a la gente estulta (y menos a sí mismo), y se columpió.

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