
Una inflación mayor y estable es lo que más desea ahora la Reserva Federal.
En el gráfico de la derecha, que he tomado del NYT de la mano de The Big Picture, se muestra la senda real del nivel de empleo en EEUU, y las posibles sendas de recuperación a partir de ahora. El vial 3, que es simplemente asumir el ritmo actual de creación de empleo, significa que hasta 2019 no se llegaría a recuperar el empleo perdido por la recesión (hagan un esfuerzo mental para trasladar esto a las coordenadas españolas).
Esta es la razón por la que se le pide a la FED -con críticas colaterales- que vuelva a "ensuciarse las manos". (Téngase en cuenta que la FED, a diferencia de nuestro críptico BCE, tiene dos mandatos: la estabilidad de precios pero también crear la mejores condiciones para que no haya paro.)
Ayer se publicaron las actas de la reunión del FOMC (Federal Open Market Committee , órgano decisorio de la política monetaria), del 21 de septiembre. Estas traían sorpresas: primero, que parece que hay más unanimidad de la que se esperaba en tomar medidas radicales; segundo, que se hace una reflexión sobre cómo se articularía una expansión monetaria. Este párrafo que traslado a continuación, es la clave, especialmente lo que subrayo:
"Los participantes [miembros del FOMC] discutieron varios posibles enfoques para proporcionar liquidez adicional, pero se centró principalmente en nuevas compras de bonos del Tesoro a largo plazo y sobre posibles medidas destinadas a afectar las expectativas de inflación... Varios participantes comentaron sobre el importante papel de las expectativas de inflación para la política monetaria: Con las tasas nominales de interés a corto plazo limitado por el límite de cero, una disminución en las expectativas de inflación a corto plazo aumenta las tasas reales de interés a corto plazo (es decir, la diferencia entre las tasas de interés nominal y la inflación esperada), con lo que se contraería la demanda agregada. Por el contrario, en tales circunstancias, un aumento en las expectativas de inflación baja las tasas reales de interés a corto plazo, estimulando la economía. Los participantes señalaron una serie de posibles estrategias para afectar las expectativas de inflación a corto plazo, entre las que se contempló el suministro de información más detallada sobre las tasas de inflación, o bien fijar un objetivo para el nivel de precios en lugar de la tasa de inflación, o alternativamente, el nivel del PIB nominal..."
Esto tiene un doble interés. Para empezar, llama la atención lo preparado que se muestra la FED para evitar que la economía caiga en deflación, comparándolo con la disposición del BCE para lo contrario.
Segundo, se apuntas enfoques alternativos para convencer cuanto antes al público de que la FED va en serio, y que busca elevar la inflación y/o el nivel de precios y/o el PIB nominal (que es lo que propone Scott Sumner en su http://www.themoneyillusion.com/ desde hace meses) Es decir, que no hay doble engaño estéril como los del Banco de Japón, que anuncia medidas expansivas pero al mismo tiempo dice que las retirará en cuanto surtan efecto...
La cosa va en serio. La alta tasa de paro indica la enorme cantidad de capital y trabajo no utilizada, lo cual aleja el temor a que se desencadene la inflación; por el contrario, una inflación moderada haría un gran bien, igual que una suave pero constante lluvia alimenta los campos mientras no llegue a ser torrencial...
(de nuevo, compárese con lo que nos promete el BCE. Véase post anterior.)
Alguien podrá decir: "Pero si no hay deflación en EEUU..." No, efectivamente, pero todo apunta a que la habrá en breve, como vemos en el siguiente gráfico, en que sorprende el paralelismo con Japón, cuando no había caído en deflación... O en el gráfico de Nunes de expectativas inflacionistas:
(véase también post anterior sobre las implicaciones para España)


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