"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 18 de enero de 2011

Productividad en recesión

Brad de Long, Tylor Cowen, Krugman, Nick Rowe y Scott Sumner  (cuyos links tiene en la columna de la derecha)debaten sobre la paradoja de la productividad: antes, en las recesiones "modernas", se cumplía la "ley de Okun": Okun formuló esta ley, meramente estadística, que dice que en las recesiones las empresas solía despedir menos gente que la caída de la producción, pues la recuperación iba a ser rápida y no valía la pena echar a unos empleados ya formados; si acaso se reducían las horas. La caída del producto mayor que la caída del empleo, hacía que la productividad cayera.  En definitiva, como productividad es producto/trabajo, recesión = caída de la productividad. En la recuperación, en cambio, como los empleados "ya estaban", la empresa no tenía que contratar durante un tiempo: el producto subía más que el empleo, la productividad subía. Recuperación = subida productividad.
Ahora sucede al revés. Las dos últimas recesiones (2000 y 2008) han aumentado la productividad.
¿A que se debe esto, se preguntan los economistas citados?
No hay una respuesta única. Cambios institucionales, como en la sindicación (ahora nula), cambios tecnológicos, cambios en la calidad del empleo...
Krugman apunta una idea interesante: antes, en lo que llama la "modernidad" (1960-2000), las recesiones eran breves; estaban forzadas intencionadamente por la FED, que tras un ciclo alcista, que traía inflación, se veía obligada a meter el freno. Como se ve en el gráfico, hasta la recesión de 2000, efectivamente es claro que  las anteriores vienen precedidas de una notoria caída de la oferta monetaria M2 (las recesiones son las zonas de sombra) que luego, tras la recesión, es compensada con un aumento que fomenta la recuperación. En cambio, en las dos últimas (en la "posmodernidad"), es bastante claro que no es la contracción de M2  lo que precede a la recesión.
En otras palabras, en las recesiones de nuestros padres (Krugman) sabían la secuencia de los hechos: la FED subía los tipos, la demanda se contraía, pero estaban acostumbrados a que eso duraba unos meses, y no despedían, por lo menos a la mano de obra formada.
En las recesiones actuales, dice Krugman, no es la FED la causa de la caída en recesión, cuando sube los tipos para luego bajarlos: se trata de choques más complejos en los mercados financieros, que hacen caer abruptamente los activos, y con riesgos sistémicos muy importantes... Todo eso suscita expectativas de que la recuperación no va a ser rápida. Por ello, los empleadores prefieren despedir masivamente y esperar a que lleguen tiempos mejores. Eso hace caer más rápido el empleo que el PIB, y se registra un aumento de la productividad. En la recuperación, el empleo aumenta muy lentamente, y eso hace también crecer la productividad.
Es difícil deslindar causalidades: yo creo que el factor institucional es ineludible: en EEUU la acción sindical era más fuerte antes que ahora: el despido ahora es más barato, comparativamente, para la empresa, que entonces.
Pero la diferente tipología de la recesión es importante: las dos últimas recesiones han sido de origen financiero/sistémico, con rápido contagio y expansión al resto del mundo. Se la ha comparado con la Gran Depresión, y se acepta generalmente (salvo los burros de siempre) que si no es por la actitud de los Bancos Centrales, podría haber sido peor que aquella.
Yo no acepto la simplificación de Scott Sumner, que todo se reduce a una contracción monetaria; Hay contracción monetaria, pero como se veía en uno de los mejores trabajos de Michael Woodford (aquí), había zonas financieras que, con el aumento de la complejidad, escapan al control de los instrumentos monetarios tradicionales de la FED.  Para muestra véase mi artículo tipos-de-interes-monetarios-y-crisis, o el gráfico que entonces reproduje: es claro que los tipos de interés cruciales, como el tipo hipotecario, el de bonos empresariales a largo plazo, etc, no siguieron al tipo controlado por la FED, ni antes, ni después de la crisis.
En suma, el cambio más importante, me parece a mí, es el del sector financiero, aunque es difícil deslindar correlaciones de otros factores. Un hecho diferencial de la Gran Recesión de 2008 es que ha habido huida de capitales de los países desarrollados a los menos desarrollados, algo relacionado, seguramente, con la desconfianza e incertidumbre suscitada por la crisis financiera. Como dice Woodford, eso no es impedimento a que  ha habido una contracción monetaria que había que paliar.

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