"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 15 de febrero de 2012

Encrucijada fatal

Martin Wolf tiene una columna redonda sobre Grecia y Europa. Es redonda por lo que sugiere, más que por lo que dice, porque estamos en un momento en que decir, no se puede decir nada concluyente. Puede que Grecia sea desgajada del euro por sus deméritos propios, puede que sea inevitable, puede que sea mejor a la larga...
Pero en todo caso Grecia no es un caso único de rebeldía que no se repetirá. Grecia ha hecho un esfuerzo mayúsculo para cumplir con lo que se le exigía. En 2009, tenía un déficit primario (déficit sin pagos de intereses) del 10,6% del PIB. Tras 3 años de contracción, ha logrado reducirlo al 2,4% de PIB. Es sencillamente impresionante, e invita a reflexionar inmediatamente sobre lo que ha de hacer España, y que la Comisión le está urgiendo a que concrete cómo lo va a hacer.
 ¿No se les congela las neuronas? No estamos hablando de un país golfo y otro serio, estamos hablando de un problema que nos supera. Grecia, en su camino del dolor, se ha contraído un 7% sólo en 2011. Grecia está ahora con una tensión social insoportable ¿Alguna relación con el euro?
La otra cara de la moneda es que Grecia, a pesar de su ajuste interno, sigue teniendo un déficit exterior del 4,6% del PIB. Evidentemente, el ajuste exterior no se consigue sólo con "dolor" interno. Si hay todavía alguien que se cree que la austeridad por sí sola es suficiente, que abra los ojos de una PUTA vez. A la vez que Grecia necesita reducir su deuda, necesita también financiar un déficit exterior que es debido a que, simplemente, no puede devaluar. Grecia ha perdido capacidad adquisitiva frente a los demás, pero eso no puede concretarse en el signo monetario porque no lo tiene. Es simplemente demencia empecinarse en seguir por ese camino. Por no hablar de la consecuencia, que es llenar el cesto de votos de la extrema izquierda (y después de la extrema derecha).
Entonces, como dice Wolf, no está claro si conviene seguir así o que la realidad se imponga.
No sé, sinceramente. Habría que considerar que el programa de rescate de Grecia (y otros que se vislumbran) no funcionará probablemente. No puede funcionar, en mi opinión: se han olvidado de la economía más elemental. Parecemos boxeadores sonados dando puñadas al aire. O, como dice MW, un matrimonio mal avenido que se pelea por el patrimonio y las deudas crecientes, pero no acaba de romper por un miedo irracional a quedarse sin nada.
The eurozone is in a form of limbo: it is neither so deeply integrated that break-up is inconceivable, nor so lightly integrated that break-up is tolerable. Indeed, the most powerful guarantee of its survival is the costs of breaking it up. Maybe that will prove sufficient. Yet if the eurozone is to be more than a grim marriage sustained by the frightening costs of dividing up assets and liabilities, it has to be built on something vastly more positive than that. Given the economic divergences and political frictions revealed so starkly by this crisis, is that now possible? That is the most difficult question of all.

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