
Los de FEFEA no se han enterado todavía, o les ha pillado en la siesta, o no saben que coño decir.
Yo no soy experto en mercado laboral, pero he leído aquí que Recarte se ha quedado pasmado, no se esperaba una reforma tan decisiva.
Aparte de los convenios, casi desarticulados, los magistrados del trabajo ya no tendrán la última palabra. Otra creación franquista trufada de jueces de inclinación sindicalista, algunos llegados por el cuarto turno.
Algo debían olerse los movimientos que padecemos, pues 15-M e UGT/CCOO se lanzaban hoy a la calle a berrear antes de saber el texto de la reforma. Tenga cuidado Candido a ver si le arrancan el pelucón de un tirón.
Treinta años hemos tardado los españoles en cargarnos una antigualla que hacía que tuviéramos el paro más alto del mundo, cifra sobre la que cabalgaban estas garrapatas de toda la vida, no votadas más que por sus funcionarios sindicales y alimentadas hasta la saciedad por las cotizaciones, subvenciones y desvíos de fondos y subsidios a su predio. Encima con el aplauso bobalicón de una prensa y una opinión pública -desinformada por esa prensa rastrera que siempre parte de una óptica de izquierdas (o sea, franquista). Mi enhorabuena al señor de Guindos.
Una fuente de de corrupción menos. Ahora, a por las demás, todas nutridas por el déficit del Estado, convertido en un lodazal de marranos, un bebedero de patos que nos abochorna ante los demás países por nuestra complaciencia en la porquería.
Actualización (20h aprox.): juan-ramon-rallo-la-reforma-del-puedo-y-no-quiero, no está de acuerdo. Vaya, me jode que me obliguen a rectificar, pero me pasa por fiarme de Recarte. La Reforma, una Reformita. Si es que ya me parecía a mí, mucho ruido y pocas nueces. Si es que ¡esa Fátima! andaluza tenía que ser... seguro que ha cambiado los papeles, como Franco, cuando se autonombró Jefe de Estado en plena guerra: Guindos, te la han jugado. Vaya conjura Fátima/Cristobalito. Siguen los Convenios. Dios, qué desasosiego.
Y FEFEA, sin decir ni MU. Así no se puede vivir.
Definitivamente, no me gusta 23h aprox.). Lo he pensado y no. Una reforma que se basa en casos particulares (si ud está el paro, y le contrata una nueva empresa, y ud. es el primero en ser contratado...) , es una mierda. Una reforma que no deja claro si una empresa se puede descolgar de un convenio cuando le sale de los c---s, es una mierda.
Una Reforma que sigue criterios caritativos, pensando en el parado, no en el trabajador óptimo, productivo, es una mierda. Se sigue relegando lo que más necesitamos: la productividad. Para eso que empiecen devaluando porque por ee camino siempre vamos a estar por detrás de los demás.
Una reforma que sigue manteniendo criterios de despido procedente y no procedente, está abierta al conflicto jurídico: es una mierda. Mi cambio, mi salida de dudas, se debe a haber visto a esas catástrofes andantes, Soroya y Fátima, cantando las alabanzas a la Reforma. Han tardado 2 minutos en convencerme de que nos hemos vuelto a quedar... en el franquismo: es decir, una ley de caso por caso, llena de excepciones. Sigue siendo un régimen paternalista-protector, pero no de las dos partes, sino de la mitad de una: la que tiene trabajo. La contratación eventual es sustituida por algo mucho más protector/antieconómico.
Una ley de estado de excepción permanente. Sí, esos casos son más económicos, pero siguen siendo casos. O sea, seguiremos siendo candidatos a la tasa de paro más alta del mundo. Habrá valoraciones, matizaciones. Da igual. es una mierda. Se la cargarán en cuanto vuelvan los psoistas.
Addenda: que cara pondrá Rehn, el Comisiario de economía que aguantó la alitosis de Guindos, cuando éste le berreaba al oído, "An extremely agressive reform..."
4 comentarios:
Bueno, bueno. No es tan mala. Da mayor libertad al empresario para dirigir la empresa en multitud de ámbitos (movilidad de los trabajadores, etc.).
Además se podría decir que, prácticamente, generaliza el despido de 20 días por año de indemnización ya que la práctica totalidad de las empresas verá disminuidos sus ingresos durante 9 meses consecutivos durante los próximos meses ante la inminente recesión.
Franco no habrá muerto laboralmente hablando pero está en estado terminal.
Aunque siga existiendo el paternalismo hoy éste es más formal que material (por ejemplo, es el trabajador el que debe demostrar que el despido es improcedente, las empresas fijarán los períodos de vacaciones, etc.).
Y no defiendo al Gobierno, sólo constato que es un paso en la buena dirección.
Lo siento, pero discrepo. Sigue siendo un régimen laboral estadista, sometido al arbitraje de terceros, cuando el fin últimos que la empresa sea la que decida que trabajador le resulta rentable y cual no.
Mientras este principio no entre, seremos un país de tercera.
Bien. Pero, al menos en teoría, el arbitraje de un tercero (hoy menos "pesado" o "anquilosado" al pasar una buena parte de conflictos del Juez al Árbitro, siendo el proceso ante este último muchísimo más ágil y rápido) mediante el sometimiento a normas que tengan como objetivo la "defensa de la productividad", la "competitividad de la empresa", etc. sigue, al menos en teoría, principios de racionalidad económica, etc.
De todas formas, el Derecho Laboral, por definición, es socialista (aunque, al menos en España, surgió a instancias de sectores católicos y de la propia Iglesia, lo cual no le añade nada de liberal, por otra parte). Y es imposible, por mucha reforma que se haga del mismo, sustraerle dicha esencia.
Lo de los pelucos de Candido me ha llamado mucho la antención, por el increible ojo de águila de quien ha sido capaz de identificar esos relojes mediante unas fotos de tan baja resolución.
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