"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 19 de abril de 2012

Un Oscar

Con lo que está cayendo, y Cayo Lara dice de la monarquía que "¿Y si sale tonto, cargamos con un tonto?".
Yo le diría, ¿Y si sale Zapatero elegido de Presidente de la República, cargamos con él?
Cayo sí que es un anacronismo. Un comunista que no ha cambiado su esquema básico de que hay que acabar con el capitalismo. Para él las enseñanzas de la historia son simples discrepancias de los hechos con sus pastosas y oxidadas ideas (tan rentables en España, por otro lado). Ergo, no hay por qué cambiarlas.
El rey, en una gran actuación digna e un Oscar, ha perdido perdón y ha vuelto a embolsarse la opinión pública, ese monstruo que muy pocos logran dominar, pese que cada vez hay más "profesionales" dedicado a eso.  El rey, un cuco, no ha tenido más que imitar a Froilán, su compinche en travesuras. Ha salido por una puerta que parecía de una cárcel, con la voz temblorosa, y se ha ganado al marujerío español, que es el que realmente decide la dirección de los vientos, la mano que mece la cuna. Ya pueden seguir analizando escrudiñando, sopesando, los "directores de imagen" (¿qué es eso?), que sale el rey descamisado, como de haber sido maltratado y zarandeado, pone cara de Froilán, pide perdón... Llegó, miró al soslayo, fuese, y no hubo nada. ¡Qué crack, qué gran actuación!

2 comentarios:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

No doy el más mínimo valor a la petición de perdón formulada por el Rey. El mundo de la política es hoy el huerto en que crecen el cinismo y la hipocresía. ¿Ha sido sincero el Jefe del Estado al entonar su propósito de enmienda? A su debido tiempo lo sabremos.

www.MiguelNavascues.com dijo...

No, si yo no digo que le de crédito, le doy el Oscar