(Also in http://www.thecorner.eu/2012/10/the-answer-to-the-euros-troubles-is-down-under/)
Australia es un país que tiene desde 1970 un déficit exterior corriente del 3% de PIB de media anual (linea azul en el gráfico). Sin embargo, mantiene una tasa de crecimiento superior a los demás países desarrollados (4%, línea roja) y una tasa de aparo envidiable, menor al 5%. También ha sido el que mejor ha lidiado con la crisis, pues no tuvo contracción de la producción. Su inflación media está en torno al 2%.
La línea verde es la tasa sobre PIB de la deuda pública, como ven, de las más del mundo: está por debajo del 20%. La línea punteada es la previsión de la deuda hasta 2017.
Según los que miran sólo la balanza comercial (a los que he criticado aquí), Australia deberia estar arruinada. 40 años de deficit (media del 3% de PIB anual) debería ser insostenible, por igual razón que el equilibrio contable es una bendición para España, según los austéricos.
Australia es el contra ejemplo de España, y me ayuda a explicar por qué creo una falacia untuosa darnos de besos por un saldo cero en los intercambio comerciales.
Lo que pasa es que Australia es un pais bien gestionado, cuyo déficit corriente se explica porque está importando bienes de inversión para desarrollar su capacidad extractiva de minerales y de otras industrias. En tanto en cuanto esas inversiones sean productivas como para generar la renta suficiente para pagar los dividendos e intereses, podrá seguir indefinidamente con un déficit exterior. Si encima parte de la financiación es en forma e inversión directa, que no exige pagos anuales, con más razón.
España necesita permanentemente capitales exteriores, mucho más ahora. A la necesidad estructural se suma ahora la sequía debida al colapso financiero y monetario, colapso que ha venido por el despilfarro de los capitales que entraron entre 2000 y 2007 y que financiaron la burbuja... Y por no poder ajustar el tipo de cambio.
Esa es otra diferencia importante a favor de Australia, claro, para una buena gestión económica: un tipo de cambio libre, sobre el que recae a veces el ajuste de los excesos de la cuenta frente al exterior. En el gráfico, línea roja, el cambio $\dólar australiano, y la línea verde, la tasa de inflación, que, como pueden ver, está en torno al 2,5%, aunque viene de un pasado más borrascoso, como nosotros. ¡No por eso ha fijado el tipo de cambio!
Suerte para ellos que no están en el euro.
Australia es un país que tiene desde 1970 un déficit exterior corriente del 3% de PIB de media anual (linea azul en el gráfico). Sin embargo, mantiene una tasa de crecimiento superior a los demás países desarrollados (4%, línea roja) y una tasa de aparo envidiable, menor al 5%. También ha sido el que mejor ha lidiado con la crisis, pues no tuvo contracción de la producción. Su inflación media está en torno al 2%.
La línea verde es la tasa sobre PIB de la deuda pública, como ven, de las más del mundo: está por debajo del 20%. La línea punteada es la previsión de la deuda hasta 2017.
Según los que miran sólo la balanza comercial (a los que he criticado aquí), Australia deberia estar arruinada. 40 años de deficit (media del 3% de PIB anual) debería ser insostenible, por igual razón que el equilibrio contable es una bendición para España, según los austéricos.
Australia es el contra ejemplo de España, y me ayuda a explicar por qué creo una falacia untuosa darnos de besos por un saldo cero en los intercambio comerciales.
Lo que pasa es que Australia es un pais bien gestionado, cuyo déficit corriente se explica porque está importando bienes de inversión para desarrollar su capacidad extractiva de minerales y de otras industrias. En tanto en cuanto esas inversiones sean productivas como para generar la renta suficiente para pagar los dividendos e intereses, podrá seguir indefinidamente con un déficit exterior. Si encima parte de la financiación es en forma e inversión directa, que no exige pagos anuales, con más razón.
España necesita permanentemente capitales exteriores, mucho más ahora. A la necesidad estructural se suma ahora la sequía debida al colapso financiero y monetario, colapso que ha venido por el despilfarro de los capitales que entraron entre 2000 y 2007 y que financiaron la burbuja... Y por no poder ajustar el tipo de cambio.
Esa es otra diferencia importante a favor de Australia, claro, para una buena gestión económica: un tipo de cambio libre, sobre el que recae a veces el ajuste de los excesos de la cuenta frente al exterior. En el gráfico, línea roja, el cambio $\dólar australiano, y la línea verde, la tasa de inflación, que, como pueden ver, está en torno al 2,5%, aunque viene de un pasado más borrascoso, como nosotros. ¡No por eso ha fijado el tipo de cambio!
Suerte para ellos que no están en el euro.
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