"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 9 de noviembre de 2012

El oro y el euro

Por Marginal Revolution, de Tyler Cowen, llego a un articulo de Niall Ferguson, el historiador, sobre la credibilidad obtenida por un país no desarrollado al incorporarse al patrón oro, en los años de finales del XIX hasta la primera guerra mundial. Esos años fueron increíblemente abiertos a los movimientos de capitales ds los paises ricos a los pobres, de lo que da una idea que Argentina, por citar un país, registraba unas entradas de capital del 200% de su PIB.

Unas de las razones asumidas tradicionalmente para explicar este hecho es la confianza que añadía la entrada de esos paises en el patrón oro. Ferguson et Al. demuestran que hay otras razonas más importantes y convincentes, buscadas por los inversores internacionales, para medir la buena o mala gestión de un país. Como, por ejemplo, ser un país colonial del imperio británico era un plus de credibilidad, no su pertenencia al club del oro. Otro factor era la capacidad productiva, los ingresos fiscales... Cito las conclusiones.

By applying the full range of available empirical techniques to our expanded sample ofsovereign and colonial borrowers, we have shown that there were no benefits of going on goldfor the majority of less developed economies before the First World War. If the internationalgold standard performed any service for such countries, it was by minimizing inflation expectations in rich countries, and thus contributing to the low and stable long-term interest ratesin the core that were so crucial for encouraging capital flows to the periphery. In the last era ofglobalization, as today, investors priced country risk on the basis of a complex mixture of economic fundamentals and political factors such as colonial status. In this sense, it may makemore sense to think of the gold standard less as a “seal of approval” and more as a kind of “thinfilm”, behind which investors were wise to look. The key historical lesson from the “natural experiment” of the gold standard era is that in the poor periphery – where policy credibility is aparticularly acute problem – rule-bound monetary policy did not result in credibility gains. Involatile economic and political environments, monetary policy commitments are no short-cut tocredibility. Vulnerability to economic and political shocks, not time-inconsistency, were andremain the overarching concerns for international investors.
En otras palabras, atarse a una regla monetaria no era, ni es, suficiente para ser plenamente creíble de una buena gestión para los inversores. Esto incita a trasladarlo a tiempos actuales y pensar en el efecto euro en los paises GIIPS, o PIIGS, como se decía antes. El Euro no nos ha dado credibilidad cuando la necesitábamos porque han fallado otras cosas, como el crecimiento, factor de credibilidad que la cabeza de la UE no estima necesario. Es más, el euro, al tener efectos asimetricos ente sus miembros, ha minado su propia credibilidad.

Ahora reflexionen en lo que propagan los austéricos que una disciplina como el oro, o en su defecto el euro, es garantía de estabilidad.

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