"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 30 de enero de 2013

Interés natural, riesgo e incertidumbre

El tipo de interés, para los clásicos, es la recompensa por retrasar el consumo. Cuando ahorramos, literalmente no gastamos una parte de nuestra renta. Si nuestra renta anual es Y, y gastamos C, pues Y-C es el ahorro que no consumimos, que guradaemos para vonaumir mas adelante, y por el que recibimos un premio anual del x%, el interés.

Ese interés es el coste de la inversión. Para invertir, los empresarios han de pedir prestado lo que no tienen. Invertirán mientras la rentabilidad e la inversión, z%, sea mayor que el interés, x%. En el margen, z% se iguala a x% y se alcanza el equilibrio ahorro inversión. El ahorro ofrecido es igual a los fondos demandados para invertir. Ese equilibrio se llama, en términos austríacos, el tipo de interés "natural" (Wicksell fue el primero en denominarlo así). El tipo de interés natural es el que equilibra el mercado del ahorro inversión. Si se fuerza desde el banco central y desde la banca un tipos de interés por debajo del natural, se alimenta un exceso de inversión insostenible, más allá del ahorro, que acaba en implosión.

Para los austriacos, toda inversión financiada por encima del ahorro es desastrosa. Hay dos culpables de que sea así. El banco central y los bancos. El primero establece el tipo de interés mínimo al que se ceñían cían los bancos. Los bancos son también culpables de que la inversión exceda al ahorro: el ahorro depositado en los bancos se multiplica gracias al coeficiente de caja menor al 100%. Si en los bancos se deposita un ahorro de 100, el multiplicador bancario hace que el crédito para inversión sea un múltiplo de 100.Para Keynes, esto es una milonga. Por la parte del ahorro, no hay una relación con el tipo de interés. El ahorro puede aumentar aunque el tipo de Interés baje. Para ello reinventa la función demanda de dinero. Antes, el dinero se demandaba para comprar. No había más motivo para tener dinero que gastarlo rápidamente. Ya vimos aquí que esto viene de la arraigada ley de Say, quien decía:

Every producer asks for money in exchange for his products, only for the purpose of employing that money again immediately in the purchase of another product; for we do not consume money, and it is not sought after in ordinary cases to conceal it: thus, when a producer desires to exchange his product for money, he may be considered as already asking for the merchandise which he proposes to buy with this money. It is thus that the producers, though they have all of them the air of demanding money for their goods, do in reality demand merchandise for their merchandise.
Es decir, en cada vendedor no hay, pese a las apariencias, un atesorador de dinero, que es un bien sin utilidad propia, sino un comprador más que irá a comprar cosas que él no produce.
Keynes dice que el dinero, además de servir para comprar, sirve para cubrirse de la incertidumbre. ¿Qué incertidumbre? La incertidumbre de no saber seguro que el dinero va a estar disponible en el mercado en el que se compra. Una cosa es el riesgo de una inversión, que es calculable y se le pede asignar una probabilidad, otra es la incertidumbre, que afecta a todos los riesgos y no tiene estimación posible. La,incertidumbre es la que decide la demanda e dinero. En tiempos normales, los negocios son fluidos, y se confía que seguirán así, que el dinero estará disponible a su precio en el mercado de dinero. Pero cualquier perturbación puede romper el equilibrio certidumbre-riesgo-inversión, y llevar a una demanda de liquidez infinita a interés cero.

Cuando hay incertidumbre, y no se sabe cuando va a volver el dinero a estar disponible, la gente lo guarda en casa. Es como cuando corre el rumor de que el aceite va a subir de precio. Todos van al súper a comprar aceite, y los súpers se quedan vacíos. El dinero es igual: la incertidumbre es la estampida para atesorarlo. Si la oferta de dinero es fija, esto tiene un efecto general: se derrumban los precios de todo, activos y bienes físicos. Y otro efecto derivado es que, pese a aumentar el ahorro, y bajar el tipo de interés, la inversión se desploma. Y es que la inversión no depende de la oferta de ahorro disponible, sino de las expectativas de demanda de los productores. Por lo tanto, no existe un tipo de interés natural que equilibra ahorro e inversión. La x% se derrumba, pese a ello el ahorro aumenta; la z% es incalculable, pues el pesimismo lleva al desplome de la inversión, aunque el tipos e interés sea cero.

(En este proceso juegan un papel esencial las expectativas. Noah Smith tiene un post buenísimo sobre las expectativas racionales, al final del cual dice/

What if inflation expectations change suddenly and catastrophically? That would probably spell the death knell for macro theories in which the central bank can smoothly steer the path of things like inflation, NGDP, etc. It would raise the specter of an "inflation snap-up" (or "overshoot", or "excluded middle") - the central bank might be unsuccessful in beating deflation, right up until the moment when hyperinflation runs wild.

And what would be the implications of financial markets and financial theories of the macroeconomy? Belief cascades could obviously cause asset market crashes. It seems like sudden changes in expectations of asset price appreciation might also cause abrupt and long-lasting changes in saving and investment behavior. Which in turn could cause...well, long economic stagnations.

El modelo Say/clásico/austriaco se ha caído. Empieza a aumentar el paro, pese a la caída de los salarios, y eso acelera el movimiento de "todo a la baja". La caída de los precios y salarios aumenta la incertidumbre, no anima a gastar más, como dicen los austriacos.

En todo caso, si las autoridades no hacen nada, o lo hacen tarde como en la crisis 29-33, se produce una caída de precios y salarios, una caída de la demanda y la producción, y no se ven los efectos depurativos y vigorizantes que deberían tener.

¿Cuanto puede durar esto? No se sabe porque, tanto en el 29-33 como ahora, se tomaron medidas que acortaron la crisis. Incluso con la lección de la Gran Depresión, esta vez se ha evitado una prolongada deflación. Entonces la deflacion fue del orden del 20% anual. De manera que no sabemos cuanto tiempo las fuerzas económicas privadas tardarían en restablecerse por sí solas. Sólo podemos decir que la zona euro está tardando mucho más que otros países. La conclusión lógica es pensar que se ha hecho menos y peor que en otros paises. En realidad se ha actuado con el modelo erróneo, que podrá ser cierto en tiempos de normalidad, pero no tiene en cuenta las situaciones de desconfianza extrema.

Pese a ello, se sigue defendiendo al euro, y la política del euro, a ultranza. La defensa del euro se basa en la ley de Say y el tipos el interés natural. Si se restablece la libertad de precios y salarios y la oferta-demanda de ahorro inversión, se vuelve al equilibrio. Cuando alguien dice que estamos saliendo de la crisis porque la Cuenta Corriente frente al exterior no es deficitaria, esta diciendo esa simpleza. Lo único que pasa es que la demanda de inversión está por los suelos. Cuando vuelva a la "normalidad", de nuevo habrá déficit exterior.

Lo contrario es decir que España necesita un paro del 26% para que la Balanza de Pagos este en equilibrio.

En Lord Keynes, Un análisis de fondo sobre el tema.

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