Ayer veíamos la exposición de Krugman sobre el "Precio erróneo". Los "de siempre" pensaban que el precio erróneo, culpable de la baja actividad, eran el salario. Los otros, que era el tipo de interés.
Pero eso es un debate que se refiere a un país normal, que sufre una burbuja, luego una crisis, y el tipo de interés baja todo lo que puede. Sin embargo, la economía no remonta porque el tipo de interés nominal está en cero, no puede bajar más, mientras que el tipo de interés real que animaría el gasto de consumo e inversión debería bajar mucho más. Una solución, más o menos discutible: inflación para que el tipo real (nominal menos inflación) fuera suficientemente bajo.
En Europa es distinto, porque, sencillamente, no hemos llegado a que el tipo de interés nominal no pueda bajar más. Europa es un mercado financiero tan fragmentado, que la transmisión de movimientos del tipo de interés a todos la escala de tipos financieros esta interruptus. En EEUU pueden debatir si están en el límite ZLB (Zero Lower bound) del tipos de interés, y si en esa posición lo único acertado es expandir el gasto público o no. Aquí es otro mundo.
En el dibujo, del Financial Times, pueden ver que pese a las declaraciones de Trichet, y luego Draghi, de normalidad, o bien de que iban a hacer todo lo necesario para preservar la integridad el mercado financiero, ¡la verdad verdadera es que la fragmentación ha ido en aumento!
La figura representa la conocida "prima de riesgo" de Italia y España (línea azul punteada) y el diferencial com respecto a Alemania del tipo de interés financiero para la empresa privada (línea roja, elaborado por Goldman Sachs).
Como ven, desde enero de 2010, comienzo de las sucesivas crisis del euro, y pese a los programas de emergencia del BCE de inyección de liquidez (LTRO, dic 2011 y enero 1012), la línea roja ha subido tercamente hasta su máximo nivel de hoy, un 3,7%. Lo cual quiere decir que una empresa española o italiana tiene que pagar un peaje mínimo sobre el coste de financiación alemán, del 3,7%. Y esto supongo que no recoge otras condiciones, como comisiones, criterio de los bancos, y condiciones de colateral, por nombrar algunas de las barreras que no salen en el tipos e interés.
En suma, pese a la continúa caída de la demanda y la actividad, las condiciones financieras han empeorado. A todo lo demás igual, deberían haber mejorado, según la teorias al uso (caída de la demanda, caída del interés). Pero si se introduce en el modelo las deudas acumuladas y la caída de la actividad, ya parece más lógico que la oferta crediticia empeore, sobre todo si el Banco Central no hace NADA. Es más, es completamente logico. Es decir, el BCE ha fracasado en sus mínimas obligaciones, pese a las alharacas de rigor.
Ayer o anteayer, no sé, vi un programa en Tv donde unos "economistas" españoles opinaban sobre una cuestión muy cercana a ésta. Estos economistas explicaban lo que pasaba, por qué huían los depósitos, etc. Pero luego todos decían que había que sostener el euro como fuera. Que sí era un proyecto maravilloso y único, que si patatín, que si patatán.
Me remito a lo que dijo ayer Wolfgang Münchau:
No se puede permanentemente eludir la lógica económica con la voluntad política.
Münchau dice que si persisten en este desgobierno absurdo, se aproximará el momento límite en el que un país encontrará más racional salirse del euro. Los costes de quedarse suben, las ventajas bajan, inevitablemente. En Chipre los prebostes del euro han demostrado que ya no quieren poner más dinero para arreglar lao problemas que el peopio euro genera. Es más, han pasado una línea que ha roto una norma: lo primero es la estabilidad financiera. Ya no lo es. Ahora lo prioritario es que los acreedores paguen los rescates. Bien, pues empecemos por los acreedores alemanes, por ejemplo, que no han puesto un euro en los rescates de Grecia Irlanda Portugal...
En España la lógica económica puede ser ésta: la contracción va a seguir, el paro va a aumentar, y a estabilidad financiera seguirá empeorando, pese al rescate de chichinabo que han hecho. Ergo, aumentarán las probabilidades de un rescate, que ya no será ni en laa condiciones de el año pasado, ni bajo la primacía de la estabilidad ante todo. Sigamos suicidándonos en el nombre de lo más sagrado.
Pero eso es un debate que se refiere a un país normal, que sufre una burbuja, luego una crisis, y el tipo de interés baja todo lo que puede. Sin embargo, la economía no remonta porque el tipo de interés nominal está en cero, no puede bajar más, mientras que el tipo de interés real que animaría el gasto de consumo e inversión debería bajar mucho más. Una solución, más o menos discutible: inflación para que el tipo real (nominal menos inflación) fuera suficientemente bajo.
En Europa es distinto, porque, sencillamente, no hemos llegado a que el tipo de interés nominal no pueda bajar más. Europa es un mercado financiero tan fragmentado, que la transmisión de movimientos del tipo de interés a todos la escala de tipos financieros esta interruptus. En EEUU pueden debatir si están en el límite ZLB (Zero Lower bound) del tipos de interés, y si en esa posición lo único acertado es expandir el gasto público o no. Aquí es otro mundo.
En el dibujo, del Financial Times, pueden ver que pese a las declaraciones de Trichet, y luego Draghi, de normalidad, o bien de que iban a hacer todo lo necesario para preservar la integridad el mercado financiero, ¡la verdad verdadera es que la fragmentación ha ido en aumento!
La figura representa la conocida "prima de riesgo" de Italia y España (línea azul punteada) y el diferencial com respecto a Alemania del tipo de interés financiero para la empresa privada (línea roja, elaborado por Goldman Sachs).
Como ven, desde enero de 2010, comienzo de las sucesivas crisis del euro, y pese a los programas de emergencia del BCE de inyección de liquidez (LTRO, dic 2011 y enero 1012), la línea roja ha subido tercamente hasta su máximo nivel de hoy, un 3,7%. Lo cual quiere decir que una empresa española o italiana tiene que pagar un peaje mínimo sobre el coste de financiación alemán, del 3,7%. Y esto supongo que no recoge otras condiciones, como comisiones, criterio de los bancos, y condiciones de colateral, por nombrar algunas de las barreras que no salen en el tipos e interés.
En suma, pese a la continúa caída de la demanda y la actividad, las condiciones financieras han empeorado. A todo lo demás igual, deberían haber mejorado, según la teorias al uso (caída de la demanda, caída del interés). Pero si se introduce en el modelo las deudas acumuladas y la caída de la actividad, ya parece más lógico que la oferta crediticia empeore, sobre todo si el Banco Central no hace NADA. Es más, es completamente logico. Es decir, el BCE ha fracasado en sus mínimas obligaciones, pese a las alharacas de rigor.
Ayer o anteayer, no sé, vi un programa en Tv donde unos "economistas" españoles opinaban sobre una cuestión muy cercana a ésta. Estos economistas explicaban lo que pasaba, por qué huían los depósitos, etc. Pero luego todos decían que había que sostener el euro como fuera. Que sí era un proyecto maravilloso y único, que si patatín, que si patatán.
Me remito a lo que dijo ayer Wolfgang Münchau:
No se puede permanentemente eludir la lógica económica con la voluntad política.
Münchau dice que si persisten en este desgobierno absurdo, se aproximará el momento límite en el que un país encontrará más racional salirse del euro. Los costes de quedarse suben, las ventajas bajan, inevitablemente. En Chipre los prebostes del euro han demostrado que ya no quieren poner más dinero para arreglar lao problemas que el peopio euro genera. Es más, han pasado una línea que ha roto una norma: lo primero es la estabilidad financiera. Ya no lo es. Ahora lo prioritario es que los acreedores paguen los rescates. Bien, pues empecemos por los acreedores alemanes, por ejemplo, que no han puesto un euro en los rescates de Grecia Irlanda Portugal...
En España la lógica económica puede ser ésta: la contracción va a seguir, el paro va a aumentar, y a estabilidad financiera seguirá empeorando, pese al rescate de chichinabo que han hecho. Ergo, aumentarán las probabilidades de un rescate, que ya no será ni en laa condiciones de el año pasado, ni bajo la primacía de la estabilidad ante todo. Sigamos suicidándonos en el nombre de lo más sagrado.
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