En el "Mundo" (página 30) viene un informe sobre los resultados de la Reforma Fiscal del Gobierno. Se podría resumir en que Hacienda ha logrado mantener el volumen de recaudación pese a que las rentas de los españoles se ha derrumbado un 8% y el número de ocupados ha disminuido en 800 mil.
No se puede decir que la rentabilidad impositiva del gobierno no haya sido impresionante. De volumen de ventas mucho menor, ha logrado mantener el Cash Flow. Enhorabuena. Eso es lo que mantiene Bruselas a prudente distancia.
Pero esto se debe, obviamente, a que el gobierno mantiene un monopolio y puede subir el precio de su servicio sin que la demanda de usuarios baje. ¿Qué no nos gusta la oferta que nos da el gobierno? Pues te aguantas, mandangas. Son lentejas, te las tomas, o las dejas.
A mi no me gusta la oferta de bienes del gobierno. Me parece que no cumple con lo principal, que es la seguridad, la integridad y la justicia. Sin estas tres cosas es difícil ser libre bajo el amparo de la ley. España está amenazada por varios frentes independentistas, que se potencian entre sí. La justicia es particular, a medida de cada sujeto, medida que no es posible fijar mínimamente con antelación. Hay delitos monstruosos y hay delitos livianos, pero las penas no se corresponden en una proporción mínima. Además es lenta, lo que en esta caso juega a favor de los procesados, que tienen una cohorte de abogados especialistas en retrasar indefinidamente la sentencia. En cambio, cuando es rápida, se corre el riesgo de ser atropellado por un camión.
Arte de eso, nos mantiene en una incertidumbre renovada constantemente cuando se va a acabar la crisis. Ya en 2009 nos decían que lo peor había pasado. Hoy nos dicen los mismo, en baso a unos indicadores que no siquiera citan, cuando vemos el el Mundo de hoy que las quiebras de familias y empresas han vuelto a aumentar en el primer trimestre.
Pero toda la justificación para mantener este tinglado es Europa. Ha sido así desde la Transición, que a veces parece toda una excusa para meterse de hoz y coz bajo el manto europeo. Las sucesivas decisiones de los gobiernos se excusan en Europa, lo exige Europa, y esto se intensifica cuando empieza la historia del euro. Hemos sido el país más pro europeo de todos, aunque nos siguen de cerca los países ahora arrimados, como Grecia, Irlanda, Portugal e Italia, lo cual demuestra: o bien que Europa manda cosas equivocadas, o que a los,gobiernos nacionales no les ha servido de nada su estrategia de apelar a Europa. Algo esta rotten en el corazón de Europa.
Por ejemplo, esta confiscación fiscal sistemática en España. Nuestras rentas caen (todas las fuentes de renta: ahorro, inversión, trabajo), pero el gobierno consigue sacarnos más manteca que nunca. Claro que la alternativa era reducir drásticamente los gastos, y eso ineludiblemente pasaba por aumentar el paro. Aparte de tocar graneros de votos bien amarrados en las CCAA el PP, lo que demuestra que aquí mandar, no manda nadie.
Lo aconsejable sería que la AAPP ayudara a las familias a mantener sus empleos y a devolver sus deudas, y no sólo reforzar a los bancos para que las cobren. Para ello nada mejor que el estado se endeudara a bajos tipos de interés y asumiera deudas privadas, aumentara la ayuda a los parados y a los necesitados. Al mismo tiempo que diseñara un plan a medio plazo de consolidación fiscal. (Esto, que parece muy de izquierdas, lo han hecho en EEUU con algunas hipotecas.)
Los bajos tipos de interés ayudarían a las empresas a reequilibrar su balance, y el gasto fiscal mantendría la demanda estable. Para ello sería imprescindible contar con un Banco Central colaborador en la estrategia.
Las deudas son incobrables en cierto grado. Mantener la ficción de que el derecho de cobro es sagrado atasca la salida de crisis. Como decía Keynes, las deudas se recortan, se reestructuran, o se reducen mediante la inflación. Pero su cobro íntegro nominal es imposible mientras la renta de los deudores cae. Toda la estrategia a hasta ahora ha sido mala porque no se reconoce este hecho: una buena parte de las deudas son incobrables.
Pero Europa ha decidido que lo importante es la deuda fiscal, no la deuda de los contribuyentes. (Ya vimos ayer cómo los miembros de la Troika divergen en su diagnóstico.) en todo caso, estamos atados, y sólo nos consienten sobrevivir si el gobierno sigue con su plan de saquearnos.
No se puede decir que la rentabilidad impositiva del gobierno no haya sido impresionante. De volumen de ventas mucho menor, ha logrado mantener el Cash Flow. Enhorabuena. Eso es lo que mantiene Bruselas a prudente distancia.
Pero esto se debe, obviamente, a que el gobierno mantiene un monopolio y puede subir el precio de su servicio sin que la demanda de usuarios baje. ¿Qué no nos gusta la oferta que nos da el gobierno? Pues te aguantas, mandangas. Son lentejas, te las tomas, o las dejas.
A mi no me gusta la oferta de bienes del gobierno. Me parece que no cumple con lo principal, que es la seguridad, la integridad y la justicia. Sin estas tres cosas es difícil ser libre bajo el amparo de la ley. España está amenazada por varios frentes independentistas, que se potencian entre sí. La justicia es particular, a medida de cada sujeto, medida que no es posible fijar mínimamente con antelación. Hay delitos monstruosos y hay delitos livianos, pero las penas no se corresponden en una proporción mínima. Además es lenta, lo que en esta caso juega a favor de los procesados, que tienen una cohorte de abogados especialistas en retrasar indefinidamente la sentencia. En cambio, cuando es rápida, se corre el riesgo de ser atropellado por un camión.
Arte de eso, nos mantiene en una incertidumbre renovada constantemente cuando se va a acabar la crisis. Ya en 2009 nos decían que lo peor había pasado. Hoy nos dicen los mismo, en baso a unos indicadores que no siquiera citan, cuando vemos el el Mundo de hoy que las quiebras de familias y empresas han vuelto a aumentar en el primer trimestre.
Pero toda la justificación para mantener este tinglado es Europa. Ha sido así desde la Transición, que a veces parece toda una excusa para meterse de hoz y coz bajo el manto europeo. Las sucesivas decisiones de los gobiernos se excusan en Europa, lo exige Europa, y esto se intensifica cuando empieza la historia del euro. Hemos sido el país más pro europeo de todos, aunque nos siguen de cerca los países ahora arrimados, como Grecia, Irlanda, Portugal e Italia, lo cual demuestra: o bien que Europa manda cosas equivocadas, o que a los,gobiernos nacionales no les ha servido de nada su estrategia de apelar a Europa. Algo esta rotten en el corazón de Europa.
Por ejemplo, esta confiscación fiscal sistemática en España. Nuestras rentas caen (todas las fuentes de renta: ahorro, inversión, trabajo), pero el gobierno consigue sacarnos más manteca que nunca. Claro que la alternativa era reducir drásticamente los gastos, y eso ineludiblemente pasaba por aumentar el paro. Aparte de tocar graneros de votos bien amarrados en las CCAA el PP, lo que demuestra que aquí mandar, no manda nadie.
Lo aconsejable sería que la AAPP ayudara a las familias a mantener sus empleos y a devolver sus deudas, y no sólo reforzar a los bancos para que las cobren. Para ello nada mejor que el estado se endeudara a bajos tipos de interés y asumiera deudas privadas, aumentara la ayuda a los parados y a los necesitados. Al mismo tiempo que diseñara un plan a medio plazo de consolidación fiscal. (Esto, que parece muy de izquierdas, lo han hecho en EEUU con algunas hipotecas.)
Los bajos tipos de interés ayudarían a las empresas a reequilibrar su balance, y el gasto fiscal mantendría la demanda estable. Para ello sería imprescindible contar con un Banco Central colaborador en la estrategia.
Las deudas son incobrables en cierto grado. Mantener la ficción de que el derecho de cobro es sagrado atasca la salida de crisis. Como decía Keynes, las deudas se recortan, se reestructuran, o se reducen mediante la inflación. Pero su cobro íntegro nominal es imposible mientras la renta de los deudores cae. Toda la estrategia a hasta ahora ha sido mala porque no se reconoce este hecho: una buena parte de las deudas son incobrables.
Pero Europa ha decidido que lo importante es la deuda fiscal, no la deuda de los contribuyentes. (Ya vimos ayer cómo los miembros de la Troika divergen en su diagnóstico.) en todo caso, estamos atados, y sólo nos consienten sobrevivir si el gobierno sigue con su plan de saquearnos.
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