"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 10 de septiembre de 2013

Economía mágica y las instituciones

La economía mágica es la mayor parte de la economía que se enseña. Es decir, es la economía austérica, que no cree en ni en la macro, ni el PIB, ni en la econometria, pero también esa economía matemática sofisticada que domina la universidad. La mayoría se los modelos del tronco principal de la enseñanza se basan en eso: fuerzas endógenas que tienden a la auro corrección y al punto de equilibrio.

El componente mágico de esa economía es que cree que la economía tiende siempre al equilibrio con pleno empleo. Por mucho que se distancie de ese punto, hacia arriba y hacia abajo, la economía tiene fuerzas endógenas que la impulsan hacia el punto óptimo. A veces esos impulsos no son suficientes, y necesitando empujón del gobierno. Pero sólo para suavizar la caída y abreviar la recuperación de la estabilidad con pleno empleo.

El pleno empleo está definido por la tasa natural o por la NAIRU, que es la ya compatible con el tipo de interés natural que iguala al ahorro con la inversión. Para que haya equilibrio en todos los mercados, no ha de haber inflación, lo que agiliza el ajuste del empleo a su máximo mediante la flexibilidad del salario hasta la productividad marginal del trabajo.

Hay un círculo cerrado de variables de equilibrio: interés, salarios, precios, que vacían los mercados, incluso en del trabajo. La tasa de desempleo que haya en Um momento es culpa de los trabajadores que no aceptan el ajuste salarial a las nuevas condiciones. Los Neo keynesianos enmiendan esto introduciendo la rigidez salarial, lo cual retrasa el camino de vuelta al equilibrio, aunque no lo impide.

A corto plazo puede haber rigideces debido a cierta desorientación, pero a largo plazo la economía converge al equilibrio, por sí misma. Esto es lo que llamo la economía mágica, porque se basa en esa conexión mágica entre las decisiones individuales y la coordinación conjunta.

Es decir, la economía mágica cree que las unidades económicas, siguiendo su interés y racionalidad, consigue lo mejor para sí mismo, pero también para la economía en su conjunto.

Llamemos a la economía de los individuos (familias, empresas) la Micro, y la economía en su conjunto la Macro.

¿Qué puede puede hacer que la acción de decenas millones de agentes, actuando en su interés, va a devolver a la Macro a su punto óptimo, si sus acciones se desarrollan en multitud de mercados descentralizados?

Pues, o se cree lo que dice el modelo de Equilibrio General (que es la base de partida de casi toda la economía, o no. Si no te crees alguna de las condiciones de ese modelo, entonces no tienes más remedio que rwnunciar a esta magia y recurrir a alguno otro tipo de magia.

Keynes, en un artículo previo a su Teoría General, manifestaba su escepriciamo y decía que esta creencia en el automatismo mágico y la contraria eran la división más importante en la economía. A los del automatismo mágico los llamaba "la Ciudadela", y los demás. Entre los que él se incluía, los herejes. Su opinión era que es difícil desmarcarse de la Ciudadela, que ha dominado la economía desde su fundación.

Es decir, hay que creer que la libre acción de los agentes, descoordinados en millones de mercados, guiándose sólo por el precio de oferta y demanda, van vaciar todos los mercados de todo exceso de oferta o demanda gracias a la fluidez con que el dinero y los precios se mueven a la formación de saldos no vendidos de oferta. un exceso de oferta hará bajar los precios, e inmediatamente atraerá dinero que liquidará el excedente. Todo exceso de ambas, oferta o demanda, va a subir o bajar los precios, los excesos de un signo en un mercado actúan de nivelador via precios de de los excesos de los demás mercados. La Ley de Say (que todo dinero se gasta, pues el dinero no es rentable, en bienes de consumo o de ahorro), hace ir al dinero de donde no queda qué comprar o los precios han subido, a donde todavía hay oferta, aunque ese movimiento tiene a igualar los precios de loa bienes homogéneos y reducir a cero los excedentes.

Ídem para la unidad de producción, que comprará tanto capital y mano de obra como para que la última unidad agregada a la producción tenga un rendimiento igual al precio del producto.

Finalmente, el ahorro y la inversión se igualarán mediante el tipos e interés, y si éste es libre, y los precios y salarios también, el ahorro decidirá la inversión vía interés, y el mercado laboral determinará el pleno empleo vía salarios.

En cuanto se piensa con un poco de realismo, estos fundamentos de micro son totalmente de cuento de Hadas.

Cuando se ve que cada mercado tiene una correlación de fuerzas diferente de los que negocian los salarios, que las empresas no son proclives a variar los precios todos los días en función de la demanda -prefieren acumular stocks y esperar a ver qué pasa-. Cuando uno se da cuenta que la informacción se basa en la costumbre, y que cuando sucede una perturbación, hay que reconstruir la información trabajosamente, y con incertidumbre sobre el resultado, entonces uno se da cuenta de la debilidad absoluta de los supuestos de la economía mágica. Pero basta introducir un pequeño supuesto realista: que los mercados son muy diferentes y se mueven a diferente velocidad, y que so lleva a acumulaciones indeseadas de invendidos, lo que suscita dudas de que vaya a ser transitorio el desajuste. Puede que algunos productores bajen sus planes de producción y despidan gente. Eso trae una contracción de la demanda de volumen proporcional a la cantidad de empresas que han pensado así.iede que las empresas estén sobre endeudadas por planes de inversión excesivos, lo que refuerza aún más ese círculo vicioso.

Empieza a ser difícil aceptar que la libertad de mercados (que a nivel Micro tiene sentido) garantiza que la economía tiende a volver al equilibrio después de una desviación de él. Hay inumerables mercados, de distintos tamaños, de bienes de distinta caducidad, con rendimientos inciertos y variables, y en general la información es costosa y no fluye tan rápido para que los cambios de precios vacíen los mercados sistemática y rápidamente. Porque si no es así, desviaciones persistentes de un mercado llevarán a los mismos otros, y entonces la solución global Macro puede tardar, y si tarda puede meterse en variaciones acumulativas con efectos multiplicadores perversos que se alejan de la solución de equilibrio. Esas desviaciones del nivel Macro a su vez perturbarán las acciones de los agentes, que ya no serán tan sencillas. Puede ser que los precios y el tipos e interés no tengan ya tanto poder decisivo. Puede que los empresarios prefieran suspender ampliaciones de capital y mantener el que tiene, e incluso si sigue el estado de duda, puede desamortizar capital. Ídem con la plantilla.

Puede, en suma, que la gente en su conjunto decida comprar menos bienes de consumo y maquinarias, en contratar menos, y guardad más dinero para más adelante. Y se puede llegar a un nuevo equlibrio en que los agentes no vean motivos para moverse, un equilibrio Suboptimo con una tasa de paro que sólo benévolamente puede ser considerara "voluntaria" y de equilibrio, porque es compatible con la estabilidad de precios.
La economía no tiende necesariamente al equilibrio con pleno empleo. Suele sobre reaccionar a los estímulos positivos y a la negativos. Estas fases de excesos y caídas no son simétricas. La reacción de los sujetos es completamente distinta en una fase alcista que en una recesiva, pero no son simétricas.

Por eso cuando la gente pregunta, ¿pero cuando se va a acabar esta crisis? Reciben respuestas erróneas porque están basadas en modelos que asumen que la economía, cuando baja, tiene a remontar hasta la última posición de equilibrio, que lo que se ha perdido era el justo precio a pagar por los excesos anteriores, y que cuanto más tiempo pasa es más probable que vuelva a crecer, porque estos años de castigo han sido benéficos para salir con más fuerza. Lo que no está garantizado más que por el sentido mágico que subyace. Para mí, por el contrario, la duración inacabable de la crisis se debe a factores que siguen vigentes y que impedirán una normalización distante décadas. ¿Por qué? Porqué las instituciones decisivas están secuestradas y non funcionan, no tiene recursos para que la economía funcione como dicen que funciona mágicamente. Pero no es magia lo que hace funcionar al corazón humano. Son expectativas que las instituciones han de apoyar y certificar. Las instituciones son decisivas en un sentido u otro. La buena coordinación entre ellas es crucial. Eso no es magia, es inteligencia, buen gobierno, buen asesoramiento, garantizar la eficacia e sus actuaciones, etc.
La eficacia a veces está teñida con la democracia, porque el demos quiere otra cosa más tangible, no eficacia. A veces es simplemente que las instituciones están descapitalizadas, vacías... ¿Les suena?

En fin, quedémonos aquí. Para creer en ese esquema hay que creer en una especie humana que no existe... como un cuento de hadas.

7 comentarios:

Mikkis dijo...

Añadamos a ello el axioma de la racionalidad de loas agentes. Taleb recoge en sus libros las teorías de la psicología en la toma de decisiones: cómo estas decisiones están sesgadas y obedecen más un proceso heurístico que racional. Las decisiones económicas no quedan excluidas de este proceso. Pongamos también el componente irracional al decidir que ya señalaron Freud y Jung.
Pero el modelo del equilibrio general requiere de una axiomática sin la cual se derrumba. Le pasa aquello de que si tu regla no es fiable y la utilizas para medir una mesa, es posible que lo que estés haciendo es medir la regla con la mesa.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Pero es que esa axiomática anula el alpe de cualquier resultado.

Mikkis dijo...

No es mi pretensión hacer imposible cualquier modelo; tan sólo rechazar el determinismo de muchos modelos económicos y sociales (cómo si de física si tratase). Las burbujas responden en buena parte a las motivaciones explicadas; la introducción en los modelos del funcionamiento de los mercados financieros y de los canales de crédito, permite detectar perturbaciones "no racionales" en el sistema. O sea, poner un canario en la mina.

mourinho dijo...

Tantas lecturas doctas para esto???? no te vuelvo a sacar nada de Tobin ni de Maynard...a ver cuando vuelves a escribir del Madrid, que es más divertido...

www.MiguelNavascues.com dijo...

Tranquilo mou, no te defraudaré

www.MiguelNavascues.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
www.MiguelNavascues.com dijo...

Mikkis, lo,bueno es que puedes asumir la racionalidad de los agentes y sin embargo los mercados ser imperfectos y no vaciarse.