Ese es el problemón a que se enfrenta Eurovegas: que esto es España, donde la moralidad está por los suelos, pero nos perseguimos unos a otros por encender un cigarrillo (trasmitimos cánceres) beber alcohol (drogodependencia) y ir de pilonguis (trata de blancas).
Ayer, no se qué diputado(da) de izquierdas le echó una broncazo a la ministra de sanidad por defender ella el empleo que se iba a crear en Eurovegas, a lo que el diputado(da) le dijo: no se engañe señoría, esta ud promoviendo un negocio que consiste en dinero negro, trata de blancas, y drogas (más o menos). Fínjese bien: un diputado, pringado por los ERES, echando un broncazo de tipo moralista a una ministra atrapada en el caso Gürtel. Pues nada, ahí peleándose por el tabaco y el alcohol y cobrando por ello un pastón.
Pues no tenía yo claro lo de Eurovegas, pero ahora rezo para que vengan y se metan en la cueva tanto moralista justiciero. Este país es de justicieros, pero tuertos, tuertos de la viga que tienen en su ojo que no les impide enjuiciar la paja en el ojo ajeno. Si seguimos así, comer jamón ibérico estará perseguido en cuanto apliquen la normativa japonesa, y la aplicarán, porque todos somos, y más los ministros, talibanes escondidos que persiguen cualquier placer de verdad que hace esta triste vida llevadera. ¿Qué mayor placer hay (aunque yo lo he dejado) encender un cigarrillo en un momento de ansiedad, o servirte un whisky generoso, y sentirte por unos fugaces minutos feliz?
Yo no me fío de quién no tiene esos pequeños vicios que además tienen una utilidad social enorme, pues acorta sensiblemente la edad media poblacional. Y ese es el problema de hoy real, verdadero, que los viejos no mueren cuando deben, y hay que mantenerlos. Mejor que fumen y beban, y vayan de pilonguis y sean felices, felicidad que no le da la familia que está ya un poco hasta el moño de las rabietas del abuelo. Al revés, la familia es más feliz cuanta más tolerancia ponen los unos con los otros.
Si a ese abuelo le ofreces un atajo de pitillos al día y una petaquita de coñac, pues el se lo administrará divinamente, y al final del día tendrá una ilusión para el día siguiente. ¿O se creen que la vejez es soñar feliz con la muerte? Pues permítanme que les diga que no, que la muerte te va cercando lentamente, desde antes de que llegues a ser viejo, hasta que un día te das cuenta que ya no que queda más que te alcance la muy puta.
Si esas escapadas son con buena compañía, amigos con la necesidad de charlar en una buena sobremesa, entonces, como por un milagro, el placer se prolonga unas horas.
Decía Buñuel, al que al final le agasajaron y le reconocieron como uno de los grandes, que al final de su vida la única ilusión era los dos martinis que le permitían los médicos, y mientras bebía el primero contaba las horas que le quedaban aún para llegar al segundo.
La felicidad no se compone de grandes hechos, de la fama, de escribir obras imperecederas. Eso da una felicidad fugaz y penosa, que hace de ti un hipócrita sonriente ante la estupidez de tus admiradores. Lo que realmente desea el ganador después de su homenaje es retirarse a fumar un pitillo en los lavabos, y ahí le encontraréis, a lo mejor con una petaca que ha tenido la precaución de llevar en el bolsillo, y si tiene suerte, con una admiradora dándole un besito. No hay más secreto.
No se pueden poner puertas a las debilidades humanas, que son las que nos permiten ser sociales y no estar todo el día de mala leche buscando un error de otro para emprenderla con él o ella. Es mejor echarse un pitillo o pensar en el martini que te vas a embaular cuando llegues al bar.
¿Así que Eurovegas era eso? Pues claro, como el original, y no parece que sea el motivo de la decadencia de Occidente. Magnífico, que pasen, y que organicen autobuses de la tercera edad desde las siniestras residencias, verás como disfrutan los pobrecitos, viendo tantas luces, tanto humo, y tantas piernas enfundadas en magníficas medias.
Europa, que es una vieja puta retirada, está llena de países aficionados a prohibir. Lo he comprobado este verano, en Berlín, pero en Francia es igual. Se ha impuesto un racionalismo ramplón, que se olvida de la naturaleza compleja del hombre, nacido para ser feliz y nunca conseguirlo. Por eso necesita fútbol, tabaco, alcohol, etc.
Ayer, no se qué diputado(da) de izquierdas le echó una broncazo a la ministra de sanidad por defender ella el empleo que se iba a crear en Eurovegas, a lo que el diputado(da) le dijo: no se engañe señoría, esta ud promoviendo un negocio que consiste en dinero negro, trata de blancas, y drogas (más o menos). Fínjese bien: un diputado, pringado por los ERES, echando un broncazo de tipo moralista a una ministra atrapada en el caso Gürtel. Pues nada, ahí peleándose por el tabaco y el alcohol y cobrando por ello un pastón.
Pues no tenía yo claro lo de Eurovegas, pero ahora rezo para que vengan y se metan en la cueva tanto moralista justiciero. Este país es de justicieros, pero tuertos, tuertos de la viga que tienen en su ojo que no les impide enjuiciar la paja en el ojo ajeno. Si seguimos así, comer jamón ibérico estará perseguido en cuanto apliquen la normativa japonesa, y la aplicarán, porque todos somos, y más los ministros, talibanes escondidos que persiguen cualquier placer de verdad que hace esta triste vida llevadera. ¿Qué mayor placer hay (aunque yo lo he dejado) encender un cigarrillo en un momento de ansiedad, o servirte un whisky generoso, y sentirte por unos fugaces minutos feliz?
Yo no me fío de quién no tiene esos pequeños vicios que además tienen una utilidad social enorme, pues acorta sensiblemente la edad media poblacional. Y ese es el problema de hoy real, verdadero, que los viejos no mueren cuando deben, y hay que mantenerlos. Mejor que fumen y beban, y vayan de pilonguis y sean felices, felicidad que no le da la familia que está ya un poco hasta el moño de las rabietas del abuelo. Al revés, la familia es más feliz cuanta más tolerancia ponen los unos con los otros.
Si a ese abuelo le ofreces un atajo de pitillos al día y una petaquita de coñac, pues el se lo administrará divinamente, y al final del día tendrá una ilusión para el día siguiente. ¿O se creen que la vejez es soñar feliz con la muerte? Pues permítanme que les diga que no, que la muerte te va cercando lentamente, desde antes de que llegues a ser viejo, hasta que un día te das cuenta que ya no que queda más que te alcance la muy puta.
Si esas escapadas son con buena compañía, amigos con la necesidad de charlar en una buena sobremesa, entonces, como por un milagro, el placer se prolonga unas horas.
Decía Buñuel, al que al final le agasajaron y le reconocieron como uno de los grandes, que al final de su vida la única ilusión era los dos martinis que le permitían los médicos, y mientras bebía el primero contaba las horas que le quedaban aún para llegar al segundo.
La felicidad no se compone de grandes hechos, de la fama, de escribir obras imperecederas. Eso da una felicidad fugaz y penosa, que hace de ti un hipócrita sonriente ante la estupidez de tus admiradores. Lo que realmente desea el ganador después de su homenaje es retirarse a fumar un pitillo en los lavabos, y ahí le encontraréis, a lo mejor con una petaca que ha tenido la precaución de llevar en el bolsillo, y si tiene suerte, con una admiradora dándole un besito. No hay más secreto.
No se pueden poner puertas a las debilidades humanas, que son las que nos permiten ser sociales y no estar todo el día de mala leche buscando un error de otro para emprenderla con él o ella. Es mejor echarse un pitillo o pensar en el martini que te vas a embaular cuando llegues al bar.
¿Así que Eurovegas era eso? Pues claro, como el original, y no parece que sea el motivo de la decadencia de Occidente. Magnífico, que pasen, y que organicen autobuses de la tercera edad desde las siniestras residencias, verás como disfrutan los pobrecitos, viendo tantas luces, tanto humo, y tantas piernas enfundadas en magníficas medias.
Europa, que es una vieja puta retirada, está llena de países aficionados a prohibir. Lo he comprobado este verano, en Berlín, pero en Francia es igual. Se ha impuesto un racionalismo ramplón, que se olvida de la naturaleza compleja del hombre, nacido para ser feliz y nunca conseguirlo. Por eso necesita fútbol, tabaco, alcohol, etc.
6 comentarios:
Este post te ha salido de Nobel, he disfrutado como con Cela, no te digo más. Por cierto, ¿sabías que desde que don Camilo dijo eso de "no estoy ni a favor ni en contra de los homosexuales, me limito a no tomar por el culo" es prácticamente un autor prohibido? En secundaria me cuentan que casi ha desaparecido del plan de estudios, los libros de texto le dedican un espacio mínimo y bastante frío y apenas se selecciona ninguna obra suya como lectura obligatoria (que son las únicas obras que el 90% leen).
Volviendo sobre las debilidades humanas, Adelson es el Disney del vicio, su modelo de negocio está más que probado en Nevada, el único estado de EEUU, que yo sepa, donde la prostitución es legal, amén de los casinos que tiene en Asia, así que ¿que vamos a pedirle?, ¿estamos en situación de ser melindrosos?, Barajas se está descolgando de la liga de los grandes aeropuertos, Iberia pierde dinero a sacos, tenemos 5 millones de parados, y por otro lado Europa está llena de amargados deseando olvidarse un rato de lo que les rodea. ¿Has vivido en Inglaterra? Con toda su tradición de tolerancia, allí el deporte nacional es denunciar al vecino por cualquier chorrada, eso y quejarse por ABSOLUTAMENTE TODO, así que bienvenido sea el modelo Nevada como algunos ya lo estarán llamando; solo falta que las prostitutas puedan darse de alta en la SS como trabajadoras del placer o algo así, y que se jodan las feministas; pero para eso necesitaríamos a Esperanza de vuelta, ¿o no ha llegado a irse?
Aunque, claro, también podemos dedicarnos a hacer Mercedes, como los alemanes, o mejor aún, dedicarnos a la "economía verde" que dicen que tiene mucho futuro.
Por cierto, ¿viste el asco de partido del Madrid de ayer, necesitando del arbitro para ganar a un equipo de chichinabo? Y Sergio Ramos, ¿que tiene que hacer para que lo expulsen? ¿matar al alguien?
Jajaja, te soy la razón en todo. No sabía lo de Cela, a donde vamos a llegar. El modelo Mevada, ya te digo, de momento no ha corrido ido a EEUU.
En cuanto al RM, de vergüenza. Ese árbitro mismo que me dieron ganas de estrangularle el otro día con el Natça, ¡resulta que es así, es así de lechuguino!
Otro año en blanco, y nunca mejor dicho. Sergio Ramos va a ser u problema parecido a Casillaa, un tipo que se cree un gran líder moral pero ya no sabe por son de le pasa el balón.
Me gusta este post. En el fondo entiendo que el autor dice algo que muchos decimos: en España no nacieron los puritanos; la moral católico (que es la de casa) no es puritana. ¡Muerte a los falsos puritanos! (quen en economía son los «austéricos», muchas veces). Podría haber ligado este asunto con la importancia central del pecado y el perdón en el catolicismo en contraposición al luteranismo. Hay una mentalidad «prostentatizante» muy peligrosa en España.
Le recomiendo este sketch de una serie: http://www.youtube.com/watch?v=QVoT-U6Hgu8 . El detectivo que ahoga al compañero (porque supone que le ha traicionado siendo sobornado) acaba dejando embarazada a una prostituta. Esos son los puritanos. Los de la paja en ojo ajeno.
Un grandísimo artículo, repleto de verdad. Se nota que le ha salido del tirón.
Yo, que soy joven (28 años), también siento esas pequeñas ilusiones de determinados vicios y aficiones en el fondo triviales. Me permiten sobrellevar el desempleo en esta "Hespaña" sin empleo para un servidor (con doble licenciatura...).
En fin... ¡BRAVO!
Joder Isidoro. Sé perfectamente lo que estás pasando (yo también tengo una doble licenciatura y estuve 6 meses en el paro). Ánimo. Yo encontré trabajo el 28 de diciembre (menuda inocentada), y aunque no es para tanto, tampoco me puedo quejar ni mucho menos.
Un consejo; idiomas, idiomas y más idiomas. Yo estoy en una PYME y aún así los necesito (y no sólo el inglés).
Y en cuanto al post, no todos los vicios tienen por qué ser esos. ¿No se podrían fomentar también otras cosas (como nuestros magníficos parques nacionales)?
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