"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 17 de noviembre de 2013

Cuando las expectativas racionales salieron del armario.. Y volvieron a él

Hace unos 40 años, las "Rational Expectation" empezaban asomar la patita por el muro donde viven la "loca academia de la economía". El keynesianismo putativo dejaba la escena lleno de oprobio, los políticos cambiaban de chip, sobre todo cuando llegaron Reangan y Thatcher al poder en 1980.

Las R.E postulaban que la política fiscal y monetaria eran estériles porque la gente aprendía cual era el modelo que utilizaban la autoridades, y acababan por no caer en la trampa: ni se molestaban en aumentar la producción y el empleo, pues sabían que el aumento de dinero aumentaría los precios: por lo tanto se adelantaban. La curva de Phillips era vertical incluso a corto plazo, lo único que variaba con un impulso monetario era la inflación.

En esos años se habló mucho de "stagflation" (stagnation + inflation), inflación creciente pero desempleo también creciente. (Aunque hay que reseñar que la economía no se estancó.)

Al cabo de los 40 años transcurridos, han pasado mucha agua debajo de los puentes, y nos encontramos en una situación ignota para todos, salvo para los que tuvieran conciencia en los años treinta y vivan todavía.

Larry Summers -de quien invito incesantemente a visitar su video-, habla ahora de estancamiento secular en un brillantísimo, y sin embargo melancólico alegato, sobre la ignorancia en la que nos movemos. Por cierto, aquí, Krugman le rinde honores sin reservas de ningún tipo.

De la stangflation a la secular stagnation: un giro total de la rueda de la fortuna. Volvemos al pesimismo de los años treinta y, a falta de una visión coherente, sacamos del baúl viejas doctrinas. Keynes vuelve, a falta de una teoría fresca y nueva que diga lo que nos pasa. Y es que la academia ha sido muy parca en su reacción ante los hechos, se ha limitado a repetir su cantinela, mercado y más mercado, si algo va mal es por la falta de la libertad de mercado. (Quizás Keynes vuelva porque no tuvo una escuela que puliera y mejorara su siembra; la única obsesión fue enterrarle, cuanfo no banalizarle.)

Es obvio que esto es falso: hemos tenido una crisis en el mundo entero, en países muy desregulados llenos de mercados libres (como EEUU) y menos desregulados como España y el Euro), y la única diferencia que se ha notado es que el golpe ha sido más brutal en los países en los que más endeudamiento había. Alemania no tuvo burbuja, y el impacto fue menor. España, RU y EEUU tuvieron burbuja, y el impacto fue brutal. Pero desde luego la eficacia del mercado ha brillado por su ausencia.

Otra diferencia es cómo han reaccionado las autoridades a la crisis. Es obvio que en EEUU y RU, con un banco central propio, han empezado a recuperarse antes que países como España, que sin banco central propio ha sufrido una crisis de deuda que ha estado a punto de acabar con el euro. (Grecia no lo ha hecho porque es muy pequeña.)

Pero estas diferencias no son tan decisivas cómo para afirmar que tenemos una respuesta. Larry Summers se lamenta por eso, porque atisba un horizonte secular de estancamiento económico -si es que las sociedades se resignan, porque si no, la explosión social puede ser virulenta.

¿En que se basa Summer? Tiene razón Krugman: Summers habla, sin mencionarlo explícitamente, de una trampa de la liquidez; y se pregunta como vamos a vencerla y evitar un estancamiento secular si lo que viene, probablemente, es una política de reducción de la deuda pública, de reducción de dinero emitido, todo acompañado de un envejecimiento poblacional inevitable. El riesgo que ve Summers está muy bien definido: una crisis no digerida todavía, a la que sigue una política de "prudencia". Por lo tanto, de prolongación de esa trampa de liquidez, que por definición es que el tipo de interés real de pleno empleo no es alcanzable para el banco central. Si el banco central no llega, la alternativa inmencionable es u gasto público que aumente la productividad de la economía, financiado a tipo de interés cero por el banco central. Pero eso es inmencionable.

Con todo, hay que ver el video de Summers una u otra vez, porque, como reconoce Krugman, pocas veces se ve tanta brillantez, tanta lucidez, en un economista, sin ningún apoyo demostrativo, ni gráficos ni presentaciones tan en boga, nada, sólo con su palabra y su conciencia, y su tristeza por decir lo que ve.

Cuanto antes se reconozca que el mercado por sí sólo no va a crear las condiciones de inversión que llevan al pleno empleo, antes evitaremos la visión de Summers. Cuanto antes se reconozca que el problema es la deuda privada, no la pública, que siempre podrá controlarse monetariamente... Pero me parece que estamos muy lejos de esa concienciación.

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